Corría el minuto 84 de partido y desde las tribunas caía el canto de "Astorga ya se va, ya se va, Astorga ya se va", entonación que es sinónimo del agotamiento de una hinchada que ayer fue testigo de la derrota de Ñublense por 2 a 0 ante Santiago Morning.
Nuevamente la continuidad del técnico está en tela de juicio y todo indica que estaría viviendo sus últimas horas en la banca chillaneja. "Yo he entregado todo durante la semana para cambiar esta situación y no se ha podido, pero yo no voy a renunciar, no voy a dar el brazo a torcer, quiero seguir trabajando y dar vuelta esto. Tengo que hablar con ellos para saber por qué no estamos en un buen nivel y nos equivocamos tanto dentro de los partidos", fueron las palabras de Emiliano Astorga, quien mascó la rabia de derrota, se nubló en los cambios y cuando el equipo no mostraba reacción simplemente se sentó en la banca a esperar el desenlace.
"Lamentablemente no se han dado las cosas, la derrota ante Coquimbo caló hondo, hablé mucho con el plantel y había disposición positiva para cambiar el resultado y poder dejar los tres puntos en casa. Hicimos y hemos hecho todo lo posible para cambiar los resultados, pero no hemos podido, tuvimos un equipo muy abúlico en momentos. Los jugadores intentan, pero no responden, el rendimiento de algunos es bajo", fueron parte de los lamentos y explicaciones para justificar la nefasta presentación en el Nelson Oyarzún de un equipo que supuestamente iba a ingresar a presionar del minuto uno, amenaza que solo quedó en eso.
El argumento de Astorga parece gastado, desde que llegó en el Transición 2017 el equipo nunca ha mostrado un nivel de juego positivo y sostenido en el tiempo, a lo cual suma que en el actual torneo poco ha hecho para sacarle rendimiento a un plantel que se caracteriza por la experiencia. Es por ello que sus horas parecen contadas en Ñublense y si bien asegura que no renunciará, deja abierta la opción tras un cara a cara que tendrá hoy con sus dirigidos, según expresó. "Voy a conversar con los jugadores, mi intención es poder cambiar la situación, yo traje a muchos jugadores y tengo que ver la respuesta que ellos me dicen durante la semana".
Sin embargo, más allá de las palabras que se puedan expresar en la interna del camarín, ¿cuál es el real argumento para dar vuelta la situación?. "Es por eso que tengo que tener una conversación con los jugadores, va a depender mucho de lo que digan ellos y la disposición que tenga cada uno para lo que viene de acá en adelante. Esta derrota en lo personal me caló muy fuerte, ya que tenía la esperanza de sumar los tres puntos, habíamos trabajado mucho durante la semana en lo anímico y en lo futbolístico y no los ha dado resultado", reiteró quien ante Magallanes el próximo domingo se jugaría su última carta, en un llamado partido ultimátum.
Ñublense quedó lejos de los lugares de avanzada e incluso se escapa de las posiciones de liguilla, el objetivo mínimo para un equipo que en teoría se armó para pelear por el ascenso.
Lugar 9°
Marcha actualmente Ñublense con 22 puntos y que en dos fechas acumula dos derrotas. 15.00