Cuatro de los 43 cementerios de Ñuble funcionaban sin autorización sanitaria
ÑUBLE. Camposantos llevaban cerca de tres décadas trabajando de esta manera.
La normativa es precisa y solo aquellos cementerios que fueron creados con posterioridad a 1970, están obligados a pedir autorización de funcionamiento, regla que cuatro cementerios municipales no cumplían en Ñuble.
Son los municipios de Trehuaco, Yungay y Quillón los que permanecieron por más de tres décadas sin la resolución sanitaria, y solo este año comenzó a regularizarse.
"El cementerio municipal que se está regularizando es el de Yungay, porque el cementerio que está en Pangal del Laja, San Miguel del Itata tiene su documento con resolución sanitaria. El cementerio de Yungay que está normalizando era administrado por la Seremi de Salud hasta antes de marzo de 1982, y entregó el cementerio sin resolución sanitaria, ellos lo entregaron así, hay documentos y están las actas del traspaso y siguió funcionando en esas condiciones porque el Servicio de Salud lo entregó así", confirmó Malina Ocampos, encargada de cementerios de Yungay.
Este hallazgo justamente se produjo a raíz de una fiscalización de Contraloría, la que se detectó que el cementerio de Yungay no contaba con resolución sanitaria, pese a tener la documentación de respaldo del Servicio de Salud cuando ellos lo administraban.
En tanto, la comuna de Quillón cuenta con dos camposantos administrados por el municipio, uno ubicado en calle Diego Portales y el de Cerro Negro, ambos sin autorización sanitaria, pese a que comenzaron a funcionar en 1982.
"No tengo nada sobre este tema, no me ha llegado nada ni del Servicio de Salud, no tengo ninguna información. Ahora se comprenderá que yo recibí así el cementerio y si hay alguna falla lo lógico es que salud me hubiera avisado para subsanarla, pero no he recibido nada", subrayó el alcalde de Quillón, Alberto Gyhrá.
Para el único cementerio municipal de Trehuaco, la situación también es complicada, ya que pese a estar funcionando desde 1986, sus papeles no están al día, no así para el caso del que se ubica en la localidad rural de Mela, en Trehuaco, que es parroquial y cuyo funcionamiento es anterior a 1970, por lo que está libre de contar con dicha autorización.
Desde la Seremi de Salud aseguraron que, desde que se crea la autoridad sanitaria y se traspasa la responsabilidad de regulación de estos recintos, se inicia un proceso de normalización de las respectivas autorizaciones para los recintos creados desde 1970, así como incentivar la regulación voluntaria
"Este es un proceso gradual, que no ha sido más rápido debido a que el proceso de vigilancia o fiscalización de la Seremi se realiza en base a riesgos sanitarios, donde se prioriza los establecimientos de mayor peligro como son los ELEAM, farmacias, vacunatorios, centros de diálisis, así como el control sobre alimentos, agua y protocolos de salud ocupacional", indicaron desde la Seremi de Salud.
En normalización
El registro de cementerio en las 21 comunas de Ñuble precisa que 19 de ellos son públicos, 2 pertenecen a juntas de vecinos de Quillón, 4 son privados (que son los que cuentan con autorización sanitaria) y 18 son parroquiales.
"Con anterioridad a dicha fecha existen otros 98 camposantos, que de acuerdo al Artículo N° 52 de la Ley 19.883 del año 2003 no están obligados a obtener la autorización desde el punto de vista administrativo; sin embargo, los cementerios municipales de Chiguayante y Coronel, que son previos a 1970, accedieron a su autorización de manera voluntaria, lo que hace que el número de recintos autorizados en la región llegue a 20", señaló el seremi de Salud del Biobío, Erick Jiménez.
En Ñuble el 23% de los camposanto se crearon en el 1800, y el cementerio parroquial de Quirihue, que se encuentra en camino Llohué sin número, es el más antiguo ya que data de 1786.
Justamente para esos años no rige el reglamento, pero si está la posibilidad que de manera voluntaria accedan a la autorización tal como sucedió en Chiguayante y Coronel.
Por ello la Seremi de Salud enfocó su trabajo en asegurar que los 116 cementerios existentes en la región, de los cuales 96 son públicos, 11 son privados y 9 tienen registro indígena, cuenten con las condiciones sanitarias mínimas de funcionamiento.
La idea desde la secretaria regional es que, más allá de su competencia respecto a los que comenzaron a funcionar antes de 1970, se trabaje en un plan de acceso de normalización administrativa de autorizaciones sanitarias en esta materia.
"Nuestro trabajo de vigilancia considera un proceso de inspección, que durante el 2018 tiene planteada la meta de fiscalizar 35 establecimientos, donde ya se evidencia un avance del 49%, correspondiente a 17 visitas técnicas", subrayó el Seremi de Salud.