En la era del big data
Señor Director: El manejo del big data, o grandes fuentes de datos, es vital para la toma de decisiones estratégicas tanto a nivel de empresas, organismos sin fines de lucro e instituciones del Estado. Prueba de ello, por ejemplo, lo constituye el último Informe de Política Monetaria presentado por el Banco Central que incluyó un análisis exhaustivo del mercado laboral chileno, el que históricamente ha sido desarrollado por el Instituto Nacional de Estadísticas (INE), entidad coordinada por el Ministerio de Economía.
Más allá de la discusión acerca de la gobernanza en el análisis de los datos, es importante relevar que, precisamente los datos de empleo desarrollados por el INE se derivan de encuestas a personas, mientras que los presentados por el Banco Central se derivan del manejo de big data de fuentes secundarias, la cual minimiza los errores en cuanto a sub o sobre declaración, tamaño de la muestra, factores de expansión, etc.
Es claro que el big data llegó para quedarse, pero con ello, aumentan los desafíos para la ingeniería en control de gestión. Son los profesionales de ésta área los que logran dominar big bata a través de la recolección, control y análisis de datos, pudiendo reducir las asimetrías de información para una correcta, estratégica y oportuna toma de decisiones en las organizaciones.
No es casual que, en el último tiempo, el mercado laboral esté premiando a estos ingenieros con una mayor variedad de fuentes laborales y con un crecimiento sostenido en sus tasas de salarios y empleabilidad.
María J. Becerra, Directora Economía y Administración, U. Central .
Utilización de la Navidad
Señor Director: En esta pasada navidad, con todo el tema valórico y espiritual asociado a la misma, no deja de llamar la atención la campaña descarada de relativismo moral y postverdad sostenida por el alcalde comunista Daniel Jadue y la llamada Federación Palestina de Chile. Esta última, la que supuestamente está integrada por descendientes de palestinos cristianos perseguidos y desplazados del Medio Oriente justamente por sus creencias por parte del imperio turco otomano.
¿Cómo es posible que siendo descendientes de tales defiendan e intenten tergiversar descaradamente la realidad reafirmando el relato de post verdad sobre qué Jesús "fue palestino"? ¿Acaso no saben que ONGs cómo Open Doors Watch clasifica a los Territorios Palestinos como el país Nº26 donde los cristianos son perseguidos por los terroristas islámicos de hamas? ¿Conocerán al padre cristiano palestino Gabriel Naddaf, quien ha denunciado la persecución sistemática de árabes cristianos por parte de hamas que durante la pasada navidad incluso prohibió cualquier tipo de celebración en Gaza?
Cuando justamente se debate sobre el negacionismo, esta federación debería colocar justamente las barbas navideñas en remojo, pues es justamente en el estado de Israel, la única democracia que ha desarrollado estándares OCDE del Medio Oriente, donde la población cristiana no solo se ha mantenido incólume y libre, sino que además manifiesta un crecimiento sostenido a diferencia de todos los países árabes del Medio Oriente.
Francisco Sánchez, Historiador.
El valor de la inclusión
Señor Director: En la actualidad, en el discurso se han cambiado los conceptos de integración e inserción al término de inclusión. En estas líneas intentaré reflexionar sobre este último término. No son tan solo palabras que cambian, ni tampoco son cambios para una misma expresión, debemos entender que cuando hablamos de inclusión, se pretende generar sociedades que sean equitativas, que brinden las mismas oportunidades a todas y todos; siendo así una sociedad más justa con las personas que la integran.
Cuando una persona presenta una situación de discapacidad e intenta desplazarse por las calles ya sea utilizando un bastón (para personas ciegas o para la marcha), un andador, una silla de ruedas o cuando un padre o una madre pasea a su hijo en el coche, se presentan dificultades. Peor aún en el caso del transporte público. En general, quienes utilizan este tipo de apoyos tienen grandes desafíos, sin embargo, esto no es el mayor de los problemas, lo más complejo es la forma de construcción social que hemos estructurado como sociedad.
Las barreras arquitectónicas son fáciles de modificar. Desde el punto de vista económico, tal vez no sea posible en el corto plazo, pero sí en un mediano o largo plazo a través de ajustes razonables o construyendo con una visión inclusiva. Aquello se ha potenciado a través de las últimas ordenanzas de construcción, con esto me refiero a la modificación de la Ordenanza General de Urbanismo y Construcción que fue promulgada en el 2016.
Mientras no tengamos claro que todos somos iguales en nuestros derechos y deberes, y que somos indispensables para la sociedad, donde cada uno cumple un rol en el entramado social no seremos una sociedad inclusiva. En definitiva, seremos una sociedad inclusiva cuando entendamos que todos somos igualmente necesarios y merecemos y debemos tener las mismas oportunidades.
Maximiliano Merino S., Terapeuta ocupacional y académico de la USS.