Para María Eugenia Uribe la noche del 28 de julio fue simplemente desesperante. A eso de las 22:00 salió a comprar a un negocio cercano de su casa, pero apenas puso un pie fuera de su vehículo sintió un olor que ya había percibido antes. Según la mujer y otros vecinos de Quinchamalí, la pestilencia del sábado, y de otras jornadas, sería consecuencia de los trabajos que realiza una fábrica de asfalto que opera en el lugar.
"Salí a comprar muy tarde y sentí un olor fuerte, pero de mi puerta (de la casa) al auto son tres metros. Me subí al auto, salí, pero cuando me bajé en el negocio el olor a alquitrán era evidente. Entonces me cubrí, entré al negocio y le pregunté a la persona que atiende: '¿Qué significa esto?' y me respondió: 'Pucha si esta cuestión es todo el tiempo", indicó Uribe quien descartó que el olor, que incluso la llevó a realizar un video denuncia que ya está disponible en Soychillan.cl, proviniera de la Celulosa Arauco, la cual se encuentra a unos cuantos kilómetros de la localidad patrimonio de la comuna de Chillán.
"Esto no es producto de la Celulosa, porque ese olor es distinto y hace mucho tiempo que no llega hasta acá", puntualizó la mujer.
Además, narró una ocasión en que junto a un vecino se acercaron hasta la fábrica que responsabilizan para ver su funcionamiento y se encontraron con un panorama poco alentador.
"Me llamó por teléfono el presidente del Consejo Parroquial y me manifiesta su inquietud por las emanaciones de la empresa que produce asfalto aquí en la zona y que tenemos que hacer algo. Entonces me pasa a buscar y nos paramos frente a la empresa y nos dimos cuenta que desde ahí, a la orilla del río en Confluencia, hacia el cerro de Cucha estaba completamente tapado, y no porque no hubiera sol, sino por el humo hediondo", contó y enfatizó María Eugenia.
Daniel Pérez, quien pasó a buscar hace unos días a Uribe para dirigirse hasta las inmediaciones de la fábrica, indicó que "la contaminación aquí es tremenda. Afortunadamente aquí predomina el viento sur, pero cuando cambia esto queda todo inundado de humo. No es de leña, es un humo espeso, aceitoso. El viernes estábamos trabajando en la viña y tuvimos que parar porque no se soportaba. Así que vine al consultorio para pedir el número de organizaciones que tengan que ver con el medio ambiente y me dieron el número de la sección de la Municipalidad que ve eso y de ahí me derivaron con el Servicio de Salud. Me mandaron por un anexo y me cortaron. Lo intenté tres veces, pero no hubo solución, nunca me atendieron", aseveró.
En cuanto a la jornada del 28 de julio, Pérez señaló que "ayer (sábado) estaba insoportable el humo, tapado. Y la verdad es que uno se desespera porque no tienen a quien recurrir. A veces uno se confunde y dice que es niebla, pero eso no es niebla", puntualizó el presidente del Concejo Parroquial. Falla de filtro
En un recorrido en terreno junto a Daniel Pérez nos topamos con un trabajador de la fábrica. El hombre, que prefirió no revelar su nombre por temor a represalias, reveló que el viernes "se averió un filtro que es parte de la cadena y se liberó vapor, pero eso no tiene olor", dijo y sumó: "Ahora la empresa está paralizada hasta que eso se arregle".
Pronunciamiento de la Gobernación
Desde la Gobernación de Ñuble informaron que se fiscalizará a la fábrica Remavesa cuando esté operativa. Además, se entrevistará a vecinos para recopilar impresiones. "Tomamos conocimiento de lo señalado por una vecina de Quinchamalí, así que ya coordinamos con la gente de Emergencias nuestra para visitar dependencias de la empresa y también para conversar con los vecinos de los episodios que se nos informó", explicó la gobernadora de] Ñuble, Paola Becker. Dentro de lo mismo, Becker señaló que "todo lo que tenga que ver con contaminación ambiental es prioritario para nosotros".