Fonasa gestiona pago de millonaria deuda por juicio de niña de 8 años
SALUD. Fue condenada por Corte Suprema a pagar $180 millones por tratamiento contra leucemia.
Luego de poco más de un mes que el máximo tribunal del país determinara que el Fondo Nacional de Salud (Fonasa) pagase los gastos asociados al tratamiento de leucemia de una beneficiaria de 8 años, aduciendo en una primera instancia que no le correspondía (ya que había perdido el beneficio Auge), la entidad estatal se encuentra gestionando la cancelación de $180 millones.
Junto con contactarse con la familia Quintana- Rodríguez, la institución ha efectuado el procedimiento para que en el hospital clínico de la Universidad Católica no se les cobren cerca de 70 millones en documentos, los que tuvieron que dejar como garantía para que la su hija de 8 años recibiera tratamiento a la leucemia mieloide aguda que se le detectó en octubre pasado.
"El Fondo Nacional de Salud, como acostumbra hacer en estas ocasiones, ha realizado las gestiones necesarias para que no sean cobrados los cheques entregados por la familia de Josefa Quintana, habiendo conversado también con la madre de la paciente para explicarle esta situación y darle seguridad al respecto", señalaron desde comunicaciones de la Dirección Zonal Centro Sur de Fonasa.
Largo peregrinar
El 18 de octubre del 2016, la vida de la familia Quintana- Rodríguez tuvo un brusco cambio. Su hija Josefa de 8 años, era diagnosticada de leucemia mieloide aguda en el hospital Herminda Martín (Patología cuyo tratamiento se encuentra garantizada en el Auge).
Considerando que el principal centro sanitario de Ñuble no cuenta con el equipamiento ni profesionales para abordar la enfermedad, fue derivada en su condición de beneficiaria de Fonasa al hospital regional de Concepción.
Su llegada a la capital de la región del Biobío coincidió con el paro de funcionarios públicos, por lo que el tratamiento de Sofía no fue el óptimo, incluso estuvo su organismo funcionando al 50%.
Debido a ello, y teniendo en cuenta que la salud de la niña no tenía mejoría, sus padres comenzaron a explorar alternativas para que su hija pudiera tener la terapia adecuada, lo que finalmente se concretó el 2 de noviembre, luego que sus progenitores firmaran su alta, y la pequeña alumna del Instituto Santa María fue trasladada al hospital clínico de la Universidad Católica.
"Fue un momento complejo, sin embargo tomamos la decisión de llevarla a Santiago, saliendo adelante. Uno como padre debe buscar todas las alternativas para mejorar la salud de un hijo", reflexionó Héctor Quintana, padre de Josefa.
La menor fue sometida a un exhaustivo tratamiento, el que incluyó un trasplante de médula, no obstante su familia debió enfrentar una nueva complicación: Fonasa se negó a cancelar los gastos derivados de su estadía en el centro de salud capitalino, aduciendo el haberla sacado de la red establecida para dichos efectos
Fallo favorable
Producto de la negativa de Fonasa, los padres de la menor decidieron recurrir a la justicia. Primero a la Corte de Apelaciones, donde se acogieron los argumentos de la entidad estatal, tras lo cual presentaron un recurso a la Corte Suprema, donde finalmente se determinó que el Fondo Nacional de Salud debía hacerse cargo íntegramente de los costos derivados del tratamiento.
"Lo que la Corte Suprema señala en su fallo es que habiendo paro de funcionarios, ningún servicio público se puede eximir de su responsabilidad por los daños que ocasione. El traslado de la niña no se produjo por un capricho de sus padres, sino porque no estaba recibiendo el tratamiento adecuado. Por lo tanto, Fonasa tiene que dar cobertura", explicó Jonathan Kaik, abogado de la firma chillaneja Mejora SpA, patrocinante de la causa.
"Lo que la Corte Suprema señala en su fallo es que habiendo paro de funcionarios, ningún servicio público se puede eximir de su responsabilidad"
Jonathan Kaik, Abogado familia Quintana"
Antecedentes del caso de Josefa
El 18 de octubre, en el hospital Herminda Martín se le diagnostica leucemia aguda mieloide, siendo traslada por protocolo al hospital regional de Concepción.
Debido a los problemas de atención derivados del paro de funcionarios públicos, sus padres deciden trasladarla al hospital de la U. Católica.
Después de ser sometida a un trasplante de médula, el 20 de febrero, Josefa se encuentra realizando una vida normal, con controles una vez al mes en Santiago.