Educación Superior
Señor Director:La Cámara de Diputados decidió aprobar la propuesta de reforma a la educación superior que incluye el compromiso de aumentar la gratuidad hasta alcanzar el 60% de estudiantes de menor ingreso. Con esta decisión, se empiezan a cumplir los presagios más pesimistas del rumbo que tomará la reforma y del efecto que la obligación de gratuidad tendrá al comprometer con este fin recursos estatales escasos, los cuales podrían haberse destinado, por ejemplo, a mejorar el catastrófico estado del cuidado de la infancia en el país.
La decisión no sólo quebranta aún más la confianza en los legisladores, sino que esta tendencia a parcelar los temas problemáticos, sin verlos como un todo, constituye una irresponsabilidad fiscal y legislativa, cuyas consecuencias se sentirán en el mediano y largo plazo.
Si miramos el contexto internacional, veremos que el modelo de gratuidad universal no es sostenible a futuro. Y no hablamos únicamente de países de ingresos medios como el nuestro, también lo vemos en la Europa desarrollada, que era el emblema de la educación superior gratuita. Sin embargo, varios de sus países han instaurado algún pago de matrícula.
También sabemos lo difícil y controvertido que ha sido este proceso de revertir beneficios de gratuidad, lo cual no es un evento menor, dado que significa que se rompe el "contrato social" existente entre la educación superior y la sociedad en esos países.
Esta es una de las razones por las que es especialmente irresponsable iniciar un compromiso que el Estado no podrá cumplir, o que cumplirá a un alto costo. Es demagógico hablar de gratuidad sin antes garantizar una educación de calidad y pertinente al mercado laboral para los jóvenes más vulnerables que aspiran a mejorar su estándar de vida a través de la educación.
Con algo de optimismo espero que la conversación en el Senado sea substantiva y responsable, que sepa explicitar la visión de nuestro sistema de educación superior para los próximos 30 años. Pero no desde una posición ideológica, sino desde un análisis certero de la realidad nacional e internacional.
Paulina González-Pose, Centro de Investigación en Educación y Aprendizaje U. de los Andes.
Derribando barreras
Señor Director:La accesibilidad universal es para todas las personas, incluidas aquellas que viven alguna situación de discapacidad, por tanto, las ciudades deberían ser diseñadas y construidas para el uso seguro y autónomo de cualquier ser humano que quiera deambular por sus calles.
Las barreras de acceso al entono, el transporte, la información y comunicación condicionan la participación social y ejercicio de libertades fundamentales del ser humano, tal como afirma Senadis.
En particular, para las personas con movilidad reducida, esta accesibilidad es un asunto pendiente.
Se han sabido de casos de personas que utilizan silla de ruedas para su desplazamiento y que sufren por el estado de las calles y las veredas. Reclamos como que en las comunas con mejor calidad de vida, que tienen mayor nivel económico, el estado de las calles es mejor. Esta problemática aumentaría en el caso de regiones.
Esto refleja que la discapacidad es una barrera del contexto, y no una condición individual centrada en un sujeto. La discapacidad es el producto del prejuicio y la discriminación de una sociedad que no comprende que los seres humanos somos diversos, creando barreras (físicas y sociales) que impiden la libre expresión de esa diversidad.
Vicky Parraguez, Escuela de Terapia Ocupacional U. Andrés Bello.
Incapacidades e incapaces
Señor Director:Creemos que las incapacidades son menos que los incapaces. Aún así son demasiadas y deben ser investigadas como los casos de Sename, sobre los cuales el ministro de justicia opinó que no son tantas como se informó, creyendo que la mitad o un tercio libera de culpa a los responsables. Graciosa y a la vez preocupante opinión de una autoridad del calibre que debe ser un ministro y el grado de preparación del que debiera hacer gala.
Con razón estamos como se puede apreciar. Entre mas rápido se haga el cambio, menos daño sufrirá el prestigio y la economía en nuestro Chile.
Víctor Volante Leonardi.
La causa boliviana
Señor Director:Bolivia ha demostrado consenso interno en torno a la causa que esta en La Haya pero no así Chile. Lamentablemente, nuestra clase política no está absolutamente alineada en torno a la posición oficial del país. Hemos visto como un candidato presidencial va con una postura propia a entrevistarse con el presidente boliviano y otros, aunque son casos aislados, también muestran apoyo a la causa boliviana. Todo lo anterior, es muy bien aprovechado por Evo Morales y por la prensa del país vecino.
Jaime García C. Círculo Acton.