Es fácil ver a hinchas de los llamados "equipos grandes" de Chile desparramados por el mundo, pero cuando ves a uno de Ñublense y que viste la camiseta con orgullo, se transforma en un hecho digno de destacar.
Un ejemplo de ello es Jessica Ibarra Mora, quien se encuentra en Barcelona, España estudiando un doctorado en "Actividad Física, Educación Física y Deportes", en el Instituto Nacional de Educación Física de la Universidad de Barcelona.
La chillaneja, estudió en el colegio San Vicente y luego pedagogía en educación física en la Universidad de Concepción, luego trabajó hasta el año pasado en el Instituto Superior de Comercio, en la Universidad Pedro de Valdivia y en el Wessex School.
La profesora hincha de Ñublense es amante del fútbol en general y es por ello que fue testigo de los primeros partidos de la Selección Chilena en la era de Reinaldo Rueda, cita a la cual no podía no llevar la bandera del país y la camiseta de los Diablos Rojos. "Es realmente un sueño ver a Chile afuera, he tenido la oportunidad de verla dos veces, el 2015 en Londres y ahora recién en Estocolmo, Suecia, se viven momentos realmente mágicos cuando vibras con el fútbol y estas lejos de tu país, en Estocolmo fue una fiesta, una gran comunidad chilena nos esperaba allá", relató Jessica.
Sobre su pasión por los Diablos Rojos relató "soy hincha de Ñublense desde que tengo razón, pertenezco a una familia futbolera donde todos somos hinchas de Ñublense, por lo que desde chica mis tíos me llevaban al estadio, ya cuando comencé a trabajar me hice socia y lo soy hasta ahora. Ñublense es parte de mi historia".
"Las mejores historias son en los viajes, he recorrido Chile viendo a Ñublense desde Calama hasta Puerto Montt, también cuando jugamos una temporada en Linares, luego de ganarle a Curicó, tuvimos que arrancar literalmente de los piedrazos de los hinchas rivales, también me acuerdo cuando volvimos a Chillán en caravana, la gente nos saludaba desde los pasos sobre nivel, nos sentíamos parte del equipo, fue genial", detalló sobre algunos hechos que marcaron su vida.
Jessica recordó que con el Rojo sabe de momentos cargados de emoción, siendo el más triste cuando en el 2008 perdió la semifinal en Collao ante Colo Colo por 2 a 1. Pero también asegura que hay de los buenos como por ejemplo en el 2012 en el estadio Monumental cuando "ganamos por penales a Barnechea y logramos el ascenso a Primera División, lejos el momento más feliz como hincha".
"Escucho por la radio los partidos cada vez que puedo, y mientras los resultados se sigan dando, estaremos genial. Tenemos un buen plantel de jugadores, tengo fe de que volveremos pronto a la categoría que nos merecemos como hinchas, ciudad y Región de Ñuble", pronosticó la fanática.
"Extraño mi vida en Chillán, mi familia por sobre todo, mis amigos, mi trabajo e ir al estadio, acá no se vive con la misma emoción, sólo celebran los goles y durante el resto del tiempo el estadio está en silencio", comparó.
Jessica no tiene fecha exacta para regresar a Chile, pero espera retornar a fin de año y por qué no pensar en ser testigo del ascenso de los Diablos Rojos. El tiempo lo dirá.
La mayor alegría
La profesora de educación física que profundiza sus conocimientos con un doctorado en España, asegura que ha seguido a Ñublense en varias ciudades y una de ellas fue Santiago. Corría el 2012 y los chillanejos se midieron ante Barnechea en el estadio Monumental, donde los Diablos Rojos se impusieron desde los doce pasos, lo cual se tradujo en el ascenso a Primera División. De esta manera Jessica fue una de las cerca de cinco mil personas que alentaron a los Diablos en aquella tarde marcada por un calor intenso, situación que poco importó a los hinchas.