Las plazas son espacios de la vida pública por excelencia, donde la ciudadanía se encuentra y se expresa en sus derechos civiles. Desde las primeras civilizaciones se construyeron estos espacios públicos. Así, el ágora era el eje de la vida política y comercial de la polis griega, como también el foro romano. Cuando se consolidó la separación de los poderes laicos y religiosos en la Edad Media las plazas dividieron sus espacios públicos para los edificios municipales, comerciales y religiosos, luego en el Renacimiento, se agregó la proporción y la geometría a escala humana, para dar paso en el barroco a la ornamentación con fuentes y esculturas, como en el escenario de un gran teatro.
La Plaza O'Higgins de Chillán, creada en el plano del francés Ambrosio Lozier, el urbanista que diseñó la ciudad, en su actual emplazamiento en el año 1835 ha sido, desde entonces, un territorio donde se han desarrollado las más diversas manifestaciones civiles, religiosas y artísticas de los habitantes. Con una trayectoria de 183 años, se ha constituido en uno de los más importantes enclaves de la ciudad, conteniendo en ella, los más extraordinarios documentos del pasado de la urbe.
La Plaza de Armas, es un espacio público por excelencia, que nos muestra a través de su historia, las estratificaciones sociales que se han dado cita en ella. Esta ha sido capaz de interpretar los cambios sociales y económicos, sin alterar su belleza y sobriedad, a pesar de la globalización.
La Plaza O'Higgins, es un libro de historia de Chillán, porque nos evidencia en sus elementos internos y circundantes, las transformaciones de la estructura social y económica urbana que se ha desarrollado allí, a través de los siglos XIX, XX y XXI. La plaza comenzó a estar rodeada de una parroquia, de hoteles, grandes almacenes, bancos, instituciones sociales y de beneficencia, los edificios públicos del gobierno, teatros y casas de estudios. Alrededor de 50 establecimientos e instituciones han conformado su desarrollo y fisonomía en estos casi dos siglos.
La Plaza de Armas fue pionera en mucho adelantos de la ciudad, como por ejemplo: los faroles a parafina, a gas y los eléctricos; las fuentes; contó con un paradero de tranvías, "carros de sangre" primero y luego los eléctricos. La calle Libertad, fue la primera en ser adoquinada; la que contó con árboles mayores y ya desde 1870 lucía un odeón para la banda de música y se transformó en plaza -parque antes que las otras. Fue la primera en tener servicio de coches con caballos en la calle Dieciocho para el público y luego llegaron a estacionarse a la calle Arauco, los modernos automóviles.
La Plaza de Armas y su entorno inmediato, contiene en materia arquitectónica y estatuaria valiosas piezas que resguardar, entre ellas un monumento nacional. Por estas y otras razones, puedo fundamentar que la Plaza O'Higgins, es un libro de historia de Chillán, el cual hay que salvaguardar.
Alicia Romero Silva Licenciada en Historia.