El lema de la próxima visita del Papa Francisco a Chile es "Mi paz les doy", evocando el saludo de Jesús resucitado en medio de los asombrados discípulos, que dejan atrás el temor y acogen la misión de proclamar sin miedo la buena nueva del Reino de Dios, que había predicado el Señor. La paz es la característica central de la experiencia vital de los que creen en el Dios de la vida, que se hace presente y anima a sus seguidores con el Espíritu Santo, en todo tiempo y lugar.
El lema de la visita de Francisco, nos invita a comprometernos con el presente y el futuro, en un esfuerzo de construir un Chile reconciliado y en paz, embarcándonos en una tarea hermosa que nos conduce a leer nuestra historia pasada situando la dignidad de la persona humana al centro. La paz que inundó los corazones de los apóstoles también llena nuestras existencias y nos regala la esperanza que conduce a la paz.
Cuando nos visitó el Papa Juan Pablo II las tensiones en Chile eran muchas, había división, discordia y deseos de entrar en un nuevo tiempo de participación y democracia. Muchos dijeron entonces que no era el momento para una visita papal, la realidad dejó en evidencia que nunca será el mejor momento y que la sola visita del sucesor de Pedro es una bendición incomparable e instrumento de paz para muchos.
La memoria agradecida nos ayuda a no olvidar que la visita de Juan Pablo II marcó un cambio de actitud y regaló los ímpetus para el encuentro que llevó a la democracia y a nuevos tiempos de justicia y paz. En los peores tiempos de la tormenta política y radicalización de posiciones, la figura del Papa siempre es fuente de bendición para los pueblos. En el caso de Francisco, nada lo atemoriza ni aleja de los más carenciados y pobres del mundo. En medio de amenazas y temores, no deja de estar presente en los lugares donde se concentra la violencia y la guerra, convirtiéndose en un mensajero de paz para muchos.
Junto al Papa Francisco, estos meses previos a su visita, estamos llamados a generar vínculos de unidad, alejarnos de la discordia, rechazar la violencia, construir puentes de diálogo y encuentro, en un ambiente de respeto a la diversidad que nos regala la paz del Señor. Francisco nos viene a llamar a una nueva actitud para comprender que Chile requiere, más allá de los bienes materiales y el justo desarrollo integral, de una profunda vivencia de valores que conduzcan a la vida plena.
Carlos Pellegrin Barrera, Obispo de Chillán.