Cada año la publicación del Índice de Calidad de Vida Urbana, realizado de forma conjunta por el Núcleo de Estudios Metropolitanos de Instituto de Estudios Urbanos y Territoriales de la Pontificia Universidad Católica y la Cámara Chilena de la Construcción, nos entrega una oportunidad para reflexionar sobre este aspecto clave para el desarrollo de los territorios y el bienestar de sus habitantes. Sus diferentes dimensiones, Vivienda y Entorno, Conectividad y Movilidad, Salud y Medio Ambiente, Condición Laboral, Condiciones Socioculturales y Ambiente de Negocios, nos invitan a analizar la manera en que se ha abordado el concepto de desarrollo y hacia dónde avanzan los lineamientos en nuestra zona.
Por una parte, recibimos buenas noticias, pues se observó un mejoramiento para Ñuble, si consideramos los resultados de Chillán y Chillán Viejo, pues ambas comunas experimentaron una mejora: Chillán ocupa el lugar número 39 ascendiendo 12 puestos en el ranking, mientras Chillán Viejo se ubica en el lugar 48, subiendo 15 puestos. Además, como área metropolitana, la intercomuna también mejoró sus condiciones, lo que se refleja en su actual ubicación en el séptimo lugar, dos lugares más arriba con respecto al año anterior.
Sin embargo, no todo ha sido auspicioso, pues San Carlos experimentó una fuerte caída, quedando en un rango inferior al promedio nacional, ubicándose en el lugar número 75, descendiendo 18 puestos en comparación a 2016. Sin duda, una alerta sobre los aspectos en que resulta fundamental poner acento para optimizar las condiciones de vida de sus habitantes.
En este sentido, es importante considerar que el objetivo del ICVU no es criticar o cuestionar el desarrollo de las comunas, ni las decisiones que han tomado sus respectivas autoridades. El verdadero propósito es aportar al diseño de políticas públicas y la focalización de recursos impulsando iniciativas que aporten a un mejoramiento de la calidad de vida, revelando las mayores fortalezas y los principales desafíos. Las ciudades son dinámicas y resulta clave reafirmar, continuamente, los horizontes de acción.
En este sentido, también resulta necesario reflexionar con una mirada más amplia, sobre todo si situamos al ICVU en la contingencia del proyecto de la nueva región. Dimensiones como Ambiente de Negocios junto a Salud y Medioambiente presentaron un mayor descenso en las tres comunas, reflejando que es necesario pensar en estrategias globales que involucren a todo el territorio, como mayor inversión en infraestructura, donde se sitúa de forma certera nuestra propuesta de la densificación en altura para el centro de Chillán. Somos parte de un territorio con grandes expectativas, lo confirmaron dimensiones como Vivienda y Entorno y Condiciones Laborales, por ende los resultados de este nuevo ICVU se deben comprender como una oportunidad para pensar el futuro y proyectarnos como un ejemplo venidero con respecto a la calidad de vida, ante todo por el bienestar y porvenir de los ñublensinos.
Claudia Rigall Gallegos, Presidenta CChC Chillán.