Un grupo internacional de geólogos descubrió, al estudiar unas rocas volcánicas en Costa Rica, que éstas provenían de la lava más caliente que se conoce de los últimos 2.500 millones de años.
La investigación, liderada por Esteban Gazel, profesor adjunto del Instituto Politécnico y Universidad Estatal de Virginia, aportó nuevas evidencias sobre la evolución termal de las profundidades de la Tierra.
En la ocasión, el equipo analizó la composición química de unos ríos de lava preservados en el país Centroamericano que hoy forman un conjunto geológico con condiciones de fundición y cristalización similar a la misteriosa komatita del eón Arcaico (corteza terrestre).
La komatita es una roca volcánica única y característica de aquel período que terminó hace 2.500 millones de años y que es "uno de los más enigmáticos en la evolución del planeta Tierra", acorde al profesor Gazel.
Durante la era del eón Arcaico, la temperatura del manto terrestre, situado entre el núcleo y la corteza, era más caliente de lo que es hoy debido a una gran cantidad de calor radiactivo producido por el decaimiento de elementos como el potasio o el uranio.
"La komatita era una versión supercaliente de ríos de lava", explica Gazel, quien además añade que era tan caliente que tenía un brillo incandescente blanco en vez de rojo y que fluía en una superficie planetaria con condiciones atmosféricas muy diferentes, similares más a las de Venus que a las de la Tierra.
El equipo de investigadores estudió las rocas de 90 millones de años y descubrió que tenían altas concentraciones de magnesio así como evidencias en su textura de temperaturas extremadamente altas. Finalmente, el estudio concluyó que las rocas estudiadas en Costa Rica alcanzaron temperaturas cercanas a los 1.600 grados, marcando así un nuevo récord de temperaturas de lava en los últimos 2.500 millones de años.