A propósito del Día del Periodista
Esta misma semana, partidos políticos y los tres poderes del Estado obtuvieron una negativa calificación en un estudio de percepción hecho por la Universidad San Sebastián. Creo que los profesionales del Periodismo debemos recuperar las normas éticas que imperaban anteriormente.
El martes recién pasado, se celebró el 61° Aniversario del Colegio de Periodistas de Chile, que fue creado en 1956 bajo la Ley 12.045. Posteriormente, se estableció celebrar cada 11 de julio el Día del Periodista, como una forma de detenerse y reflexionar sobre la tarea agitada, complicada, apasionante e influyente de los profesionales de la comunicación.
Los periodistas somos personas que actuamos como testigos, muchas veces privilegiados, de la actualidad, de los devenires y avatares de la sociedad. Hay que entender que somos personas, tenemos intereses, preferencias, creencias y filosofías de vida, que son diversas. Partiendo del sentido autocrítico de los personalismos, en esta profesión tenemos condicionantes muy diversos y específicos. Existe un periodismo informativo, objetivo, sin adjetivaciones. Y hay otro que es interpretativo, donde el profesional agrega un punto de vista personal y subjetivo.
Al margen de la plataforma (prensa, radio, tv, redes sociales, etc.), está el condicionante de la propiedad de los medios y de su línea editorial. Muchas veces divergentes, con intereses personales o de grupos. Si el periodista no concuerda con esta línea editorial, o si renuncia a sus propias convicciones, entra en el terreno de la contradicción ética y moral.
Dicho esto, quiero señalar con énfasis que los profesionales de la prensa somos seres humanos insertos en el mundo en que vivimos, por lo cual nos preocupan los grandes temas de la Humanidad.
Por ejemplo, mirando la actualidad desde nuestra perspectiva local, nos preocupa la situación de la infancia desvalida; deseamos que la vejez tenga pensiones dignas; luchamos porque se construyan barreras reales para impedir la colusión; encontramos aberrante la impunidad; queremos probidad en lo público y en lo privado; rechazamos la concentración empresarial, que atenta contra la pluralidad.
En fin, hablando a propósito del Día del Periodista, creo que los profesionales debemos recuperar las normas éticas que imperaban anteriormente; alcanzar los niveles de credibilidad de antaño, lo que nos llevará a recibir aquel respeto perdido; a ser responsables con el papel que jugamos en la sociedad, que es trascendente en la construcción de una sociedad con progreso y equidad.
Les ruego que consideren esto con el sentido autocrítico con que lo escribo. Porque considero que es la mejor forma de celebrar nuestro propio día: tratando de ser mejores.
Miguel Ángel San Martín, Periodista.