Sol, playa, compartir con los amigos, son los panoramas más comunes para la gran mayoría de las personas en época estival. Sin embargo, existe otro grupo que prefiere dejar los trajes de baño o las toallas para vestirse con el traje solidario, actitud cada vez menos frecuente en la sociedad que vivimos, marcada fuertemente por el individualismo.
A pesar de ese diagnóstico desalentador, hay diversas instituciones, tanto educativas como de índole social, que entregan alternativas para poder tender una mano amiga a quienes lo necesiten.
Esperanza Leiva, alumna que egresó recientemente de enseñanza media del colegio Seminario Padre Hurtado, es enfática a la hora de explicar el por qué se inclinó por ser un ser solidario. "Independiente que en pleno verano pudiera estar disfrutando una playa o descansando, prefiero compartir y colaborar, me gusta ayudar a quien lo necesita", comenta.
El 2017 se sumó a la Operación Padre Hurtado en el sector Pangal del Laja (Yungay), donde trabajó en levantar una nueva casa a un vecino del lugar, muy dañada por el paso del tiempo. "Y además le ordenamos el entorno. Realmente es algo muy gratificante, ya que el señor que vivía ahí estaba muy emocionado, estaba contento, esa sensación no se paga con nada", aseguró Leiva, quien es líder de una de las tres comunidades que viajarán a Ránquil entre el 3 y 10 de enero de 2019.
Acercarse a comunidad
Hace 20 años que el establecimiento viene realizando la Operación Padre Hurtado (OPH), un voluntariado en el que postulan para participar estudiantes de II a IV medio y en el que se trabaja todo el año a través de talleres de formación a cargo de los profesores asesores con la finalidad de preparar a los jóvenes para misionar y conectarse con la comunidad que visitarán.
"El objetivo fundamental de la Operación Padre Hurtado es fortalecer la formación integral de los estudiantes de enseñanza media por medio de experiencias que le permitan desarrollar una acción de solidaridad, pudiendo reflexionar sobre los alcances que tiene para la vida comunitaria valores como la solidaridad, la cercanía y el compromiso social con zonas vulnerables y el desarrollo de competencias como el trabajo en equipo y el liderazgo", precisó Diego Vallejos, coordinador de la Operación Padre Hurtado, que este año contará con 57 voluntarios, divididos en tres comunidades que trabajarán con tres familias y construirle pequeñas viviendas, además de hacer trabajos con la comunidad, entre el 3 y 10 de enero próximo.
Techo Chile
Hace siete años que Techo Chile tiene presencia en Ñuble (actualmente en Chillán, Bulnes y San Carlos), organización que trabaja durante todo el año (salvo febrero) y cuya principal tarea apunta a ayudar a que las familias que vivan en campamentos puedan obtener soluciones habitacionales. En la nueva región cuenta con 50 voluntarios de forma permanente, quienes trabajan con 108 familias, divididas en seis comunidades.
Este año, los Trabajos de Verano 2019 se realizarán en la comuna de San Nicolás (desde el 22 al 30 de enero), donde llegarán más de 150 voluntarios para levantar un total de 14 viviendas transitorias.
Víctor Torres (21), estudiante de Ingeniería Ambiental de la Universidad de Concepción, hace un año y medio que pertenece a Techo Chile, y será una de las personas que estará a cargo de la intervención que se hará en San Nicolás.
Aunque desde pequeño tenía conocimiento de la existencia de Techo-Chile, fue tras ingresar a la universidad y participar de una captación de voluntarios que se interesó.
Y el balance según Torres es más que positivo, principalmente por el impacto que genera su labor en la gente. "Ayudar a personas y que te agradezcan por lo que haces de manera voluntaria no tiene precio. Logré ser coordinador de la comunidad Río de Aguas Vivas en el Puente Ñuble (viven 16 familias), así que estoy muy contento con lo que hago", afirmó.
Cambio de vida
Romina Baeza es estudiante de cuarto semestre de servicio social. Actualmente dirige a los coordinadores generales de las comunidades, apuntando a resolver el problema habitacional de las familias.
Hace poco más de tres años se hizo voluntaria de Techo Chile. Si bien había seguido con interés a la organización, fue hasta el temporal que afectó el 2015 al norte de nuestro país, que se motivó a ser un miembro activo. "Tras el aluvión que afectó a Copiapó se informó que Techo requería voluntarios y me inscribí. Fueron cuatro días intensos, de mucho trabajo en terreno, donde pude palpar la magnitud de la tragedia", recordó Baeza.
Aunque fue una experiencia límite, significó un giro en la vida de Romina, quien comprendió que quería dedicar su vida a lo social, a ayudar a los demás. Lo anterior se tradujo en cambiarse de carrera, pasando de técnico en odontología a servicio social. "Han sido tres años muy satisfactorios en lo personal como profesional. Hasta antes de trabajar comunitariamente estudiaba una carrera del área de la salud y cuando ingresé a ese mundo, supe que lo social era lo mío", enfatizó Romina Baeza con un dejo de satisfacción.
Si bien está consciente que la actual sociedad está marcada por el individualismo, Baeza se confiesa feliz con la decisión que ha tomado, ya que la labor que hace en Techo Chile ha sido un importante bálsamo desde el punto de vista espiritual.
"Hay una gran retribución, un cariño inmenso por parte de la gente a la que ayudamos. El seguir el proceso hasta que logran conseguir su solución habitacional me llena de felicidad, además mi familia está orgullosa de lo que hago", remarcó.
Misión al sur
Entre el 26 y 31 de diciembre, 15 alumnos de primero a cuarto medio más cuatro profesores del Colegio Teresa de Los Andes de Bulnes partirán a misionar a Trumao, sector rural ubicado a 12 kilómetros de La Unión (región de Los Ríos). "Este es un grupo que se formó este año, siendo su primera misión en el sector de Guacamalá (Quillón). Fue algo bonito, de hecho hace un par de semanas volvimos por el día y fue un muy bonito momento; sin embargo, ahora se optó por salir de la región para que los chicos tengan otra experiencia y además la comunidad a la que vamos conozca nuestra labor", remarcó Geraldine Carrasco, profesora, encargada de misiones y movimiento juvenil del establecimiento.
En relación a la forma cómo se relacionarán con los habitantes de la zona que visitarán, Llanos precisó que se harán visitas. "La idea es interactuar, conversar mucho con ellos, sobre su realidad, enfocados desde la perspectiva de nuestro establecimiento, que es católico, considerando que se trata de una zona rural, que tiene poco contacto entre ellos y con el resto de la comunidad, ya que solo tiene locomoción dos veces al día y no hay negocios cerca", detalló Carrasco, respecto a la labor que llevarán a cabo durante su visita misionera.
Encuentro Regional de voluntariado
En la Casa de la Cultura de Chillán Viejo tuvo lugar durante la semana pasada el Primer Encuentro Regional de Voluntariado, organizado por Injuv Ñuble. La instancia que convocó a más de una treintena de jóvenes de distintas agrupaciones sociales y educativas de la región, busca generar un espacio de formación sobre el rol de los jóvenes como ciudadanos globales comprometidos en causas comunes como los 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible establecidos por la ONU.
En el encuentro, se conocieron detalles de la Agenda 2030, que deberá guiar las decisiones de los gobiernos durante los próximos 15 años a fin de fortalecer la paz universal dentro de un concepto mucho más amplio que incluye la erradicación de la pobreza en todas sus formas y dimensiones; así como asegurar el progreso social y económico sostenible en todo el mundo.
Doris Osses, seremi de Desarrollo Social, sostuvo que el voluntariado es tarea de todos. "El Presidente Sebastián Piñera nos ha pedido que difundamos entre la juventud los objetivos de Desarrollo Sostenible y eso es lo que hoy han podido conocer nuestros jóvenes, mediante capacitaciones y talleres con los voluntarios".
"Han sido tres años muy satisfactorios en lo personal como profesional. Hasta antes de trabajar comunitariamente estudiaba una carrera del área de la salud y cuando ingresé a ese mundo, supe que lo social era lo mío".
Romina Baeza
Zonal General Techo- Chile."
Campaña para recolección de fondos
Con la finalidad de recaudar los fondos necesarios para financiar los Trabajos de Verano 2019, Techo-Chile lanzó su campaña de Navidad "X un techo para todos", la que se extenderá hasta el 31 de diciembre. El destino del dinero recibido será para construir un total de 100 viviendas transitorias para familias que se encuentran en situación precaria, tales como; allegamiento, alto hacinamiento y casas de materialidad irrecuperable. "En esta navidad soñamos con un techo para todos, por ello, esta campaña busca construir 14 viviendas con sistemas de recuperación de aguas en la comuna de San Nicolás, en la región de Ñuble", precisó Pablo Marinao, director regional de Techo-Chile. Las donaciones pueden ser gracias a la plataforma de recaudación Mercado Pago, con montos fijos desde los $5.000.
ENRIQUECEDOR
Trabajos voluntarios
Más allá de lo importante que resulta cultivar la solidaridad, el realizar trabajos voluntarios sin duda va enriqueciendo a la persona, permitiéndole desarrollar distintos valores y habilidades que en el transcurso de su vida serán claves para alcanzar un desarrollo integral. A juicio de Claudia Hernández, psicóloga y docente de la Universidad Pedro de Valdivia, "desde el punto de vista humano es muy enriquecedor pues entrega la posibilidad de ir cultivando otro tipo de valores como son la empatía (ponerse en el lugar del otro), y quizás el más importante es que les permite darse cuenta que no todo en la vida pasa por obtener una compensación económica, sino que también existe la satisfacción asociada al ayudar", aseguró Hernández, quien agregó que "este tipo de experiencias es un acercamiento importante para los futuros profesionales a contextos de vulnerabilidad, lo que permite desarrollar habilidades para desenvolverse en espacios donde hay muchas carencias", sentenció la docente universitaria.