Altos índices de obesidad infantil
La mala alimentación y el menor tiempo de actividad física y deportiva están incidiendo en la salud de los escolares de corta edad.
La Región de Ñuble fue incluída por primera vez en el Mapa Nutricional" que realiza la Junta Nacional de Auxilio Escolar y Becas (Junaeb) para medir los niveles de malnutrición por exceso entre los escolares desde prekínder hasta primer año medio. Para la medición, correspondiente al año 2018 y que abarcó a 9.025 establecimientos educacionales de todo el país, se incorporó a escolares de quinto año básico, donde precisamente la Región de Ñuble mostró los indicadores más complejos de sobrepeso y obesidad.
En la Región de Ñuble, se midió a más de 28 mil alumnos de prekínder, kínder, 1º básico, 5º básico y 1º medio. Según el Mapa Nutricional, el territorio se ubicó por sobre la media nacional en cuando a indicadores de malnutrición por exceso, pero en especial en el nivel de 5º básico -es decir en alumnos de 10 años de edad- donde uno de cada tres escolares (33,3%) se encuentra en situación de sobrepeso y prácticamente uno de cada cinco niños (23,4%) sufre de obesidad.
A modo de comparación, la tasa de obesidad en países de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) alcanza al 19,5%, mientras que en Chile esta se eleva a 25,1%.
Si bien los expertos apuntan a la calidad de la alimentación de nuestros niños, caracterizada por un componente común de carne de cerdo o alimentos altos en grasas saturadas, como un factor gatillante de estos mayores niveles de sobrepeso y obesidad, también se reconoce que en los últimos años puede haber influido un factor ambiental todavía más riesgoso que el anterior: la contaminación.
Como se recordará, Ñuble lleva desde el año 2016 con restricciones para la práctica de educación física o actividades al aire libre en los meses de otoño e invierno en que la autoridad decreta Preemergencia o Emergencia Ambiental en virtud de la mayor concentración de material particulado en el aire. Esto al parecer estaría redundando en que los escolares tengan menos horas de actividad física a la semana y por consiguiente menos herramientas para combatir el sedentarismo. Sin duda que se trata de una nueva voz de alerta, tanto para la comunidad como para sus autoridades, en cuanto a tomar conciencia de los efectos cada vez más adversos de la contaminación en la calidad de vida de los ñublensinos. En consecuencia, este es un tema que se debe abordar desde su multicausalidad y comprometer un mayor protagonismo de programas como Elige Vivir Sano y fomentar la actividad deportiva en la naciente región.