Frases
"Discrepo de la construcción en altura, es enseñar a vivir de esta manera".
Víctor Sepúlveda Concejal de Chillán
"Queremos alianzas con nuestras casas de estudios superiores y que se forme un consorcio".
— Felipe Harboe"Discrepo de la construcción en altura, es enseñar a vivir de esta manera".
Víctor Sepúlveda Concejal de Chillán
"Queremos alianzas con nuestras casas de estudios superiores y que se forme un consorcio".
— Felipe HarboeSi bien no es común que en Chillán se presenten espectáculos de ópera, pese a contar desde hace dos años con un escenario digno de recibir grandes producciones musicales, como es el Teatro Municipal, la capital de Ñuble es la cuna de uno de los talentos mundiales más reconocidos del género, como lo fue el tenor y barítono chillanejo Ramón Mario Francisco Vinay Sepúlveda.
Su voz llevó a este terruño a lo más alto de los teatros internacionales y su carrera fue seguida con profundo interés del público aficionado a la ópera mundial. El cantante nacido en 1911 en Chillán se formó musicalmente en Francia y tras un exitoso debut en 1945 en Nueva York siguió cosechando aplausos en grandes teatros como La Scala de Milán, y en urbes amantes de la música clásica como Londres, Salzburgo, Paris, Buenos Aires o Viena. Vinay interpretó roles destinados sólo a grandes consagrados, como Otello, de la ópera homónima, de Giuseppe Verdi.
1996 es el año en que la voz de Vinay se apaga para siempre y entonces su semilla no pudo dar frutos en las nuevas generaciones, tanto por la falta de escuelas formadoras en el canto lírico como por la inexistencia de escenarios a la altura para presentar obras que demandan una gran producción.
Pero la historia podría dar un vuelco, tanto por la esperada puesta en marcha del Centro Cultural como por el auge que ha despertado la educación artística, la que hoy cuenta con músicos y orquestas que han surgido de la mano de profesores comprometidos con el cultivo de las artes en la Escuela Claudio Arraú León, la misma que hoy se autoimpone el desafío de crecer y dar un nuevo salto en su consolidación formativa. Esta semana, el Senado de la República aprobó un proyecto de acuerdo, a través del cual solicita al Presidente de la República un proyecto de ley para fomentar la ópera en Chile, el cual contribuya a su desarrollo y estimule la creación, formación, investigación, promoción, producción, exhibición y circulación de las obras por los distintos escenarios del territorio nacional. Del mismo modo, se busca proyectar la ópera chilena en circuitos internacionales y apoyar la formación profesional y técnica, mediante el financiamiento de becas, pasantías, tutorías o residencias, para creadores, intérpretes y ejecutantes.
Es tiempo que Ñuble cuente con una beca Ramón Vinay Sepúlveda, no sólo para mantener vivo su legado sino para proyectarlo hacia nuevos talentos, como Vicente Muñoz, el exalumno hurtadiano que continúa su formación en Italia y cuyos pasos debemos seguir con creciente interés.
Diversas reacciones generó entre autoridades de la zona el anuncio a Diario Crónica Chillán del presidente del comité Ñuble Región, Hérex Fuentes, de inscribir la marca "Región del Ñuble" en el Instituto Nacional de Propiedad Intelectual (Inapi) del Ministerio de Economía, Fomento y Turismo. La medida fue considerada inviable.
Chillán se ubicó en el lugar 37 de 87 comunas del país con locales con máquinas de juegos de acuerdo al primer "Catastro y Caracterización de Salas de Máquinas de Juego Electrónicas en Chile", difundido por la Superintendencia de Casinos, que constató que en 1.327 de ellos existen máquinas que operan fuera de la normativa.
Ministros del tribunal de alzada, en fallo unánime, rechazaron un recurso de apelación por su clausura municipal. Sentencia de los jueces es un espaldarazo a la ordenanza vigente y reafirma que el municipio no puede visar juegos de azar. Desde el consistorio valoran el dictamen, mientras que la empresaria podrá seguir operando tras pagar nueva patente.
Nadie cuestiona que la informática es el más formidable instrumento del conocimiento, el trabajo y todas las actividades de hoy. Pocos, atemorizados por ser tildados como retrógrados, denuncian los peligros de la computación, en cuanto muchas veces incomunica al hombre actual y lo hace vivir en un mundo lleno de mentiras y amenazas.
Hay ejemplos recientes, por ejemplo, de cómo la delincuencia lanza ataques cibernéticos, contra instituciones financieras y extrae millonarias sumas de sus cuentas. Antiguamente, esto se llamaba robo. Asimismo, del ocultamiento y desvío de fondos de instituciones previsionales y hasta de respetables instituciones. Tal parece, a veces, que algunos creen que la computación es más útil que una ganzúa, un "napoleón" o un arma de fuego. La antigua amenaza: "Esto es un asalto" parece haber sido reemplazada por tres o cuatro digitaciones en el teclado.
Esto para no hablar de las ya tristemente célebres redes sociales. En el primer cuatrimestre de este año, Twitter se vio obligada a suspender más de 142 mil nuevas aplicaciones, responsables de 130 millones de tuits considerados basura o propagandísticos. En los últimos meses, las redes de "microblogging" han estado eliminando 1 millón de usuarios falsos diariamente.
Y también sin tener en cuenta las "fake news" o noticias falsas, que canallescos interesados hacen circular para crear terremotos, desacreditar a las personas o instituciones. ¿Quién no recuerda el "terremoto de nueve horas" anunciado para Chile hace pocos años, que todavía algunos ilusos están esperando? Agreguemos a esto que las noticias falsas, precisamente por esta definición, encuentran enorme credibilidad entre los incautos. Estos destacan, con tono profundo: "Lo leí en la red". Sabido es, también, que las redes sociales convirtieron al mundo entero en un global ejercicio de vanidad. Hoy, todos quieren participar en ellas, para ser conocidos y admirados. Quieren ser "trending topics", es decir, marcar tendencias. Para conseguirlo, crearon los "bots", mensajes falsos en los cuales el usuario de una cuenta aparece con miles y hasta millones de seguidores, lo cual sería un reconocimiento a su enorme dimensión intelectual y calidad humana. Todos sueñan con los "me gusta", que parecen convertirse en la nueva obsesión del mundo de hoy.
¿Será muy tarde para reaccionar contra esta forma de esclavitud, que recurre a lo peor del hombre de hoy? No se trata de estar en contra de la modernidad, pero tal vez llegó el momento de preguntarse si la computación se convirtió en el Frankestein del siglo XXI y amenaza con destruir lo mejor de nosotros.
Y para que no haya suspicacias esta columna fue escrita en mi computador y enviada por correo electrónico. No se trata de recordar el ayer, sino de prevenir sobre el hoy y el mañana.
Raúl Rojas Periodista y académico