Ya somos Región. El Tribunal Constitucional se ha pronunciado al respecto, completando el círculo jurídico fundamental para que esta provincia se convierta en la Región de Ñuble. Falta que la Presidenta Bachelet venga a Chillán el 20 de agosto y firme la Ley para que sea publicada en el Diario Oficial y comience a instalarse la nueva Región.
Comenzamos a caminar solos, siendo dueños de nuestro propio destino, sin depender de centralismos regionales que acrecientan desigualdades.
En la instalación de la Región, el procedimiento señala que la Presidencia debe designar un "Delegado/a Presidencial", quien debe conformar un equipo de primera línea para echar a caminar esta XVI Región, con sus tres nuevas provincias, Punilla, Itata y Diguillín.
Con satisfacción debo confesar que se ha pedido a varios chillanejos una opinión sobre el perfil que debería tener tal Delegado/a Presidencial. Eso me agradó, porque el hecho de que se consulte a gente de aquí, sobre un tema tan sensible, es una forma de trabajar realista y seria. Si se aplica el mismo criterio de generosidad y de realismo político, estamos seguros de que la designación del o la delegado/a presidencial será bastante más atinada.
Por mi parte, el perfil que describí del ideal para tan importante misión, lo inicié diciendo que considero fundamental recurrir a una persona muy transversal, porque sería descabellado que a quien se designara hoy, el próximo gobierno que asuma en marzo 2018, lo/la destituya y nombre a otro/a. Como segunda característica, que debe ser profundamente conocedor/a de la idiosincrasia de los ñublensinos, sus preferencias, sus hábitos y costumbres, sus necesidades más urgentes. Por lo tanto, que sea de esta tierra.
Otro atributo que debiera tener es conocer a fondo lo que es el proceso descentralizador, es decir, tener experiencia sobre este tipo de instalaciones. O sea, conocimiento para formar los equipos con que deberá trabajar -al menos- durante un año.
Y como punto igualmente importante, que sea político/a. Es decir, que sepa navegar en los mares de los partidos políticos, cuyos vientos soplan de diversa forma y sentido, de acuerdo a las conveniencias de la coyuntura.
Es difícil encontrar tantos atributos en una persona. Pero pienso que en nuestra tierra tenemos tantos talentos, que más de alguno aflorará para poner en actividad uno de los sueños más queridos, más soñados y más unánimes que hemos tenido en el último cuarto de siglo.
Miguel Ángel San Martín Periodista.