Matías Jullian Velásquez / Efe
La tensión en el conflicto entre Estados Unidos y Corea del Norte continúa escalando después de que el líder del país asiático, Kim Jong-un, arremetiera contra Donald Trump por su intimidatorio discurso ante la ONU y el régimen amenazara con detonar una bomba de hidrógeno en el océano Pacífico.
"Ahora que Trump me insultó a mí y a mi país ante los ojos del mundo, barajamos una repuesta al más alto nivel", que estará "más allá de sus expectativas", aseguró Kim en un comunicado publicado por los medios norcoreanos.
El Mandatario calificó de "excéntrico" el discurso que el presidente estadounidense pronunció el pasado martes ante la ONU, en el que amenazó con "destruir totalmente Corea del Norte", y consideró que con sus palabras "está desatando la preocupación global"
"Definitivamente domesticaré con fuego a ese 'neulkdari mijikwang-i' (una expresión que en coreano puede traducirse como 'vieja bestia lunática')", aseguró.
Además, Kim estima que las palabras de Trump, quien ya había amenazado a Corea del Norte con "fuego y furia", justifican perfectamente la vía atómica elegida por Pyongyang para defenderse: "Sus comentarios", dice Kim, "me han convencido, más que asustarme o coartarme, de que el camino que escogí es el correcto y de que es el que debo seguir hasta el final".
Bomba de hidrógeno
Poco después de que los medios norcoreanos publicaran las palabras de Kim, el ministro de Exteriores norcoreano, Ri Yong-ho, comentó en Nueva York, donde está asistiendo a la Asamblea General de la ONU, que Kim podría responder ahora detonando a modo de prueba una bomba de hidrógeno en el océano Pacífico.
"Podría ser la poderosa detonación de una bomba de hidrógeno en el Pacífico", dijo Ri al ser preguntado por medios surcoreanos acerca de la "respuesta al más alto nivel" a la que se había referido Kim en su mensaje.
"Es un hombre loco"
Antes del mensaje de Kim, Donald Trump ya había encendido los ánimos a través de Twitter, red social en la que aseguró que el líder norcoreano "es un hombre loco".
"Kim Jong-un, (Presidente) de Corea del Norte, obviamente es un hombre loco al que no le importa morir de hambre o matar a su pueblo", escribió.
El Mandatario estadounidense agregó que Kim "será probado como nunca lo ha sido antes", continuando así con su constante cruce de reproches, descalificaciones y amenazas con el líder norcoreano.
Las acusaciones entre ambos líderes volvieron a encenderse el pasado 19 de septiembre en la Asamblea General de la ONU, cuando Trump dijo que EE. UU. tenía "una gran fortaleza y paciencia, pero si nos vemos forzados a defendernos o (defender) a nuestros aliados, no tendremos más remedio que destruir totalmente a Corea del Norte".
En referencia al líder norcoreano, Trump le llamó "hombre cohete" por su afición a probar misiles y añadió que Kim "está en una misión suicida para él y su régimen".
Ante esto, el ministro de Exteriores de Corea del Norte, Ri Yong Ho, dijo en la sede del organismo que las amenazas de Trump sonaban como los "ladridos de un perro". Hoy, en tanto, es el turno del canciller norcoreano de hablar en la Asamblea General de la ONU.
Rusia pide calma y diplomacia
El ministro ruso de Exteriores, Serguéi Lavrov, calificó los cruces de acusaciones entre Estados Unidos y Corea del Norte como una "pelea de guardería entre niños" y pidió calma y diplomacia para solucionar la crisis. Lavrov, en una conferencia de prensa, defendió una negociación y planteó que un país europeo neutral pueda actuar como mediador, ya que considera que el mundo no puede quedarse sin responder a las acciones de Pyongyang, pero aseguró que "también es inaceptable empezar una guerra".