Los "herederos" de Don Vicente y su rol en la creación de la CORFO
LA OTRA HISTORIA. Tras el deceso del Intendente, sus dos "delfines políticos" fueron Armando Martín Villalobos, alcalde de Chillán y luego diputado, y José Francisco Urrejola, entonces Presidente de la Cámara de Diputados. Inspirados por su mística de servicio público, una década más tarde propiciaron el nacimiento de la Corporación de Fomento a la Producción.
Don José Francisco Urrejola fue un testigo directo de los principales hechos políticos de nuestro país durante las cuatro décadas que participó en ella y bien pudo haber escrito un libro autobiográfico narrando esos hechos y explicando los detalles en que ocurrieron, los que hoy suelen ser un enigma para los actuales historiadores y cientistas políticos.
Uno de ellos es como poder explicar que dos parlamentarios de la derecha de ese entonces, a los cuales por estricta orden de partido se les había ordenado votar en contra, desobedeciéndolas tácitamente, votaron a favor de un proyecto propuesto por un Gobierno de izquierda. La causa de esto se relaciona con don Vicente y la consecuencia fue la creación de la CORFO.
Entierro de don Vicente
Para poder entender esto deberemos retrotraernos en el tiempo y viajar hasta nuestro cementerio local, ubicado en la salida oriente de la ciudad, en el camino que llevaba a la localidad de Quinchamalí.
El mediodía del domingo 24 de marzo de 1929 se encontraba repleto de gente que se agolpaba frente al mausoleo donde se depositaría la urna de don Vicente, que había sido trasladada presidiendo una larga procesión desde el Templo de los Carmelitas, lugar en el cual se había realizado a media mañana su misa de réquiem. Aprestándose la multitud a escuchar a los múltiples discursantes encargados previamente que se dirigirían a la multitud para despedir sus restos mortales
Entre ellos estuvieron sus dos "delfines políticos", uno era alcalde de Chillán de esa época, don Armando Martín Villalobos, y el otro el Presidente de la Cámara de Diputados, don José Francisco Urrejola Menchaca, en los cuales don Vicente había grabado a fuego después de largas conversaciones y con su propio ejemplo en el servicio público y actuar político que había desarrollado como Intendente de Provincia, mostrándoles que al estar en esta labor siempre se debería sobreponer, con honor y entrega, los intereses del país por sobre los intereses personales, partidistas y políticos.
Don Armando Martín tomó la palabra después que el Intendente de la provincia, don Emilio Günther Ulbich, lo hiciera en representación oficial del Gobierno de don Carlos Ibáñez, para despedirlo en nombre de la ciudad de Chillán. Don Armando, en esa fecha de 38 años, había nacido en la misma ciudad, sobrino de don Ismael Martín Mieres (el intendente anterior a don Vicente), casado con doña Eufrosina Sánchez, tenía seis hijos. Era treinta y tres años más joven que don Vicente, quien lo había formado con los ideales del partido Liberal y del servicio público. Había sido regidor y luego elegido alcalde de Chillán. Llegaría a ser Intendente de la provincia de Ñuble, al igual que su tío y el mismo don Vicente, y luego elegido diputado por la 16ª Agrupación Departamental de Chillán, Bulnes y Yungay por el período 1937 a 1941.
En tanto, Don José Francisco Urrejola Menchaca, al cual ya mencionamos en el artículo del sábado pasado, habló al final, siendo uno de los que lo despidió en nombre de la familia. Don "Pancho" tenía a esa fecha 47 años, era diputado por la 16ª Circunscripción Departamental de Coelemu, Talcahuano y Concepción, y fungía además en ese momento como Presidente de la Cámara de Diputados.
Mis abuelos, Olimpia y Víctor, que estuvieron presentes en esa ceremonia fúnebre, escucharon de ambos dar su emocionado y firme testimonio de cómo don Vicente había inspirado en sus vidas políticas y de servicio público la mística de sobreponer por sobre todo los intereses de la provincia y los de la Nación, sin imaginar siquiera que una década más tarde el destino "les cobraría la palabra" al juntarlos en el parlamento cuando se discutía la creación de la CORFO.
Formación de la CORFO
Media hora antes de la medianoche del martes 24 de enero de 1939 se produjo un gran terremoto en la zona central, entre Talca y Bío Bío, de 8.3 grados en la escala de Ritcher y cuyo epicentro fue Chillán, provocando en la zona más de treinta mil muertos y una gran destrucción.
Gobernaba el país don Pedro Aguirre Cerda con el Frente Popular, coalición política de izquierda similar a los frentes populares que gobernarían Francia y España, en la que su principal característica era el surgimiento de opciones de la izquierda revolucionaria que inspiraban a los partidos Comunista y Socialista, y que era apoyado por los radicales, que constituían el principal eje de esa coalición.
La destrucción provocada por este gran movimiento telúrico hizo que el Presidente Aguirre Cerda enviara al parlamento al mes siguiente los proyectos de Ley N° 6.434, en el que se proponía la formación de la Corporación de Ayuda, Reconstrucción y Auxilio, entidad destinada a la recuperación de las zonas afectadas por el terremoto y el N° 6.640 proponiendo la creación de la Corporación de Fomento a la Producción (CORFO), entidad que impulsaría el fomento productivo y la industrialización del país mediante la intervención del Estado, autorizándose para su financiamiento la contratación de empréstitos, un aumento general de impuestos, un empleo adicional a las utilidades del cobre y el empleo transitorio de los fondos asignados al servicio de la deuda externa, con lo cual se formarían grandes empresas tales como: Endesa, Enap, CAP, Iansa, Madeco, Insa, Entel y TVN.
Los partidos de derecha, como el Conservador y el Liberal, contaban con mayoría parlamentaria en ambas cámaras y siendo de oposición a los partidos del reciente Gobierno del Frente Popular, tenían estrictas órdenes de partido de votar en contra del proyecto de ley Nº6640 de la CORFO. Pero el proyecto fue aprobado en la Cámara de Diputados gracias al voto disidente de don Armando Martín, que no tan solo era liberal, sino que además en ese momento era el Presidente de su partido.
Argumentó después su voto diciendo: "Que la creación de la Corfo favorecerá el desarrollo del país y por este motivo no se podía desechar por el simple hecho de ser iniciativa de otro partido político".
Ya aprobado en esta cámara pasó al Senado para su discusión y votación, la que le tocaría presidir a "don Pancho" por estar reemplazando al también conservador don Miguel Cruchaga Tocornal. Según le contaba a mi abuelo, una vez realizada la votación se contaron uno a uno los votos produciéndose un empate con igual cantidad de los que lo aprobaban y lo rechazaban, por lo que se indicó una tensa segunda votación.
En el momento del nuevo escrutinio se pudo constatar con sorpresa que existía ahora disparidad de votos, con uno demás que permitiría aprobar el proyecto y que a su vez antes había votado en contra. Ese voto disidente era el de "don "Pancho.
Citación a la Moneda
Habiendo sido promulgado el proyecto el 29 de abril, fue citado al día siguiente al despacho presidencial por don Pedro Aguirre Cerda, el que se mostró muy agradecido por su actitud, reconociéndole hidalgamente que gracias a su voto disidente había sido posible la creación de este proyecto tan ansiado, el que sinceramente esperaba fuera rechazado porque sabía que su coalición política tenía la mayoría de los votos y, por lo mismo, tenía una nula aprobación de este proyecto. Sorprendido por lo ocurrido, algo inusual en la política nacional, le preguntó derechamente el por qué lo había hecho y se mostró el Presidente deseoso de recompensarlo.
Sin esperar su respuesta, le preguntó cuál era el favor político que pedía para sí en retribución. "Don Pancho", en forma muy respetuosa y escueta, le contestó que había actuado así porque consideraba que este era un gran proyecto que haría grande a su país y que por lo mismo no pedía ni le exigía nada para sí. No comprendiendo su negativa, el Presidente le insistió en solicitarle que le pidiera alguna retribución.
Don "Pancho", guardando silencio, le hizo una pequeña reverencia de despedida agachando la cabeza para proceder a girar y comenzar a retirarse. En eso escuchó la voz del Presidente pidiéndole que no se retirara aun, ya que a pesar que nada pedía para sí, él le concedería un regalo. "Sé que usted tiene una lechería en el sur, en el camino que va de Chillán a Cato, que en invierno es intransitable por el barro y la lluvia; daré órdenes de inmediato para que lo arreglen y ripeen a la brevedad".
Don Pancho se lo agradeció en silencio y se retiró del gabinete presidencial. Pocas semanas después de esto comenzaron estas faenas, sin que los habitantes de esa zona supieran la causa del arreglo de este camino que comunica Chillán con Tres Esquinas, el que hoy, mucho tiempo después, ya luce pavimentado. Mi abuelo que tenía fundo al lado oriental del de "don Pancho" fue uno de los beneficiados y cuando niño me daba testimonio de ello.
Podemos parafrasear entonces lo dicho un día por Vicente Méndez, quien antes les había entregado esta mística diciendo: "Dos parlamentarios de la Región del Ñuble bien dirigidos pudieron hacer de este Chile una gran República".