Infarto al miocardio: reconocer los síntomas es fundamental para salvar vidas
CORAZÓN. Especialistas recomiendan reducir el consumo de tabaco y el peso corporal, factores que reducen la capacidad arterial.
El positivo desenlace de una de las noticias más vistas en medios de comunicación y redes sociales la semana recién pasada (que el senador Ricardo Lagos Weber sufrió de un infarto al miocardio y en una rápida reacción llegó, por sus propios medios, hasta un hospital en Viña del Mar) quedó como lección que es muy necesario conocer cómo enfrentar un hecho de este tipo y cuáles son los factores que exponen a las personas a sufrir una patología de este tipo.
Son diversos los factores que pueden llegar a producir infartos. Si bien hay razones más relevantes que otras, resulta evidente que es necesario mantener una buena salud para evitar el riesgo de sufrir esta patología.
El infarto al miocardio se produce por un coágulo que bloquea una de las arterias coronarias, que son las que llevan la sangre y el oxígeno al corazón. Si el flujo sanguíneo se bloquea, el corazón sufre por la falta de oxígeno y por lo tanto las células cardíacas mueren.
Helmuth Goecke, director de la Carrera de Medicina de la Universidad Andrés Bello en Concepción, aseguró que el Infarto Agudo del Miocardio (IAM), junto con la Enfermedad Cerebrovascular, son responsables de casi un tercio de las muertes que ocurren en Chile, según un estudio realizado por el Ministerio de Salud. "A pesar de esta cifra, ha sido una situación que ha ido disminuyendo producto de la mejoría en el manejo de sus factores de riesgo, como también del manejo rápido, oportuno y eficiente de la urgencia, por parte de los servicios especializados", comentó.
Cómo reconocerlo
Si bien es cierto que los infartos pueden presentar distintos síntomas, es preciso que la persona que está sufriendo de esta patología sepa reconocerlo en el momento, para poder actuar de manera rápida y eficaz.
"En algunas ocasiones se puede producir la muerte en forma inmediata o dentro de las primeras tres o cuatro horas desde que aparecen los primeros síntomas, constituyendo, por lo tanto, una urgencia médica. Ello obliga a actuar rápidamente para poner al paciente en manos especializadas. Es así como la posibilidad de recuperación va a depender de la rapidez con que reciba atención", señaló.
El especialista planteó que, al igual que todas las enfermedades, la forma en que se manifiesta un infarto en las personas no es siempre igual. "Hay síntomas que se estiman como típicos, como el dolor intenso en el pecho, generalmente en la región esternal, el que se describe como un dolor opresivo y que suele irradiarse, ya sea al hombro izquierdo, al cuello y menos frecuentemente al hombro derecho", aseveró Goecke.
El doctor mencionó que este dolor no cede con la movilización y tampoco se altera con la respiración. "Puede acompañarse de dificultad para respirar, palpitaciones, náuseas, vómitos, sudor frío y ansiedad", agregó el experto, explicando que, ocasionalmente, puede manifestarse también con dolor abdominal.
Factores de riesgo
Mientras algunos pueden mantener una vida saludable, cuidando su alimentación y practicando deportes, otros tienen preocupaciones anexas. Pero aún así, el director de medicina aseguró que todas las personas están expuestas a sufrir un infarto, a cualquier edad, pero son los adultos mayores los que tienen una mayor prevalencia.
"La edad (con mayor edad, mayor riesgo), el sexo (mayor riesgo en hombres que en mujeres), los antecedentes familiares de haber sufrido infarto, algunas enfermedades o condiciones previas como padecer de diabetes o hipertensión arterial, se consideran factores de riesgo no modificables", argumentó Goecke.
De igual forma, entre los factores de riesgo modificables se puede encontrar el consumo de tabaco, la dieta no saludable, el sedentarismo, el sobrepeso u obesidad y los niveles alterados de colesterol conocido "dislipidemia".
"Asociando estos factores de riesgo puede calcularse la probabilidad de tener un infarto dentro de los próximos 10 años mediante el puntaje obtenido aplicando la Escala de Framingham", agregó.
En el mismo contexto, el Doctor Eduardo Bastías, académico de la Escuela de Medicina de la Universidad Andrés Bello, sede Viña del Mar, coincidió en que una de las claves para evitar un episodio de infarto es modificar conductas. "Hoy están dadas todas las condiciones para prevenirlo. Se conocen los factores de riesgo y, por lo tanto, todo hombre mayor de 35 años y mujer mayor de 45 debe hacerse un completo examen preventivo para corregir los factores modificables", apuntó.
Bastías recalcó que el porcentaje de mortalidad por infarto del miocardio, con tratamiento oportuno, bajó de un 12% un 8% desde que se implementó el protocolo del AUGE-GES. "Entre los factores emergentes está el estrés, que suele asociarse a taquicardia y niveles de presión arterial más elevados", concluyó.
años en los hombres es la edad propicia para someterse a un examen preventivo. En las mujeres, se recomienda a los 45 años. 35
bajó la mortalidad desde que se implementó el protocolo gubernamental AUGE-GES para el infarto al miocardio. 4%