Ingrid Acuña Caballero

Durante el 2016, en el 51% de los días en que se aplicó la gestión de episodios críticos, se registró una mala calidad del aire y desde el 2012 a la fecha, las concentraciones horarias de material particulado (MP)2.5, apuntaron sus máximas anotaciones entre las 18:00 y 23:00 horas.

El análisis de las concentraciones de contaminación solo de la estación Purén, ya que la que se ubica en el Inia tiene parcializada la información, fue elaborado por los docentes de la Universidad de Santiago (Usach) Valeria Campos, ingeniera civil química y Luis Díaz Robles, doctor en ingeniería ambiental y dan cuenta que de continuar con el uso de leña seca, la reducción en la saturación del aire no bajará más allá del 20%.

"Este análisis indica que para ciertos meses del año la estación de monitoreo está siendo impactada por las emisiones que vienen del noreste, que son probablemente viviendas que usan combustión a leña para calefacionarse y que el viento transporta las emisiones hacia la estación Purén desde el sur oeste", explicó Luis Díaz.

El estudio, desde el 2012 -2017, explica que las concentraciones de emisiones de MP 2,5 durante el día están siendo afectadas principalmente por las emisiones que provienen del sur oeste y con un impacto menor desde el noreste, especialmente alrededor de las 20:00 horas. En tanto, en horario nocturno, la estación de monitoreo está siendo impactada por las emisiones que provienen del sur este.

Los nefastos indicadores de concentración de MP 2,5 que se registra por años en las estaciones de monitoreo, sumado a que el Ministro de Medio Ambiente reforzó la idea que para limpiar el aire de Chillán-Chillán Viejo es necesario recambio a otros combustible, surgió la idea de potenciar el gas como fuente calórica para los hogares.

"Es complejo cuando uno piensa en combustibles fósiles, como el gas, especialmente cuando el país ha firmado el acuerdo de París, en el cual se compromete a reducir el uso de este tipo de combustible. Obviamente el gas natural, desde el punto de vista de calidad del aire, es mucho más limpio, combustiona mejor y genera una llama azul, la que da cuenta de una muy buena eficiencia en la combustión, pero genera gas con efecto invernadero, ya que genera mucho dióxido de carbono y por lo tanto contribuye al calentamiento global", observó el doctor en ingeniería ambiental, Luis Díaz.

Si bien, Chile en comparación con Estados Unidos y China, es muy pequeña la cantidad de dióxido de carbono que aportaría versus lo que sumarían las grandes potencias, el país adquirió el compromiso de reducir los gases del efecto invernadero.

"Cuando mencioné que pueden usarse otros combustibles, me refiero a la biomasa que es la misma leña, pero en un formato mucho más homogéneo como los pellets los que generan una mejor combustión. Obviamente en una buena estufa a pellet y en una buena caldera, y aquí hablamos de calefacción distrital, que sea con pellets o con chips, que son en la misma biomasa y la misma leña, pero con un formato mucho más homogéneo, el cual es mucho más fácil de combustionar y aporta muy bajos porcentajes de contaminación", detalló Luis Díaz.

Un plan poco ambicioso

Si la meta del Plan de Descontaminación Ambiental (PDA) desde un inicio fue reducir los episodios críticos, las cifras comparativas del 2016-2017 dicen lo contrario, ya que a la fecha se mantienen la misma cantidad de alertas y emergencias decretadas y solo se registra una baja en las preemergencias decretadas en un 55,3%.

"Cuando la autoridad ambiental prohíbe el uso de la leña en la región Metropolitana y dentro de las justificaciones para su prohibición establece el alto poder contaminante, la pregunta es ¿Si la leña contamina en Santiago, por qué no contamina en Chillán?, ¿Por qué la promueve en Chillán, es raro? y a mí no me parece adecuado", se cuestionó el senador Felipe Harboe.

El congresista del PPD aseguró que cuando trabajó en el PDA de Santiago, la inversión que se usó fue mayúscula al igual que los objetivos que se trazaron. Según Harboe, en menos de 10 años, en Santiago se redujo los episodios de contaminación, propuesta que hoy no cumple Chillán y Chillán Viejo, de acuerdo a los índices de concentración de material particulado fino que se registran en las estaciones de monitoreo.

"Cuando uno hace un PDA tiene que ser audaz y tiene que meterse la mano al bolsillo o sino no resulta. El PDA de la intercomunal, lo he dicho con mucho respeto y cariño pero con honestidad, es un plan destinado a cumplir una meta cuantitativa. El ministro Badenier quería tener 15 Planes de Descontaminación Ambiental en el país y si eran buenos o malos daba lo mismo, porque quería tener 15 y Chillán pagó el precio de un PDA que, a mi juicio, es bastante modesto y muy poco ambicioso y con un escaso recurso", criticó Felipe Harboe.

Los reproches debido a la baja inversión en el PDA, aumentan al constatar la merma en la cantidad de enfermedades respiratorias y muertes prematuras que se registrarían. Según el estudio "Modelación de la Dispersión del MP2,5 para Chillán y Chillán Viejo", al cambiar la forma de calefacción de leña a otra fuente energética se previene un total de 92 muertes prematuras el 2030, 11.416 visitas a salas de emergencia, 261.832 días de trabajo perdidos y 750.379 días de restricción de actividades. Todos estos casos evitados permiten obtener beneficios económicos del orden de 3.050.855 Unidades de Fomento el año 2030.

"La población de Chillán no está en condiciones económicas de solventar el cambio de la matriz de calefacción, porque los costos siguen altos, por eso cuando hicimos los estudios con Enap, donde hablamos un subsidio de cerca de 23 millones de dólares, creo que puede ser la alternativa de solución, porque cuando uno ve los costos asociados a enfermedades respiratorias o por muerte prematura uno dice que los 23 millones de dólares son rentables desde el punto de vista de la inversión y la disminución de enfermedades y gasto en la salud, entonces uno podría hacer un esfuerzo en esa materia", afirmó Harboe.

Faltaron recursos

De los 20 mil calefactores que recambiarán durante 10 años, a la fecha solo se ha conseguido reemplazar un 5% del total. Solo para este año se aspira a entregar 667 calefactores, números que para el Seremi de medioambiente también son bajos.

"No creo que sea un plan poco audaz o ambicioso, lo que sí creo es que nos han faltado recursos para incrementar el programa de recambio de calefactores y sin lugar a dudas habría sido más optimista. También creo que el crecimiento de la ciudad ha estado diverso en su desarrollo, pero igual hemos notado el cambio en las curvas de contaminación. El atenuamiento de las condiciones más críticas es notorio, hoy no alcanzamos los niveles más altos que se observaban en el 2013 en días de emergencia. El PDA no es una varita mágica que cambie inmediatamente la situación, sino que es un cambio progresivo", aclaró Richard Vargas, secretario regional de Medio Ambiente.

de los días en que se aplicó la gestión de episodios críticos durante el 2016, se registró una mala calidad del aire. 51%

horas entre el 2012 al 2017 se registraron las máximas concentraciones de material particulado fino en la estación Purén. 20:00