Alvaro Alarcón Bustamante.
"Hoy mi hija se licenció y tiene una compañerita que tiene capacidades diferentes, era el día más hermoso y Tiaré no pudo licenciarse, ¿por qué me pregunto yo? "Por ser diferente?". Con estas palabras expresó su indignación en redes sociales María Alejandra Moraga, apoderada del octavo año de la Escuela Reino de Suecia de Cobquecura, por la situación que afectó a una menor con necesidades educativas especiales quien no acompañó a sus compañeros en el acto.
La titulación de los alumnos se llevó a cabo el pasado 12 de diciembre, donde todo el curso recibió su acreditación académica, menor T.T.G.
Lo ocurrido fue refrendado por Víctor Seguel, kinesiólogo que trabajó durante el período comprendido entre los años 2014 a 2015 en el programa Integración. "Esta niña el día de la ceremonia fue invitada a participar de ella junto a sus padres (inclusive participando de los ensayos); sin embargo el día en cuestión, al momento de subir al escenario a recibir su diploma de egresada, esto no aconteció, dejándola al margen y sin explicación para los padres", relató.
María Moraga relató la historia en su Facebook y de inmediato reacciones de repudio antes esta presunta discriminación se multiplicaron, a tal punto que la Municipalidad de Cobquecura debió emitir una declaración pública. En ella, el Daem aclaró: "No es efectivo que en el acto de licenciatura de enseñanza básica se haya incurrido en un acto discriminatorio, por cuanto la alumna que se indica forma parte del Programa de Integración Escolar, que según la Ley de Educación tiene un sistema distinto de evaluación y egreso, situación que la familia de la alumna conoce, ya que ella forma parte de un sistema especial de educación, que no es igual al de los demás alumnos, según lo establece el Programa de Integración Escolar", sostienen. Desde el Daem añaden que "si bien a principios de este año se le informó a sus padres que ella ingresaría al aula laboral del liceo, que es el equivalente a primero medio, esto no fue posible, ya que según el Decreto ley Nº87 que fue modificado en el mes de junio de 2018 se estableció que la edad mínima para ingresar al aula laboral sería de 16 años, y en este caso la alumna no tiene aún esa edad".
Pese a esta explicación, el profesional médico Víctor Seguel expresó "que el actuar de la autoridades de la escuela deja mucho que desear, puesto que si había una irregularidad esta debía haber sido advertida antes del día de la ceremonia y no ese día. Estos hechos no pueden ocurrir, sobre todo tratándose de una menor". dijo enfático el kinesiólogo.
"Mea culpa" del alcalde Julio Fuentes
Producto de este caso la autoridad manifiesta que el error que se cometió como municipio fue "no ser lo suficientemente claros en entregar el mensaje a la comunidad educativa, es decir, a qué apuntan las políticas de integración en el área educacional". Por lo mismo, y como una gran lección -dijo-, es que para el próximo año escolar una de las tareas será darlo a conocer a todos los estamentos del área, porque no quieren que se vuelva a repetir una situación de esta índole, sobre todo "porque si hay algo que esa administración combate es la discriminación en todas sus formas", concluyó el edil.