Los números de la campaña de Ñublense no resisten análisis. La temporada 2017 fue nefasta y sólo no terminó en llanto, ya que los chillanejos sumaron un punto más que Iberia que bajó a Segunda División.
Las estadísticas indican que los Rojos tuvieron poco de diablos en el pretérito certamen y como tal sumaron 47 unidades contra los 46 de los angelinos, pero las impresiones y la memoria colectiva rememorarán a un equipo errático y especulador que de la mano de Emiliano Astorga se tornó extremadamente mezquino y de paso fue el equipo que menos goles marcó en el Transición con once conversiones a favor al igual que Valdivia.
Sin embargo, hay que ser justos en el análisis y la mala campaña que remató Astorga tuvo su origen en el segundo semestre del 2016 cuando impulsado por las bases de un campeonato que impulsó un nulo descenso, Ñublense apostó por un proyecto que encabezó Pablo Abraham y que sólo apostó por el ahorro en la planilla y la contratación de jugadores de escaso nivel, lo cual redundó en actuaciones desabridas y que sumergieron a los chillanejos en el fondo de la tabla.
Antes de arrancar al Transición las reglas del juego cambiaron y en una voltereta reglamentaria, se aprobó un descenso luego de un año y medio de competencia, amenaza que Ñublense miraba a la distancia producto de la mala campaña de Unión La Calera que parecía condenado al descenso, pero que finalmente subió a Primera. Cosas del fútbol chileno.
A pesar de lo anterior, Astorga tuvo la opción de cambiar la mala imagen y si bien trajo a lo menos cinco elementos de su confianza, las lesiones y la mala relación con algunos jugadores provocaron que el equipo nunca saliera de los lugares de retaguardia.
En la era de Astorga Ñublense jugó 15 partidos, sumó 18 puntos, ganó cuatro partidos, empató seis y perdió cinco con un 40 por ciento de rendimiento.
Uno de los datos trascendentes de la campaña fueron los cinco goles que anotó el delantero Sebastián Varas, quien gracias a dichas celebraciones se transformó en el goleador histórico de los Diablos Rojos con un total de 46 tras su arribo a Chillán en el 2013.
De cara al 2018
El fútbol es un deporte de revanchas y es por ello que nada se puede asegurar hasta el pitazo final y como tal Ñublense espera reverdecer laureles. Ya suma nuevos jugadores, planifica la Noche Roja y realizará la pretemporada fuera de Chillán, lo anterior como una manera de no dar origen a las excusas del técnico Emiliano Astorga que durante el 2017 responsabilizó de los magros resultados a la falta de variantes, al viento, a la altura y a supuestas malas planificaciones de viajes que terminaron en goleadas: ejemplo, el 5 a 0 ante Cobresal en El Salvador.
"Estamos muy ansiosos que parta el torneo la primera semana de febrero y también estamos muy ilusionados con lo que estamos haciendo, la ambición de todos es subir a la Primera División, es difícil, ya que en materia futbolística nada se puede asegurar, pero sí puedo decir que estamos haciendo bien las cosas y el anhelo es darle una alegría a la hinchada", pronosticó el dirigente y miembro de la Comisión Fútbol, Álvaro Izquierdo.
El también dirigente Leonardo Cusacovich hizo un resumen de la temporada pasada y proyectó el 2018. "Claramente este año nadie quedó conforme con la campaña, si bien con el plantel que teníamos era complejo alcanzar el título, sí esperábamos estar en la medianía de la tabla y no pasar problemas, pero quedamos con un sabor muy amargo".
"Este año creo que las cosas se están haciendo bien y hay que considerar que el técnico va a trabajar con el plantel en forma íntegra desde un primer momento, anteriormente no lo pudo reforzar de buena manera, pero ahora tiene la opción de armarlo por completo de acuerdo a su gusto futbolístico", sentenció.
En diciembre del 2018 se analizará si el trabajo realizado permite mejorar el análisis del 2017 que se termina.
Mayo 16
Asumió Emiliano Astorga como técnico de Ñublense. Tiene contrato con los Rojos hasta diciembre del 2018. 40%