Nicaragua: Iglesia desea mantener el diálogo político
CRISIS. Cardenal agradeció el apoyo internacional a contactos con Ortega.
El cardenal nicaragüense Leopoldo Brenes expresó ayer sus deseos de mantener vivo el diálogo entre el Gobierno del Presidente Daniel Ortega y las fuerzas opositoras, que se mantiene estancado tras el incremento de la represión estatal por las protestas antigubernamentales iniciadas el 18 de abril pasado. "Nosotros queremos mantener viva esa llamita", dijo Brenes, también arzobispo de Managua, después de encabezar el oficio de una misa ayer en la Catedral Metropolitana.
El diálogo, cuyos mediadores y testigos son los obispos de la Conferencia Episcopal de Nicaragua, se instaló a mediados de mayo pasado, pero se ha desarrollado de forma intermitente y permanece suspendido desde el 25 de junio, cuando celebró su última sesión.
Apoyo externo
"Sabemos que hay todo un apoyo a nivel internacional de las conferencias episcopales, de líderes políticos, aún en muchos líderes de izquierda que están invitando a que se siga promoviendo el diálogo", sostuvo Brenes.
El Presidente Ortega, en tanto, calificó de "golpistas" a los obispos de la Conferencia Episcopal, y consideró que son cómplices de las fuerzas internas y de los grupos internacionales que, a su juicio, actúan en Nicaragua para derrocarlo.
El Mandatario realizó estas acusaciones ante miles de sandinistas en una plaza de Managua, mientras conmemoraba el 39 aniversario de la revolución sandinista.
El 7 de junio, la Conferencia Episcopal propuso a Ortega que adelantara a marzo de 2019 las elecciones fijadas para 2021, junto con que renunciara a presentarse a la reelección, pero Ortega lo rechazó y pensó que la propuesta mostraba que los obispos estaban "comprometidos con los golpistas", dijo el 19 de julio.
Pese a esas acusaciones, el cardenal Brenes afirmó que existen "una cantidad de personas que nos dicen: no se retiren del diálogo".
Crisis política y social
Las protestas contra Ortega han dejado 295 muertos y más de 2.000 heridos, según datos publicados por la CIDH. ONGs nicaragüenses cifran en al menos 448 los muertos. El país atraviesa la crisis social y política más sangrienta desde la década de 1980, también con Ortega siendo Presidente. Las protestas contra el Mandatario se iniciaron el 18 de abril por una fallida reforma a la seguridad social y se convirtieron en un reclamo que pide la renuncia del Mandatario, después de 11 años en el poder, con acusaciones de abuso y corrupción en su contra.