Dolorosa historia de separación familiar tiene a dos hermanas solicitando ayuda
CHILLÁN. Hace una semana se enteraron de la existencia de una nueva hermana que está en el extranjero, ya que fue entregada en adopción, y de otra sobre la cual se desconoce su paradero.
Hace apenas una semana las dos hermanas Painemil se enteraron que la familia no estaba compuesta sólo por ellas y sus padres, sino que existen dos hermanas más que fueron entregadas en adopción a distintas familias en el extranjero.
"El viernes pasado apareció en mi casa una monjita belga que trabajó en un hogar de menores de Chillán, que está en O'Higgins, y ahora tiene su hogar en Belgica. Allá la contactó una mujer para que la pudiera ayudar a ubicarme, ya que ella es mi hermana y quería reunirse conmigo y mi otra hermana el 6 de enero, que es la fecha cuando viajará a Chile. Gracias a ella supimos esta historia", contó María Joaquina Montecino Painemil, quien de inmediato contactó a su hermana Mónica Riquelme Painemil -que vive en Santiago- para contarle el relato, ya que la religiosa contaba con el nombre del padre de ésta última (Carlos Riquelme), dato que pocos conocen.
La hermana belga de María Joaquina se llama Sara García Painemil. Hace poco se casó y quería que su nueva familia conociera sus raíces, razón que la motivó a poder encontrar un lazo de su conexión con Chillán, ya que ella sólo sabía que era adoptada y quería conocer a sus padres y si tenía alguna hermana chilena.
"Mi hermana Sara sólo sabía que era adoptada y esta monja, una vez que llegó a Chile, fue a Carabineros y ellos, que son encargados de hacer estos reencuentros, le dio mi dirección y la de mi hermana que está en Santiago, que hasta ese minuto era la única que yo conocía como parte de la familia", relató María Joaquina Painemil.
Si bien a esa altura la revelación de la existencia de una hermana que fue entregada en adopción en el extranjero era mayúscula, la impresión creció al descubrir en un descuido de la religiosa que había una cuarta hermana en la familia, de la cual se desconoce su paradero.
"Ella (la monja) tenía anotado en una hoja los nombres de Sara, que es la que está en Bélgica; Mónica, que es mi hermana de Santiago, y María Cecilia Marín Painemil, que es otra hermana que no sabíamos que existía y es la que ahora buscamos. Dentro de lo que se le entendía, nos contó que había hecho muchas adopciones y que trabajó en muchas instituciones relacionadas con menores en el extranjero", comentó María Joaquina.
Con el nombre de su hermana mayor, María Joaquina buscó datos de ella y a través de las redes sociales hizo un llamado a quien pudiera conocerla para que hicieran el contacto y así se pudiera reunir el 6 de enero la familia completa.
"Sacábamos la cuenta que mi mamá la tuvo a los 13 o 15 años y de acuerdo a los datos que tenía la monjita, María Cecilia nació el 9 de octubre de 1976 y fue entregada en adopción en 1979. Lo que queremos es poder reunirnos todas las hermanas y saber de ellas, porque la monjita no nos dio ningún otro dato de nuestra hermana que está en Bélgica, porque nos explicó que debíamos esperar a que ella viaje a Chile, así que se llevó mi número de celular para llamarme", aseguró María Joaquina.
Sin información
Las razones de por qué las dos hermanas no estaban en los registros de María Joaquina es porque la madre , María Nelda Painemi, falleció cuando tenía apenas un año y 2 meses.
"Ya que Sara vendrá en enero y está a un paso la posibilidad de reunirnos, ahora estamos en la búsqueda de María Cecilia Marín Painemal, que sería nuestra hermana mayor. Nos sabemos si está en Chile o si se la llevaron al extranjero, si mantiene su nombre o se lo cambiaron, por eso lo que nos queda es difundir la información por si es que alguien la conoce o sabe de la historia de ella o mi madre y nos pueda entregar información", solicitó María Joaquina.
Crónica Chillán se contactó con la religiosa Lucienne Anne Hardy, quien fue la que contactó a las hermanas Montecino Painemil y aseguró que está impedida de entregar más información sobre el reencuentro familiar de las hermanas por parte materna.
"Como trabajo en un hogar de menores, yo no puedo entregar información sobre Sara y tampoco sobre María Cecilia Marín, porque son hartos años los que han pasado y no me acuerdo. Muchas veces se cambian de nombre y yo no sé, además es el juzgado el que debe entregar la información, pero no nosotros los que hablamos, porque las adopciones son una cosa del juzgado", sostuvo Lucienne Anna Hardy, quien es directora del hogar de menores Nuestra Señora de la Esperanza.
Adopciones irregulares
Justamente la religiosa Lucienne Anna Hardy fue llamada a declarar en la investigación hecha en 1990 por el ministro en visita Guillermo Cocio, sobre adopciones irregulares que se realizaron al extranjero en 1989, cuya pesquisa concluyó con la detección de graves anomalías en la entrega de menores a matrimonios foráneos.
"No recuerdo nada de eso y no he sido llamada por el juzgado por una información. Nunca fui al juzgado", aseguró la directora del hogar de menores.
La salida en adopción de menores desde Ñuble al extranjero fue tema de cuestionamientos cuando se conocieron el año 2014 casos de niños adoptados de manera irregular, situación que hasta la fecha es investigada por el juez en visita Mario Carroza.
Ñuble no quedó ajeno a esta problemática, ya que las cifras que se registran en las adopciones hechas a matrimonios extranjeros durante los últimos 17 años dan cuenta de un total de 52 casos, por lo que se habrían adoptado un promedio de 4 niños por año.
Este cálculo está alejado a los 30 menores que se entregaron sólo en 1989 a familias foráneas, sin contar que en total ese año se adoptaron, desde el tribunal de familia de Chillán, a 79 niños.
"La verdad es que no puedo entregar nada de información", dijo escuetamente Lucienne Anna Hardy al ser consultada por la investigación de la década del '90.
Política de adopción
De acuerdo a lo que establece el reglamento de la Ley de Adopción, el periodo de seguimiento para cada caso es de un año, con dos informes semestrales, el que sin embargo -con el objetivo de forzar el acompañamiento en las familias adoptivas- se aumentó a 4 años, con un informe semestral. En cuanto a las modificaciones que hoy se contemplan a esta ley, está el que puedan adoptar matrimonios residentes en el extranjero y además personas solteras, viudas o divorciadas, así como también la posibilidad de ser adoptadas excepcionalmente las personas mayores de edad hasta 24 años.
años es lo que informa el registro civil como edad de María Cecilia Marín Painemil, a quien se le busca para un reencuentro familiar. 41
Hermanas en total tiene la familia de María Joaquina Montecino Painemil, quien intenta encontrar a su hermana mayor. 4
de Enero viajará desde Bélgica, Sara Lucía García Painemil para reencontrarse con sus dos hermanas chilenas. 6