Evo Morales descarta interponer una contrademanda a Chile por aguas del Silala
LA HAYA. El Mandatario se reunió con su equipo jurídico para conocer los argumentos que presentará en septiembre.
El Presidente de Bolivia, Evo Morales, descartó ayer presentar una contrademanda en respuesta al litigio iniciado por Chile ante la Corte Internacional de Justicia (CIJ) por las aguas del Río Silala. Así lo anunció después de reunirse en La Haya con el equipo jurídico que lleva el caso.
"Inicialmente se ha pensado en la contrademanda pero, por recomendaciones jurídicas de carácter internacional, se ha descartado", dijo Morales a la agencia de noticias Efe.
El recurso legal habría permitido a La Paz presentarse como demandante en el diferendo por el Silala, tal como lo es en la causa paralela donde solicita a Chile una salida al Océano Pacífico.
En su lugar, Bolivia entregará una contramemoria a la CIJ antes del 3 de septiembre, es decir, la respuesta a la memoria presentada por Chile hace un año.
El Gobierno "acudió a organismos internacionales expertos para que nos aporten estudios para la contramemoria", detalló Morales, quien en la reunión con el equipo legal se mostró interesado por los argumentos "jurídicos, técnicos, geográficos e históricos" del documento.
"buscar soluciones"
"Al margen de las demandas, qué bueno sería buscar soluciones de carácter diplomático", afirmó el Presidente. "Nosotros tratamos porque el agua es un derecho humano. Agua es vida, y si nos entendemos desde ese punto de vista, debería de haber acuerdos", añadió.
Morales apeló a la resolución aprobada por la Organización de Naciones Unidas (ONU) en 2010, donde se consideró un derecho humano el acceso al agua potable, a petición de Bolivia.
"Hubo algunas abstenciones, pero no rechazos. Eso significa que tenemos una política internacional sobre los recursos naturales", añadió el Mandatario.
El Silala es un cauce de agua que nace en Potosí, Bolivia, y cruza la frontera a la altura de la Región de Antofagasta, pero su uso y estatus ha erosionado las relaciones entre Santiago y La Paz en los últimos 20 años.
La situación pareció cambiar en 2009, cuando se anunció un preacuerdo por el cual Chile pagaría un 50% de la utilización de los recursos hídricos, pero poco después el pacto naufragó entre acusaciones mutuas.
La Moneda, a causa de esto, presentó el año pasado una demanda ante la CIJ argumentando que el Silala es un "río internacional".
El documento solicita al tribunal que reafirme su derecho a un uso equitativo de las aguas, además de pedir que advierta a La Paz de su obligación de "tomar todas las medidas apropiadas para prevenir y controlar la contaminación u otras formas de daño a Chile como resultado de sus actividades".
Este último punto se debe a que Bolivia desatendió sus obligaciones internacionales al no informar la construcción de un estanque en el afluente, durante 2012, y de un puesto militar con viviendas cuyos trabajos "podrían tener efectos en el río Silala e impactar adversamente en Chile".