Por Jorge Enríquez Carrera

En el Salón Azul, que paradójicamente permanece pintado de blanco desde el verano de 2013 y bajo la imponente figura del cuadro "El espejo de Cronos" de Roberto Matta, la Presidenta de la República, Michelle Bachelet Jeria, recibió esta semana en La Moneda a Diario El Sur.

Vestida completamente de negro y después de recibir a una delegación de autoridades portuguesas, la Mandataria hizo un balance de sus tres años en el sillón presidencial y por primera vez realizó una profunda evaluación sobre el estado de la agenda de descentralización que impulsa su Gobierno.

En el diálogo abordó también la aplicación de la ley antiterrorista en casos de violencia vinculados a la causa mapuche y entregó su visión sobre la carrera presidencial.

En relación a los avances en el objetivo de dar un mayor poder de decisión a las regiones, la Mandataria lamentó especialmente el rechazo de la Cámara de Diputados, el martes último, al artículo del proyecto de ley que permitía concretar en noviembre la primera elección de los gobernadores regionales.

"El compromiso presidencial de presentar todos los proyectos de ley para llegar a la elección directa de los gobernadores regionales lo hemos cumplido. Este no es un traspié del gobierno, es un traspié de la descentralización", dijo la Presidenta.

Añadió que "es un traspié también para las regiones, porque esperaban contar a la brevedad con esta opción. Entonces, convocaría a que los parlamentarios de oposición se pongan la mano en el corazón y voten, en los próximos trámites, para que podamos tener elecciones".

-¿Pero qué significa ese rechazo para el gobierno? Porque su postura apuntaba a que la elección debía realizarse este año.

-Lamentamos que Chile Vamos haya votado en contra de esta propuesta. Creo que eso es muy desilusionante para la gente de regiones, que permanentemente pide mayor descentralización, poder elegir a sus autoridades regionales directamente y más competencias, lo que también está en tramitación en el proyecto de atribuciones. Por tanto, esto es darle un golpe en la cara a la gente. Más allá de eso, el proyecto salió de la Cámara y pasa al Senado. Y ahí podremos reponer las indicaciones que nos permitan que, a la brevedad, hayan elecciones directas de gobernadores regionales. Nosotros queremos continuar con el espíritu original de este proyecto. Y, siempre en el Parlamento, en todo ámbito de cosas, hay un espacio para dialogar. Lamentaría que, por razones que no han sido claramente explícitas, las regiones no pudieran tener esa elección a la brevedad.

-Algunos parlamentarios aseguran que hoy no se conocen las atribuciones de estas futuras autoridades y, por lo tanto, no pueden aprobar algo que la gente no conozca al momento de votar. ¿Le parece razonable ese argumento?

-Si ya está en comisión mixta, quiere decir que ya pasó por la Cámara Baja, el Senado, por tercer trámite y está en el último proceso. Difícilmente alguien podría decir que no conoce nada de un proyecto. Lo que podría decir, tal vez, es que no sabe cómo saldrá en definitiva, porque en la comisión mixta se hace una revisión de los puntos que han sido controversiales, pero no se revisa todo el proyecto de ley. Sin embargo, hay avances en esa iniciativa en términos de mejorar las atribuciones y asegurar descentralización de algunos servicios.

-Pero se crea la figura de un delegado regional, cuyas funciones significarán un fuerte contrapeso al rol del gobernador regional.

-Chile se define en la ley como un estado unitario y descentralizado. Esto no es una federación de regiones. Hemos visto ejemplos muy malos de países que terminan siendo verdaderas federaciones de estados o regiones, donde cada cual tiene su proceso legislativo y sus normas. A mí me tocó ver -cuando trabajaba en salud- países en que cada región tenía sus propias políticas de salud. Entonces, se debe asegurar descentralización para que se puedan tomar las decisiones locales más adecuadas, a nivel regional o comunal, pero hay ciertos valores, políticas o normativas que deben garantizarse a nivel nacional. Por otro lado, hay una función, que es el orden y la seguridad pública, que es del Estado. Entonces, tienen que existir una figura que represente al gobierno y que vele por que esas políticas pueden implementarse, aunque se adecúen a la realidad específica. Ha habido gran discusión, todo tipo de proyectos, y se han adecuado las figuras presentadas a las fórmulas que a los parlamentarios les han parecido más adecuadas y acordes a sus experiencias en regiones.

-¿Considera que la Nueva Mayoría ha estado alineada con el gobierno en estos proyectos?

-Más allá que puede haber la creatividad natural de cualquier persona que, en vista de representar una determinada región, puedo decir que esta figura pueda ser de otra manera -y como gobierno, cada vez que hemos recibido ese tipo de propuestas y nos ha parecido legítima las hemos incorporado en el proyecto de ley- hemos sentido un tremendo apoyo. Sin embargo, tengo que reconocer que ha habido algunos puntos en que había diferencias entre el gobierno y los parlamentarios. Uno de ellos ha sido el tema de las inhabilidades. Nosotros pensábamos que las inhabilidades tenían que ser, como para muchas elecciones, que los parlamentarios, si quieren ser candidatos, tienen que inhabilitarse un año antes, para postular después. Pero los parlamentarios votaron a favor de eliminar la inhabilidad para ellos y la mantuvieron para los intendentes actuales y algunas otras figuras. Ahí teníamos una opinión diferente. Como queríamos que fuera el 2017, hicimos un artículo transitorio en que para la próxima elección habían estas reglas del juego y, para después, en tres años más, se acentuaran las otras reglas. No requiere todo listo o armado para que podamos partir con un proceso este año. Hay distintas perspectivas en eso y me imagino que, por eso, no fue aprobada que fuera este año. Pero creo que no está todo dicho. Vamos a seguir trabajando con el Senado para buscar el nivel de acuerdo máximo que pueda existir, para que pueda haber una elección de gobernadores regionales a la brevedad.

Proyecto de Ñuble

-Si todo anda bien, se dice que el proyecto de Ñuble podría estar listo para ser promulgado el próximo 20 de agosto. ¿Cree que con una nueva región se asegura el impulso que la gente de la zona pide?

-Lo primero fue cumplir con mi compromiso de hacer los estudios. Y en ese análisis definir que la Región de Ñuble era viable, que es lo más clave. Enviamos la iniciativa, ha ido avanzando con suma urgencia, con lo cual esperamos que se pueda promulgar a la brevedad. Si es el 20 de agosto, mejor todavía, pero eso está en manos del Congreso. Ahora, el solo hecho de conformar una región de por sí no garantiza que todos los anhelos de las personas de estas regiones se puedan cumplir. Tuve el honor de promulgar la creación de Los Ríos y Arica y Parinacota. Ahí avanzamos una serie de puntos que fueron muy positivos, pero luego tiene que venir todo lo que está hoy en los proyectos de descentralización en el sentido de aumentar las competencias, asegurar más recursos que sean suficientes, dentro de los recursos que tiene la nación, y apoyar el proceso gradual de traspaso de competencias y responsabilidades.

-Pero específicamente en el caso de Ñuble, ¿pesaron los criterios políticos por sobre los técnicos al momento de decidir crearla?

-La verdad es que consideraba que lo clave era hacer el estudio para definir la viabilidad. Si se considera sólo lo político, hubiera sido un error. Por cierto, el componente político, en la medida que exprese un sentir ciudadano, es importante. Pero el peor favor que se le puede hacer a un grupo de ciudadanos es hacerles un mal favor. Vale decir, que no hubiera ninguna viabilidad y que, finalmente, ser región fuera más una frustración que una oportunidad o que tendría que el Estado apalancar a esa región, porque no es capaz en sí misma de desarrollarse. No basta con ser nombrado región, sino que también tiene que pasar al otro proceso, de mayores competencias, mayor descentralización efectiva, de trabajo como región para identificar cuáles son los proyectos más claves para llevar adelante. Eso lo estamos buscando con el resto de los proyectos de ley de descentralización.

-El ex Presidente Ricardo Lagos ha enfatizado su posición en favor de conformar macroregiones, con la idea de hacer un mayor contrapeso a Santiago. Si se considera esa visión, ¿por qué a su juicio es mejor seguir creando nuevas regiones, más pequeñas, en el país?

-El concepto de macroregiones lo hemos usado muchas veces. Se puede tener una macroregión para definir, por ejemplo, la zona minera, entonces se definen políticas o recursos para la minería. Puede tener la zona de energías renovables. O sea se pueden definir macroregiones y adjuntar recursos específicos para aquellas áreas que los identifica como común. Pero no significa que se deban reemplazar las regiones existentes. No tiene sentido en algunas actividades que se pongan límites, porque no funciona así la vida. Hay algunos elementos en que el concepto de macroregiones pueden ser muy válidos, pero por otro lado, también se requiere además de una mirada global, una también particular. Lo que pasa en una región es que hay comunas que tienen realidades muy distintas a las otras. Nosotros lo hemos aprendido con políticas, como en vivienda, donde teníamos un subsidio rural y urbano. En el Gobierno del Presidente Piñera se borró el rural. Pero para construir en lo rural, como es en algunas zonas de Chile, donde hay problemas de territorio que hay que remediar, hay que tener políticas específicas. En ese sentido, una macroregión por sí sola puede perder ese sentido de lo local o de la pertinencia. Entonces, el concepto de macroregión es muy positivo y pueden lograrse mejores resultados, pero no creo que sea en todas las áreas. En muchas es clave ser más específico.

No todo es para la RM

-Durante esta campaña presidencial los candidatos ya han adelantado "ofertones" a la Región del Biobío, con obras que son anhelos de años. ¿Qué opina de eso?

-Todas las cosas que comprometí con la Región -Biotrén a Coronel, Costaneras, Teatro Regional, entre otras- las cumplí. Pero también es cierto que eso partió de una priorización de la propia región, del Gobierno Regional y que llevó de la mano recursos. El presupuesto de la Región del Biobío es el más alto e histórico de ese territorio, pero además el más alto de Chile, porque habitualmente la gente cree que la Región Metropolitana se lleva toda la plata y eso no es así.

-Sí, pero usted apunta al Fndr, que significa un porcentaje menor en el presupuesto nacional y regional.

-Sí, pero son 112 mil millones, que no es poco, y lo que pasa es que no todo es de ese fondo. Varios de esos recursos son financiados por los sectores. Entonces, esa suma es infinitamente mayor. Por eso, y porque es una buena práctica, queremos que se definan por ley las firmas de memorándum de convenios de programación sectoriales, porque eso permite llegar a las regiones con recursos de ese tipo, con los fondos del Fndr y todos los dineros que puedan existir.

"El rechazo a la elección de los gobernadores es un golpe en la cara a la gente"

Michelle Bachelet,, Presidenta de la República."

"Enviamos la iniciativa, ha ido avanzando con suma urgencia, con lo cual esperamos que se pueda promulgar a la brevedad. Si es el 20 de agosto, mejor todavía, pero eso está en manos del Congreso"

Michelle Bachelet,, Presidenta de la República."