La celebración de los 101 años de Ñublense entregó reconocimientos a quienes forman parte de la historia de los Diablos Rojos marcadas por escasas alegrías y una larga lista de sinsabores.
Los homenajeados pasaron al escenario a recibir su galvano, pero uno que sacó más aplausos fue el capitán de los chillanejos José Antonio Rojas, quien fue envestido con el título de Gladiador Rojo, que en temporadas pasadas recayó en jugadores como Joel Reyes, Jonathan Cisternas o Benjamín Ruiz.
El defensa central es uno de los jugadores más identificados con la camiseta y su nivel de juego le permitió adjudicarse con propiedad el rótulo. "Es una alegría y un honor que te den este reconocimiento y que se toma con sorpresa porque no pensé que me lo iban a dar, estoy contento", dijo quien llegó a Ñublense en el 2012 y que logró el ascenso a Primera División ese mismo año.
El jugador que nació en Nogales y que se formó en las inferiores de Unión La Calera, dejó en claro que los seis años en la tienda diabla ya lo marcaron a fuego. "Ñublense se ha transformado en algo muy especial y significativo para mí porque cuando llegué nunca pensé quedarme tantos años, cuando llegué a Chillán lo hice por un año solamente, pero ha pasado el tiempo y sigo acá, Ñublense es un club le tengo mucho cariño. Estoy lejos de mi ciudad natal, pero siento que soy de acá".
El espigado defensor también se da mañas para pisar el arco contrario y cada cierto tiempo se hace presente en las redes, sin embargo, hay un gol que recuerda con especial atención. "Fue uno que le hice a Lota en el 2012 el año que subimos, íbamos perdiendo logramos darlo vuelta y mantuvimos una muy buena campaña, hice el gol del triunfo, seguimos con la buena racha, fue un gol muy importante y a la larga sirvió para el ascenso".
Además, cuando camina por la calle no es un jugador más para los hinchas, es uno de aquellos a los cuales se les saluda y se les demuestra el respeto y cariño. "Obviamente que es algo que se agradece, algunas veces vienen mis papás y ellos se dan cuenta que la gente me tiene afecto, a ellos les pone contento que la gente me salude en la calle ya que eso es reconfortante para uno".
Cuando termina la competencia siempre hay rumores de éxodo de Rojas y este año de seguro que no será la excepción, pero antes de un eventual adiós tiene un objetivo. "Sin duda que me gustaría dejar al club en Primera División donde merece estar, ya que tiene un bonito estadio, un gran complejo, es una buena institución y por su gente me gustaría tener un ascenso con Ñublense".
También se destacó el reconocimiento al Jugador de Proyección Esaú Bravo, premio que recayó en Matías Améstica, quien es el Sub 20 con más minutos en cancha en los últimos dos años. "Es algo que me pone orgulloso, pero lo único que yo quiero es jugar y jugar para seguir creciendo".
El elemento que llegó a Chillán proveniente de Santiago, acumuló poco más de un año en cadetes y fue promovido al plantel de honor, ante lo cual anticipa que "para mi Ñublense será uno de esos equipos a los cuales uno siempre le va a guardar mucho cariño independiente de donde juegue, es el club en el cual debuté y eso nunca se olvida".
También se reconoció el aporte como dirigente de Celso Castillo y como Hincha Histórico a Carlos González.
La jornada estuvo marcada por la camaradería, pero también por las bromas de algunos jugadores que aplaudían a quienes eran nombrados, mientras que a otros le lanzaban tibias pifias en señal de broma.
El discurso estuvo a cargo del dirigente Francisco Rossler, quien hizo una breve reseña histórica del club y de paso destacó los avances en infraestructura y el trabajo que se está haciendo para mejorar el nivel de los canteranos.
Tras la jornada, el club emprendió de inmediato el viaje rumbo a Coquimbo para enfrentarse el sábado a las 19.00 horas al elenco pirata en la Cuarta Región por la cuarta fecha del campeonato.
Años 101
De vida institucional celebrará oficialmente Ñublense el próximo 20 de agosto. Anoche fue la tradicional ceremonia. 2012