200 años de la firma de la Independencia
No debe perderse de vista la necesidad de trabajar de forma mancomunada entre Ñuble y Bío Bío para el progreso y desarrollo de ambos territorios en el largo plazo. Al conmemorar estos 200 años debemos reflexionar mirando hacia el pasado, para construir un mejor país en el futuro.
En la historia de la humanidad 200 años no son mucho. Sin embargo, para nuestro país es toda su trayectoria como nación independiente. Chile ha escrito su historia como país a través de transformaciones y cambios, con aprendizajes e influencias extranjeras. Desde los inicios de la República, es Bernardo O'Higgins, quien primero contrata extranjeros para traer adelantos, ciencia y cultura desde las naciones más desarrolladas hacia Chile. Luego le suceden otros mandatarios en esta visión. Fue así como llegaron al país grandes militares, naturalistas, hombres ilustrados y científicos, quienes marcaron nuestra historia para siempre. Hombres de la talla de Andrés Bello, Claudio Gay, Ignacio Domeyko, Amado Pissis y Rodulfo Philippi, quienes aportaron un trabajo y un legado invaluable al joven país.
El Ejército chileno, institución antigua en Chile, tuvo influencia francesa, alemana y norteamericana. El comercio influencia española, italiana y árabe, la educación influencia europea, etc. Todos estos actores nacionales y extranjeros nos han influenciado en nuestro desarrollo y nos siguen marcando y definiendo como país.
En estos 200 años de crecimiento y desarrollo, hemos presenciado múltiples cambios y ajustes institucionales; distintas divisiones administrativas; luchas de movimientos sociales; surgimientos de la clase media, creación de partidos políticos; conquistas laborales; guerras internas y externas; paulatinos espacios para la mujer; la internalización del país y hemos compartido con migrantes de distintas nacionalidades que han aportado con sus capacidades a esta nación, haciéndola suya como la de origen. En la conmemoración de estos 200 años debemos reflexionar mirando hacia el pasado, reconociendo en él los aciertos y los desaciertos para construir un mejor país en el futuro.
Esta conmemoración es una invitación a reconocer nuestros ancestros de origen, la de los pueblos originarios y los moros andaluces; los católicos y protestantes; los conservadores y los liberales, absolutamente todos, porque somos un país mayoritariamente de mestizos e inmigrantes. Es también una ocasión para revalorar lo que nuestros antepasados construyeron y nos legaron, como el patrimonio material e inmaterial; los símbolos patrios; nuestros héroes y nuestra historia, para enorgullecernos y cuidar que se mantengan ciertas tradiciones hilvanadas en el tiempo, que nos otorgan identidad.
Debemos construir la patria pensando en los próximos 200 años, escribir pensando en ello, trabajar para trascender en un horizonte no menor a esa cifra, para que otros chilenos del futuro, mantengan en los Anales de la República, viva la gesta de un puñado de valientes que soñaron, pensaron que podían, se atrevieron y lograron la hazaña de la Independencia Nacional de España, firmando un pergamino en 1818. Desde ese día en adelante, todas las posibilidades estaban dadas para Chile y las siguen estando.
Alicia Romero Silva Licenciada en Historia.