Lamentable
Señor Director:Lamentable fue lo sucedido el domingo 10, con ocasión de Te Deum Evangélico, con asistencia de nuestra Presidenta Michelle Bachelet y altas autoridades. Afuera del templo se le gritó "asesina", y adentro, como si hubiese sido una encerrona, fue criticada por la ley que despenaliza el aborto por causales y por las iniciativas sobre matrimonio igualitario e identidad de género, en actual trámite legislativo. No fue el lugar ni la forma. Así de simple. Sentido común.
Ciertamente, tampoco se esperaban loas para con ella, pero los reparos pudieron hacerse de manera más sensata y cristiana, y habrían tenido más efecto; aunque lo hecho, hecho está, y lo por venir, vendrá. Guste o no.
Jorge Saavedra Moena.
Vara alta para Ezzati
Señor Director:Muy alta le dejaron la vara las Iglesias Evangélicas a la Iglesia Católica cuando manifestaron su dura crítica a la agenda legislativa del gobierno con la presidenta Michelle Bachelet en primera fila en el Templo Catedral Metodista Pentecostal. Todos los católicos esperamos que el Cardenal Ezzati, líder pastoral de los chilenos católicos, también haga sentir su opinión al respecto en el Te Deum del próximo 18 del presente, en la Catedral Metropolitana. Descartando todos los desubicados improperios en contra de la Presidenta Bachelet, es muy sano, es muy enriquecedor para entender el escenario actual y la opinión de los chilenos sin voz, el disentir y el manifestarlo con dureza, pero con absoluto respeto, eso es la democracia.
Luis Enrique Soler Milla.
Tedeum evangélico
Señor Director:En relación a los deleznables hechos acaecidos en el Tedeum evangélico, los que ciertamente fueron preparados y programados por manos negras repudiables, son una gran ofensa contra el Estado, la nación y contra nuestra Presidenta de la República.
Cristianos se hacen llamar esos provocadores insensatos de una clara falta de respeto a la autoridad. Más parecían barras bravas entrenadas por el lumpen de la más baja "calaña".
Juan Luis Castillo Moraga.
El plagio democrático
Señor Director:El escándalo que envuelve al Congreso por los plagios relacionados a asesorías parlamentarias, esconde un trasfondo más preocupante para la fe pública. En primer lugar, está el claro despilfarro de dineros destinados a informes legislativos. ¿Quién vela por el buen uso de esos recursos que aportamos a través de tributos? Nadie al parecer. Total, la plata no la ponen los honorables.
En segundo lugar, el escándalo denota el problema endémico que sufre nuestra democracia: inflación legislativa. Nuestros representantes en el Congreso creen, erróneamente, que su función es hacer leyes de forma compulsiva. Mientras más leyes, mejor piensan ellos. Por eso, frecuentemente se vanaglorian de promover muchos proyectos de ley, como si eso fuera de por sí bueno. Por eso tenemos parlamentarios proponiendo normativas lisa y llanamente ridículas o absurdas.
Pero además, el afán de hacer leyes compulsivamente conlleva otro problema. Los legisladores no saben qué discuten ni reflexionan acerca de lo que legislan. Incluso varios, como Ossandón o Guillier, han llegado a decir sin sonrojarse, que votan las leyes sin saber de qué tratan. Y es que al final del día, para ellos lo importante no es hacer buenas leyes.
Jorge Gómez Arismendi.
Alumnos por sala
Señor Director:No existen investigaciones que muestren una relación significativa entre la cantidad de alumnos por salas y los resultados académicos obtenidos por aquellos. Así lo revela el estudio publicado por la OCDE PISA 2012 Results in Focus. Agregando además la misma institución en el documento Education at a Glance 2011 que reducir la cantidad de alumnos por sala es una inversión altamente costosa y muy poco eficiente. Ejemplo de lo anterior lo encontramos en el Informe McKinsey del año 2007, el cual nos muestra los pésimos resultados de los Estados Unidos en su política de reducir el tamaño de las clases, donde casi se duplicó la inversión por alumno, para que finalmente el aumento en los resultados en las pruebas estandarizadas fuese insignificante.
Sin embargo, a pesar de la evidencia, el gobierno y la Nueva Mayoría, han insistido en edificar un sistema escolar con determinada cantidad de alumnos a cargo de un profesor, lo hicieron durante la tramitación de la ley de carrera docente y lo hacen ahora durante la discusión de la ley de desmunicipalización.
Por qué no mejor eliminar los caprichos y arrogancia propia de los planificadores y ocupar los recursos a invertir en estrategias de probada efectividad, aunque aquellas no sean ideas propias.
Iván M. Garay Pagliai. Director Ejecutivo Cheque Escolar.