Danny Fuentes Espinoza
Un plazo de dos meses fue el que fijó el tribunal de Garantía de Chillán, para que la fiscalía realice la investigación en contra de un hombre de 23 años a quien responsabilizan por abusos sexuales reiterados en contra de la hija de su pareja.
Los hechos fueron denunciados la tarde del domingo, luego que la víctima de 10 años develara lo ocurrido en los últimos tres años a la dueña de un negocio de abarrotes, ubicado al oriente de Chillán, en el camino a Pinto.
El hombre fue detenido el día lunes, y el martes compareció ante el tribunal de Garantía. No obstante, ante la falta de peritajes, la fiscalía solicitó ampliar su detención hasta ayer, momento en que formalizó la investigación en contra del imputado.
En la audiencia, el fiscal Montesinos relató que el día domingo, la menor se escapó de la casa, luego de ser regañada por su padrastro, ya que no había estudiado un libro, y angustiada "se acercó a la dueña del negocio, quien le tiene mucho cariño. A ella le contó que hace años era víctima de abusos sexuales".
Fue por este motivo que su confidente denunció el hecho a carabineros, quienes iniciaron las diligencias tendientes a aclarar lo ocurrido, dándole cuenta también a la madre de la niña, quien hace 5 años se emparejó con Osvaldo, y de cuya relación nació una hija entre ambos, que hoy tiene 4 años.
Ya cuando la niña de 10 años, quien nació de una relación anterior a la Osvaldo, llegó a vivir con la pareja, presentaba como informe haber sido abusada sexualmente, y según describió el fiscal Montesinos, son tres hechos los formalizados en concreto. El primero, ocurridos supuestamente en 2014, en que la abusó sexualmente, y el último en julio de este año.
Los hechos habrían tenido lugar en un potrero, donde el hombre llevaba a la niña con la excusa de darle de comer a un caballo, y también en la casa donde vivían, ya que aprovechaba que la pareja de Osvaldo salía junto a su hija menor.
"El imputado mantenía amenazada a la niña diciéndole que si le decía a alguien lo que pasaba, estaría un año encerrada y acostada en su cama", comentó el abogado persecutor, quien presentó un informe sexológico de la menor, de quien si bien se indica que no hay rastro de violación, sugiere pericia sicológica. Además, expuso el relato de la víctima, la mamá de ella y del propio imputado, ya que éste declaró que había cometido abusos porque ella lo sedujo.
Considerado un peligro para la sociedad
Desde la Defensoría Penal Pública cuestionaron la credibilidad del relato de la víctima, las contradicciones entre las declaraciones de los testigos, y también que el imputado testificara sin un abogado representante por cuanto "tiene una precaria instrucción, trabaja en un centro de acopio de madera en una empresa forestal". El juez Carlos Benavente, por su parte, razonó que está comprobada la existencia del delito, la participación del imputado, y la necesidad de cautela estaría dada por cuanto "se considera un peligro para la seguridad de la sociedad". Además, arriesga 10 años de cárcel.