A dos años de las farmacias populares
En la actualidad, el 70% de los 141 recintos que existen en Chile se ubican en regiones, acortando la brecha de precios existente.
Dos años han transcurrido desde que abriera sus puertas en el país la primera "Farmacia Popular", administrada por el municipio de Recoleta, por una gestión del alcalde Daniel Jadue. Esta iniciativa surgió por la necesidad de un grupo mayoritario de la población de acceder a medicamentos a precios más convenientes que los del mercado y posterior a hechos de colusión entre grandes cadenas farmacéuticas como el constatado por la Fiscalía Nacional Económica el año 2008.
Veinticuatro meses después se han abierto 141 recintos de este tipo, de los cuales más de un 70% están ubicados en regiones, lo que ha permitido acortar una brecha que afectaba principalmente a adultos mayores y personas de sectores socioeconómicos más vulnerables.
En la provincia de Ñuble, la primera farmacia popular debutó en el municipio de Ñiquén, comuna a la cual le siguieron posteriormente otras cinco: en Chillán y Chillán Viejo, Pinto; en San Carlos, a la farmacia se sumó la primera óptica popular, mientras que en San Ignacio cumplirá un año de funcionamiento una farmacia popular móvil.
En la Región del Bíobío, 25 comunas implementaron esta modalidad que cuenta con el pleno respaldo del Ministerio de Salud, cuya titular, la ministra Carmen Castillo, ha reconocido que esta estrategia reveló "una necesidad sanitaria importante en el país".
Pese a sus dificultades iniciales, estos recintos han ido superando las falencias, principalmente en lo relativo al stock de fármacos, modalidades de pago o al hecho que no atienden los fines de semana y hoy cumplen un servicio valorado por la comunidad, que ha visto que efectivamente las administraciones comunales pueden dar una solución eficaz para complementar el acceso a la salud pública.
El modelo, opinan los expertos, todavía puede ser perfeccionado, lo que -a juicio del Colegio de Químicos Farmacéuticos y Bioquímicos de Chile- permitiría incluso la entrega de medicamentos a domicilio, como ocurre hoy con el programa en atención primaria para las personas postradas o con dificultad para movilizarse, sobre todo en zonas rurales. Este gremio también opina que podrían realizarse en estos establecimientos ciertos tipos de exámenes preventivos y ambulatorias como glicemia, colesterol y presión arterial de manera previa a su atención en consultorios, lo que ampliaría el rango de apoyo de estas unidades municipales a la red de salud. Por lo pronto, al constituir las farmacias independientes apenas el 7% del mercado farmacéutico, lejos está la posibilidad de generar un impacto mayor en la competencia con los grandes locales comerciales.