La desconocida vida del tío filántropo de Marta Brunet que amó a Chillán
PASADO. En unos días se cumple medio centenario desde la muerte de Darío Brunet Molina, nombre casi invisible en los anales de la historia local, pero que supo ser parte de la alta cultura mundial.
Se dice de él que fue un esteta por naturaleza y que su devoción por consumir -y producir- arte jamás menguo. Dada su historia familiar, se le podría clasificar como un hedonista burgués aunque, a la luz de su accionar, su preocupación última se vinculó con dejar un legado provechoso para la comunidad.
Darío Brunet Molina (1879-1967) tío de Marta, la escritora, vivió toda su vida en Ñuble, más específicamente en el centro de Chillán. Hijo del español Ignacio Brunet Artés y de la chilena Romualda Molina Urrejola, su primera infancia la pasó entre los artilugios del "Almacén Brunet", propiedad de su padre, y los viajes que lo llevaban con frecuencia a recorrer Europa y Oriente Medio.
Falleció un mes después que su recordada sobrina. De hecho, el próximo 29 de noviembre se cumplen 50 años desde su muerte, que se produjo a los 88 años de edad, por causas inverificables, en su casa de calle 5 de Abril N°1071. Dos días antes de aquello, según algunas crónicas de la época, había recibido el Premio Municipal de Arte.
A diferencia de la autora de "Raíz del sueño" (hija de su hermano Ambrosio), quien va adquiriendo mayor notoriedad a medida que pasan los años, Darío Brunet es un nombre que permanece casi desapercibido para la historiografía. Difícilmente se pueden encontrar datos relevantes sobre su vida y obra en documentos periodísticos y menos en bibliotecas o museos.
En 2013, en el noveno número de la revista "Quinchamalí", la historiadora local Alicia Romero publicó un artículo titulado "Darío Brunet: actor cultural", en el que ahondó en las múltiples facetas del miembro de una verdadera "dinastía cultural".
"Fue un artista de pergaminos a la pluma y dorado, los cuales se otorgaban en Chillán a los hijos ilustres, a los premios municipales y visitas relevantes", comenta Alicia Romero, al tiempo que reclama la "deuda histórica" de su ciudad natal para con él. "Darío Brunet merece una nota, a mi juicio", dice la también autora de textos patrimoniales, a propósito del aniversario de muerte que se avecina.
Dedicado al comercio por designio familiar, Brunet Molina vio postergado su deseo de convertirse en arquitecto. No obstante, su frenético recorrido por los principales polos mundiales de las artes y la cultura, le permitió forjar una colección personal digna de un museo de relieve.
Además, casi soterradamente en un principio, desarrolló trabajos de autoría en dibujo y pintura de miniaturas en pluma y dorado. Junto a otros artistas de la época fue co-fundador de la Sociedad Musical Santa Cecilia, en 1918 y en 1929, de la Sociedad de Bellas Artes Tanagra, cuya labor se prolonga hasta estos días de la nueva región.
Amor por su ciudad
Pese a su constante convivencia con la alta cultura mundial, Darío Brunet nunca cambió de residencia. Más bien procuró, en sus paseos planetarios, mostrar la luminosidad que para él representaba la zona de Ñuble. Fue así como presentó a la entonces provincia en exposiciones en Europa y transmitió sus bondades a personajes ilustres.
El Museo de Arte del Carmen de Maipú cuenta con su colección de bordados religiosos del siglo XIV al XIX, donada antes de su muerte, serié inédita en el continente -según sus estudiosos- que fue trasladada de Chillán al no encontrar interés ni en el mundo público ni en el privado.
"Su museo era único en América y se lo perdió Chillán", comenta taxativa Alicia Romero, quien se ha encomendado la tarea de desenfundar el legado público y cultural del tío de Marta Brunet.
Testamento
Darío Brunet Molina, previo a su muerte, estipuló en su testamento la donación de su inmueble de calle 5 de Abril al Hogar de Cristo para que la institución levantará un centro .o guardería- para niñas y niños en riesgo social.
Actualmente la que fuera su casa de siempre funciona como una negocio de artículos escolares, lo que dista mucho de su aparente voluntad en vida. "Dispone que su casa de Chillán sea para un hogar de niños con el nombre de su hermana Rosita. El Hogar de Cristo efectivamente transformó esa casa en Hogar de Niños por unos años y luego la enajenó", asegura Romero.
Los restos de Darío Brunet Molina siempre han estado en el Cementerio General de la ciudad, como si por alguna razón su amor por el lugar en que creció y vivió se empeñara en vencer.
Hombre público
Aniversario de muerte El próximo 29 de noviembre se cumplen 50 años desde la muerte de Darío Brunet Molina. Su sobrina, Marta Brunet Cáraveres, falleció un mes antes del mismo año.
Co-fundador Junto a muchos otros artistas y actores culturales de la época, fundó el grupo Tanagra.