Carolina Collins/Agencias
La ex Presidenta argentina, y actual senadora, Cristina Fernández, negó ayer haber liderado junto a su fallecido esposo y ex Mandatario, Néstor Kirchner, una asociación dedicada presuntamente a recibir sobornos de empresarios y denunció una "persecución judicial" en su contra.
Procesada ya en cinco causas, la mayoría por supuesta corrupción, Fernández volvió ayer a los juzgados federales de Buenos Aires, tras ser citada para declarar como imputada en el caso de los llamados "cuadernos de la corrupción", en el que se investiga una presunta red de sobornos de empresarios de la obra pública a funcionarios del kirchnerismo entre 2005 y 2015.
Entrega documento
En medio de un fuerte operativo de seguridad, la ex Mandataria llegó a cumplir con la citación del magistrado Claudio Bonadio, que lleva adelante la investigación y al que la ex jefa de Estado busca desplazar del caso, al considerarlo un "juez enemigo", según expresó en un documento que, pese a negarse a declarar, entregó a la justicia y posteriormente publicó a través de sus redes sociales.
Fernández estuvo poco más de una hora y media en el edificio judicial y en el escrito presentado calificó como un "disparate" que la acusen de haber recibido millonarios sobornos y además pidió la nulidad del caso y que el juez Bonadio y el fiscal Carlos Stornelli sean recusados de la investigación.
La ex Mandataria, que por ser senadora cuenta con fuero y no puede ser detenida, mantiene una tensa relación con Bonadio, luego de que la procesara en otras causas y hasta llegara a pedir su detención a finales del año pasado.
"Resulta inconcebible que Bonadio, colocándose nuevamente el traje de juez enemigo, me fabrique una nueva causa en la que se me imputa otra vez la conducta de asociación ilícita por la que se me persigue en los procesos que mencionara en el punto anterior", manifestó Fernández.
"Pareciera ser que, además de desempeñarme como jefa del Poder Ejecutivo por el voto popular durante ocho años, habría tenido el tiempo suficiente para liderar todos los emprendimientos criminales de los que ahora se me acusa", expuso en el texto.
"En primer lugar habré de efectuar una síntesis sobre los pormenores de la persecución judicial a la que me encuentro sometida desde el 10 de diciembre de 2015", dijo Kirchner, en referencia al día en que asumió su sucesor, el Presidente Mauricio Macri. Al respecto, aseguró que la supuesta persecución "sólo" es "comparable a aquella que se llevó a cabo en tiempos en que se encontraba suspendida la vigencia de la Constitución Nacional", es decir, en dictadura.
Futuras acciones
Acerca de la acusación en su contra, la actual senadora opositora sostuvo que por su "gravedad institucional" podría acudir a organismos internacionales en materia de derechos humanos. "De ser necesario, habré de agotar todas las instancias judiciales internas, acudiendo además ante los órganos internacionales competentes en materia de Derechos Humanos", sentenció Fernández.
El escándalo se destapó el 1 de agosto pasado, cuando Bonadio ordenó los arrestos y comparecencias de decenas de empresarios y miembros del anterior Gobierno, en base a los cuadernos que durante una década escribió Óscar Centeno, chofer del ministerio desde el que se dirigía la obra pública. En esas anotaciones, el conductor relata cómo trasladaba bolsas con dólares con varios destinos, entre ellos la residencia del matrimonio presidencial.
Lo que pidió la defensa de Fernández
El abogado de la ex Presidenta argentina, Carlos Beraldi, presentó una solicitud de nulidad del caso basado en supuestas irregularidades en la aparición de los cuadernos y en que su defendida ya es investigada por asociación ilícita en otras tres causas y se pretende "perseguirla por la misma conducta". La defensa solicita una serie de comparecencias ante la Justicia, como la del Presidente Macri, por si influyó en que Calcaterra, como a otros imputados, se le dejara en libertad tras darle la condición de "arrepentido", figura legal que otorga beneficios penitenciarios a cambio de colaboración.