Gregorio Dalbón, el abogado de la ex Presidenta argentina Cristina Fernández, se refirió ayer a los allanamientos realizados la semana pasada a tres domicilios de la actual senadora en el marco de la investigación en la que está acusada de haber recibido millonarios sobornos de empresarios durante su Gobierno.
En entrevista con la agencia de noticias EFE, Dalbón asegurón que Fernández no volverá al departamento en el que reside en Buenos Aires hasta asegurarse de que durante los registros judiciales no se instaló tecnología de espionaje o algún "tipo de bacteria" que "pueda contaminarla". Además, no descartó la implantación de "pruebas falsas".
"No puede entrar en un lugar que quedó violentado y ultrajado", añadió el letrado sobre el domicilio en cuyo registro policial, el pasado jueves, que duró más de 12 horas, no se permitió la presencia de ningún representante legal de la ex Mandataria.
"pruebas falsas"
Desde que anunció los operativos hasta que se llevaron a cabo pasaron tres semanas, tiempo que requirió el Senado, producto de los fueros legislativos de Fernández, para dar el visto bueno a los registros en su departamento en Buenos Aires y sus casas en las ciudades sureñas de Río Gallegos y El Calafate.
"Es muy infantil pensar que después de un mes se van a encontrar pruebas para una causa en la casa de un imputado", remarcó Dalbón, quien no descartó que se hayan "plantado pruebas falsas" para los efectos de "tener algo".
Precisamente estas dudas, según explica, se deben a que el juez Bonadio no permitió la presencia de los abogados en los procedimientos, ya que incluso se expulsó al otro defensor de Fernández, Carlos Beraldi, de la vivienda de la capital al momento de los allanamientos.
Una situación que llevará esta semana al equipo legal de la ex Presidenta -quien reiteradamente ha dicho que se considera una perseguida política y apunta al Gobierno de Mauricio Macri como impulsor de la supuesta persecución- a denunciar ante la Comisión Interamericana de Derechos Humanos que se han "avasallado" sus derechos.
"Se encuentra sólida, fuerte y firme en todas sus convicciones. Con esto no la han debilitado ni la van a debilitar", destacó Dalbón.
El fin de semana pasado, algunos medios argentinos dijeron que en la casa de El Calafate se encontró una "bóveda" y documentación sobre Bonadio -juez que investiga a Fernández en varias causas- y Sandra Arroyo, jueza y ex mujer del fiscal Alberto Nisman, hallado muerto en enero de 2015, sólo días después de acusar a Fernández de encubrimiento de terroristas.
El abogado aseguró que "todo esto es falso" y que, en el caso de que sea un "invento del periodismo", serán los propios medios los que tendrán "que hacerse cargo del daño que produce inmiscuirse en un secreto del allanamiento", que solo tiene que ser informado a las partes.
No volverá
Por no descartar que hayan puesto "cámaras o micrófonos" en los registros o incluso alguna sustancia que perjudique a la salud de la viuda del también ex Presidente Néstor Kirchner, Dalbón dijo que su representada lleva días viviendo con su hija Florencia y no quiere volver a su departamento.
"Estuvieron 13 horas 32 personas y 12 perros en 252 metros cuadrados. Me parece muy circense lo que hicieron, más que jurídico", remarcó el abogado, quien adelantó que ya se ha seleccionado a un equipo de científicos "especialistas en inteligencia" para que revise las propiedades.
"Hasta que no estén los científicos preparados para poder decir que no existe ningún tipo de bacteria que pueda contaminarla y que su casa está libre de micrófonos o de tecnología avanzada para espiarla no va a volver", agregó.
Estas medidas llegan luego de que Carlos Beraldi, otro de los abogados de Fernández, denunciara que lo que Bonadio ordenó incautar en los allanamientos no está relacionado con la causa y subrayara que los operativos buscan "generar daño y humillación".
Beraldi afirmó que a personal de limpieza que ingresó en el domicilio de Buenos Aires este sábado se le diagnosticó dolencias con origen en un tóxico que, al parecer, habría sido arrojado en el dormitorio de la ex Presidenta, algo que fue tajantemente desmentido por las autoridades policiales, que argumentaron que se actuó de acuerdo a la ley, con la presencia de dos testigos anónimos.
Empleada asegura que era veneno
Una de las empleadas domésticas de Cristina Fernández que sufrieron mareos y malestares al limpiar uno de los domicilios de la ex Presidenta tras el allanamiento aseguró que el médico que la atendió le dijo que había sido afectada por un material tóxico. "El médico, que no tenía idea de dónde yo había estado, me diagnosticó así: 'me atrevo a decir que esto es veneno, líquido o en aerosol, pero es veneno; es algo muy tóxico, tóxico de contacto y tiene que procurar no volver a exponerse'", afirmó la empleada, que no reveló su nombre por "temor", en diálogo con el diario Página 12.