En una brega marcada por las escasas llegadas a la portería por parte de ambos rivales, los Diablos Rojos cosecharon ayer su primera derrota en el estadio Francisco Sánchez Rumoroso. Más allá de la caída, lo exhibido sobre el césped coquimbano mostró una vez más la incapacidad de los chillanejos de hilvanar juego asociado de tres cuartos de cancha hacia arriba, por lo que los atacantes Gáspar Páez y Vicente Gatica, terminaron naufragando en el puerto Pirata.
Desde el pitazo inicial, los dueños de casa salieron a buscar el triunfo. Sin embargo, pese a tener el control del balón, no tuvieron la claridad para poder vulnerar la bien parada defensa chillaneja, quien los pastos del Francisco Sánchez Rumoroso demostró su solidez, que la hacían llegar a la cuarta región luego de tres encuentros sin goles en contra.
Recién pasada la media hora los coquimbanos tuvieron una clara ocasión de abrir el marcador. Centro de Iván Ledezma, y el central Fabián Torres conecta un cabezazo rasante, que fue conjurado de manera segura por el guardavallas Sebastián Contreras.
En el resto de la primera fracción, el trámite del pleito no tuvo mayores variaciones. Un elenco dueño de casa buscando la forma de abrir el cerrojo impuesto por los forasteros, y Ñublense sin pasar zozobras, pero tampoco sin acercarse siquiera al golero Franco Cabrera.
Complemento
Con más ímpetu que fútbol, los dirigidos de Patricio Graff, en la segunda parte fueron más incisivos en los primeros quince minutos. El ingreso de Leonardo Monje y el ex hombre de Colo Colo fueron claves para ese mejor juego de los Piratas. Con un encuentro controlado, sin embargo en tres minutos, se vino la noche para los dirigidos de Emiliano Astorga. A los 28 minutos sufrió la expulsión del capitán José Antonio Rojas, por doble amarilla. Tras cartón, la insistencia de los coquimbanos tuvo su premio. Minuto 32, y Daniel Malhue a través de un disparo rasante a la derecha abrió la cuenta terminando luego de 302 minutos con el invicto de Sebastián Contreras.
Con un hombre menos, el elenco de la región de Ñuble, las cosas se pusieron cuesta arriba. El equipo sintió el golpe, pero no tuvo los argumentos futbolísticos para sobreponerse a la presión de los pupilos de Pablo Graff, quienes finalmente, y sin ser tan superiores, se quedaron con las tres unidades.
Condicionó el partido
Junto con lamentar la caída, que le significó perder el invicto en el torneo de Transición, a la hora del balance el técnico Emiliano Astorga atribuyó la derrota a la expulsión del capitán José Antonio Rojas, quien debió abandonar la cancha a 13 minutos del fin del encuentro. "La salida de José marca un antes y un después. Hasta ese momento, la brega era pareja, ellos ni nosotros nos habíamos creado ocasiones de gol. No obstante, el primer espacio que se les generó, convirtieron", analizó el DT.
Pese a la derrota, Astorga valoró la solidez que ha mostrado el equipo, sobre todo considerando que no ha podido contar con el once ideal. Consciente que de tres cuartos de cancha hacia arriba no ha existido la claridad necesaria, el responsable técnico de los Diablos Rojos hace un mea culpa. "Nos ha faltado mayor volumen ofensivo, y terminar de mejor forma las pocas jugadas que se crean. No pasa por tener más o menos delanteros, hoy (ayer) jugamos con tres atacantes, un centrodelantero y dos extremos, quizás nos faltó mayor audacia en las contras que tuvimos", cerró el adiestrador ñublensino.