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Los más de 60 títulos suyos que han sido llevados a la pantalla grande han hecho de Stephen King el autor que más veces ha sido adaptado al cine y la televisión. Algo que ha venido sucediendo en las últimas cuatro décadas ininterrumpidamente y que, en el último tiempo, se ha vuelto aún más frecuente.
El reciente estreno de "La Torre Oscura", las daptaciones a la televisión de su novela policial "Mr. Mercedes" y del relato de 1985 "La niebla", son prueba de que este ha sido el año del autor que entendió a la perfección el miedo. Además, este mismo mes Netflix estrenará una adaptación del libro de 1992, "El juego de Gerald" y, en octubre, la película basada en la novela corta de 2010 de King, "1922".
Vuelve Pennywise
Como si no fuera suficiente, a todos esos títulos se suma uno que hoy mismo llegará a la pantalla grande en su segunda adaptación. Se trata de "It", el clásico de terror de más de mil páginas que King publicó en 1986 y que ya fue adaptado, en 1990, como un telefilmede tres horas y trece minutos que alimentó las pesadillas de varias generaciones gracias al terrorífico payaso Pennywise, que en esa versión fue interpretado por Tim Curry.
Personaje que volverá a acechar a los protagonistas de esta nueva adaptación, que estuvo a cargo de la dirección del argentino Andrés Muschietti, quien debutó en el terror en 2013 con su película "Mamá".
La nueva versión tiene al joven Bill Skarsgård -hijo de Stellan Skarsgård- como "Eso" o "It" en inglés, la critura sobrenatural que puede cambiar de forma según el temor de sus víctimas y que aparece más frecuentemente como un payaso.
La historia comienza con la muerte de Georgie Denbrough y con la búsqueda del asesino que su hermano Bill y un grupo de amigos comienzan. Esto hasta que se dan cuenta que el crimen tuvo su origen en un ser siniestro: "Eso".
El más adaptado
Stephen King, que se alista para cumplir 70 años el próximo 21 de septiembre, confesó en entrevista con la agencia The Associated Press que, en realidad, para él no es tan importante que las adaptaciones que se hacen de sus libros sean fieles a lo que plasmó en sus páginas.
"Siempre pienso que algunas de las adaptaciones que no funcionan bien son aquellas en las que compran el concepto, el concepto básico, pero luego dicen 'sí, pero le haremos esto, eso y lo otro'. Así que siempre me siento un poco como si hubieran comprado mi plataforma de lanzamiento y puesto su propio cohete, y a veces el cohete explota", reflexionó a través de una metáfora bastante visual.
-¿Las historias todavía se sienten como suyas cuando las ve adaptadas para la pantalla?
-Sí, aún se sienten mías. "It" se siente muy mía porque se apega mucho al libro. Creo que algunas de las críticas dirán que es "Cuenta conmigo" con monstruos. Pero los niños no cambian tanto...Y lo bueno acerca de "It" como filme es que, como película de horror, funciona. Pero una de las razones por las que funciona, la única razón por la que este tipo de libro funciona, es que te importan las personas involucradas. Me refiero a que cuando vas a ver una película como "Viernes 13", reconozcámoslo, estás como alentando por ver a 12 personas bellas y jóvenes ser asesinadas en 12 maneras interesantes. Esta película no es como eso.¡No quieres ver a ninguno de ellos morir! Quieres que sobrevivan.
-¿Puede asustarse a sí mismo cuando escribe?
-Sí, de vez en cuando. Pero muchas veces te sientes más poderoso que asustado porque te sientes como si fueras el ingeniero del terror.
-Es casi sorprendente que se pueda asustar a sí mismo, considerando que sabe lo que pasará...
-Es un poco diferente conmigo porque soy una especie de escritor instintivo. No planeo mucho por adelantado. Como que sé hacia dónde voy, pero lo específico, dejo que aparezca mientras escribo. Así que un par de veces he sido capaz de asustarme a mí mismo. Sé que cuando estaba trabajando en "El Resplandor" y escribiendo sobre la mujer en la habitación 217, cuando el niño Danny sube y la ve en la bañera, eso me asustó mucho.
Pese a que desde 1974 ha publicado más de 60 títulos y que muchos lo han incorporado en el canon junto a otros como Edgar Allan Poe y Nathaniel Hawthorne, Stephen King rehúsa compararse con ellos y revela una idea mucho más simple: "Cada vez que escucho que influencié a alguien o los hice querer ser contadores de historias, eso me hace muy feliz".