Luego de ausentarse de los últimos dos partidos del Arsenal, ayer Alexis Sánchez volvió a ser titular en el equipo "gunner" y comandó la goleada 5-2 como visitante ante el Everton, por la novena fecha de la Premier League.

En el encuentro jugado en el Goodison Park de Liverpool, el chileno se mostró muy activo desde el inicio pero sólo pudo ver con impotencia como su compañero Granit Xhaka perdía torpemente la pelota y permitía a Wayne Rooney, con un gran tiro de fuera del área, poner el 1-0 para los locales.

Sin embargo, al cierre del primer tiempo, un pase de Alexis encontró al propio Xhaka, quien sacó un remate que el arquero Jordan Pickford no pudo contener. En el rebote apareció Nacho Monreal para, de volea, poner el transitorio empate.

En la segunda etapa, el Arsenal se puso en ventaja gracias a un cabezazo de Mesut Özil, luego de un gran centro de "Maravilla". Tras esto, la tarea de los londinenses se simplificó aún más porque el jugador local Idrissa Gueye fue expulsado por doble tarjeta amarilla.

Así, a los 74 minutos, Alexandre Lacazette puso el 3-1, gol que también contó con la participación directa de Sánchez y, ya sobre el final, Aaron Ramsey puso el cuarto.

Tras esto, un error entre Monreal y el portero Petr Cech permitió a Baye Niasse encontrar un nuevo descuento. Sin embargo, en el quinto minuto de descuento, llegó el cierre de oro del encuentro.

Un pivoteo de Ramsey dejó al tocopillano en la medialuna del área y con el arco de frente. Sin desesperarse, Alexis empezó a enganchar y, cuando parecía que la acción se perdía, sacó un ajustado remate que desembocó en su primer gol en Premier esta temporada.

"en llamas"

Tras el encuentro, el entrenador del Arsenal, Arsene Wenger, resaltó la actuación que tuvo el delantero chileno. "Estaba encendido, en llamas. Creo que ya está recuperado de su lesión, ha trabajado muy duro, Mesut Ozil también. Los dos estaban en muy buena forma física y con mucha movilidad", aseguró el DT que ayer cumplió 68 años.

Pero no se quedó sólo en eso, Wenger también agregó que "si tiene esa calidad individual, lo convierte en un peligro contra cualquier defensor rival. Estuvo fenomental".

Con este triunfo, el Arsenal llegó a 16 puntos y se ubicó en el quinto puesto de la tabla, a nueve unidades del líder, el Manchester City de Claudio Bravo.

Arsène Wenger acaba de cumplir 68 años. Para la mayoría en Chile, el técnico nacido en Strasbourg, Francia, es una figura que sólo han conocido desde que Alexis Sánchez llegó al Arsenal. Ciertamente, esta circunstancial hinchada también se ha subido -más por la moda de seguir al chileno que por entender las causas- al creciente tren de críticas que Wenger recibe cotidianamente por no ser capaz de ganar un título de liga con Arsenal desde 2004, causando la enorme frustración de nuestro delantero estrella.

Aunque es difícil no relacionar a Wenger y Arsenal con el concepto de "perdedor" en los últimos años de los 13 que ha durado su falta de títulos, la verdad es que hay una historia mucho más profunda para contextualizar lo que significa el francés en el club londinense y porqué, a pesar de no lograr más que copas menores en Inglaterra y nada a nivel europeo, la directiva lo sigue respaldando al punto de cumplir ya 21 años como DT "gunner".

A Arsène lo llaman "Le Professeur" ("El Profesor" en francés), por su obsesivo estudio del fútbol, su énfasis en la formación de jugadores y su meticulosa preparación previa a cada encuentro, para los cuales se concentra 48 horas antes, sin salir de su casa. Y aún a su edad, no delega ninguna tarea.

Wenger dirige cada entrenamiento y también supervisa las divisiones inferiores, quizás la razón base de su estadía en Arsenal. Famosa es su frase: "Nosotros no contratamos superestrellas. Las hacemos". Aunque después se le vayan del club, aburridos de no ganar nada. Famoso también es el reclamo de la hinchada, pidiéndole cada año invertir más dinero en mejores refuerzos, a lo que jamás ha cedido. Esta es otra de las grandes razones por la cual los dirigentes lo mantienen. La capacidad de ahorro de Arsène parece ser más importante que obtener copas.

Wenger habla cinco idiomas e incluso un poco de japonés, pues antes de llegar a Arsenal, dirigió al Nagoya Grampus Eight. Y cuando habla, su cultura y amabilidad son tan marcadas como su acento francés, sin embargo, nada de todo lo anterior lo ayuda ya a replicar los éxitos que tuvo en el primer tercio de su estadía en Arsenal.

Por eso causa tanta contradicción: Arsène es un romántico del fútbol y ha logrado construir un estilo característico en su club, pero sólo gana copas de consuelo. Una cosa es cierta: su convicción para construir y llevar por más dos décadas un club completo sobre sus hombros, es admirable. Que no le haya servido mucho últimamente, ya es otra cosa.

Cecilia Lagos

El español Marc Márquez (Repsol Honda RC 213 V) obtuvo su sexta victoria de la temporada y dio un paso de gigante para conseguir su cuarto título mundial de Moto GP, al vencer el Gran Premio de Australia que se disputó en el circuito de Phillip Island.

En la dura carrera, que por momentos tuvo hasta ocho pilotos en el grupo de cabeza, el piloto italiano Andrea Dovizioso (Ducati Desmosedici GP17), quien es el rival más directo de Márquez en la clasificación mundial, terminó en el decimotercer lugar

Con esto, el piloto de Repsol Honda se encuentra ahora con una ventaja de 33 puntos, en lugar de los once con los que llegó a Australia, en la pelea por el Mundial de 2017 a falta de dos carreras, lo que le podría permitir proclamarse matemáticamente campeón del mundo en la siguiente cita de Malasia.

Tras la carrera, Márquez señaló que "si hubiese ganado con Dovizioso detrás estaría contento, pero al final estos 33 puntos dejan respirar un poco más, pero no lo suficiente, quiero seguir con la misma tensión y no relajarme, hay que seguir igual".

"La carrera me ha recordado a la de 2015, mucha pelea, muchos pilotos delante, increíble para los aficionados y, aparte, he hecho la misma estrategia, intentar conservar los neumáticos y atacar al final", reconoció el piloto español, quien agregó que con el triunfo "hay más de medio Mundial".

"Psicológicamente también, ya que si aquí me hubiese recuperado puntos él, le habrían salido alas y a mí me habrían empezado a entrar dudas, por eso era importante y por eso lo dije el jueves y me puse la presión, que era importante quedar delante de él, no me esperaba tanto pero bienvenido sea", recalcó Márquez. "Hay muchas combinaciones para ser campeón en Malasia pero al final si estoy en el podio querrá decir que vamos bien", cerró.