Este año que ya culmina marcó todo un récord en cuanto a la llegada de población inmigrante a Ñuble, lo que quedó reflejado en la cantidad de visas requeridas en la Gobernación Provincial de Ñuble, puesto que las gestionadas durante 2017 superan en más del doble a las solicitadas entre los años 2015 y 2016, lo que claramente grafica el fenómeno que está viviendo la nueva región. Según datos de la oficina de Extranjería de la Gobernación Provincial, en 2014 se requirieron 400 visas, en 2016 aumentaron a 740, mientras que este año -hasta la semana pasada- se habían tramitado 2.552.
De acuerdo a la Policía de Investigaciones, hasta el año pasado habían registrado a 859 extranjeros viviendo en Ñuble, esa cifra también se incrementó de manera notoria a un 64,7% con los 1.415 contabilizados este año.
Se trata de una realidad nueva para el territorio, que está ejerciendo una presión mayor en el mundo laboral. La mayor parte de los extranjeros, en su mayoría procedentes de Haití, buscan alternativas laborales que ya no encuentran en las grandes ciudades como Santiago, Antofagasta o Concepción. Ello se refleja en el sector agrícola, donde las plazas para contrataciones de temporeros durante la temporada de cosecha de la fruta han sido crecientemente tomadas por trabajadores foráneos.
No se trata, sin embargo, de ver a este fenómeno como algo negativo; por el contrario, es una oportunidad de enriquecimiento cultural para el territorio, sólo comparable con lo vivido en el pasado con las colonias Palestina, Italiana o Española en Chillán, por nombrar algunas, cuyos miembros han marcado gran parte del devenir y del pujante desarrollo de la llamada cuna de héroes y artistas.
El impacto de lo anterior se traduce en la necesidad de brindarles a estos nuevos vecinos acceso a la salud primaria, a salas cuna (en el caso de madres con hijos), educación, vivienda, mientras que para los municipios significará reorientar muchos de sus servicios y sus programas de apoyo social. A mayor ahondamiento, cabe preguntarse si la planificación de la nueva región está anticipándose a los nuevos escenarios que esto plantea para la labor de los servicios públicos, mientras que el nuevo gobierno no podrá eludir una política integral para abordar la inmigración como un tema país.
Por lo pronto, el primer paso lo ha dado la Gobernación de Ñuble, que proactivamente decidió unificar los servicios de Extranjería de Gobierno Interior y la Policía de Investigaciones para acelerar los trámites de otorgamiento de visas y, a la vez, está promoviendo capacitaciones a sus funcionarios para reducir la brecha idiomática.