Matías Jullian Velásquez / Efe
Carles Puigdemont, Presidente del Gobierno autónomo de Cataluña, ayer eludió responder si declaró o no la independencia de Cataluña en su discurso de la semana pasada y le pidió al Ejecutivo español dos meses para dialogar y negociar una salida política al conflicto entre aquellos catalanes que abrazan el separatismo región y el resto del Estado español.
Puigdemont tenía plazo hasta ayer para responder a Mariano Rajoy por sus dichos de la semana pasada y lo hizo por medio de una carta. En ella adjuntó los resultados del referendo independentista celebrado de forma ilegal el 1 de octubre y al que el gobierno central no reconoce ninguna legitimidad y validez. Sin embargo, el presidente regional insistió en que los efectos del "mandato político surgido de las urnas el 1 de octubre" están "suspendidos" porque su "voluntad" es "encontrar la solución y no el enfrentamiento".
En su discurso de octubre ante el Parlamento regional, Puigdemont asumió "el mandato del pueblo de Cataluña para que sea un Estado independiente en forma de república", pero a continuación propuso dejar en suspenso la declaración de independencia para que "en las próximas semanas" se emprenda un diálogo y emplazó al Gobierno español a aceptar una mediación.
"Nuestra intención es recorrer el camino de forma acordada tanto en el tiempo como en las formas. Nuestra propuesta de diálogo es sincera y honesta", reza la carta.
"Por todo ello, durante los próximos dos meses, nuestro principal objetivo es emplazarle a dialogar y que todas aquellas instituciones y personalidades internacionales, españolas y catalanas que han expresado su voluntad de abrir un camino de negociación tengan la oportunidad de explotarlo", continúa.
En su carta, Puigdemont desliza dos peticiones a Rajoy: que "revierta la represión contra el pueblo y el gobierno de Cataluña" y que se concrete "lo antes posible" una reunión que les permita "explorar los primeros acuerdos", para no dejar que "se deteriore más la situación".
Respuesta del ejecutivo
El Gobierno español, a través de su Vicepresidenta, Soraya Sáenz, dijo que no considera válida la respuesta de Puigdemont y lo llamó a responder "si o no" a la pregunta de si declaró la independencia. Además, confirmó que la autoridad catalana tiene plazo hasta el jueves para entregar una respuesta pertinente.
Mariano Rajoy, por su parte, advirtió a Puigdemont que él será "el único responsable de la aplicación de la Constitución", en referencia a su artículo 155, que otorga al Gobierno español la facultad de asumir directamente funciones desempeñadas por las autoridades regionales cuando una comunidad autónoma no cumpla las obligaciones que la Constitución u otras leyes le impongan o actúe de forma que atente gravemente contra el interés general de España.
"No puedo aceptar en modo alguno la existencia de eso que usted (refiriéndose a Puigdemont) denomina 'conflicto histórico entre el Estado español y Cataluña'. Nunca en toda su historia los ciudadanos de Cataluña han gozado de más libertades, de más autonomía política y financiera que durante esta etapa democrática", señaló Rajoy, quien además lamentó la poca claridad de la autoridad catalana.
"Espero que en las horas que quedan hasta que se cumpla el segundo plazo responda con la claridad que todos los ciudadanos exigen y el derecho requiere", agregó.
Jefe de policía catalana queda en libertad
Josep Lluis Trapero, jefe de la policía regional catalana, acusado de sedición por su actuación en el referendo ilegal del 1 de octubre, ayer fue dejado en libertad. La Fiscalía había pedido prisión incondicional sin fianza para Trapero, quien finalmente quedó con firma quincenal y la prohibición de abandonar España. Según la jueza Carmen Lamela, la actuación del jefe policial "no aparece todavía suficientemente perfilada hasta el punto de poderle vincular a hechos tan graves como los que esos días sucedieron".