Pese a que nuestro país está considerado entre los más contaminados del continente, principalmente en los meses de otoño-invierno debido al mayor uso de la leña como combustible para calefaccionar los hogares, no existe todavía un marco regulatorio que fije estándares de calidad y que además privilegie un mercado formal y transparente.
Según la Casen 2013, entre las regiones de O'Higgins y de Aysén, que concentran el 36% de la población nacional, el 74% utiliza la leña para calefacción y cocción. Pese a que en 2016 el gobierno de la Presidenta Michelle Bachelet promulgó la Política de Uso de la Leña y sus derivados para Calefacción, que entre otros aspectos se propuso impulsar un proyecto de ley para declarar a la leña y sus derivados como combustibles sólidos (y por lo mismo, afecto a regulación y fiscalización), finalmente no alcanzó todos sus objetivos.
Este año, la ministra de Energía, Susana Jiménez, anunció que dentro del primer semestre el ejecutivo enviaría a trámite legislativo un proyecto de ley para regular mercado de la leña en zona central y sur, el cual establecerá exigencias técnicas y estándares de calidad obligatorias para los biocombustibles sólidos y los procesos para obtenerlos.
Precisamente el mercado informal de venta de la leña es uno de los factores que influyen en los altos niveles de contaminación atmosférica en las ciudades del sur del país.
En Ñuble, la realidad es muy clara. Mientras que el municipio de Chillán mantiene en sus registros oficiales a 71 vendedores de leña, 28 de los cuales poseen patente municipal, solo tres se encuentran debidamente certificados, es decir, que cumplen con la norma de comercialización de leña con menos del 25% de humedad exigido. En el municipio de Chillán Viejo, en tanto, solo un vendedor registrado y con patente, pero se estima que existen más de 15 irregulares. La nueva normativa que propondrá el Gobierno entregará a un organismo del Estado el controlar el cumplimiento de la regulación aplicable a los biocombustibles sólidos.
Desde el ámbito municipal, los encargados de Medio Ambiente han privilegiado en los últimos años la educación ciudadana, lo que desafortunadamente no ha tenido los efectos esperados, o bien, estos constituyen un proceso más lento. Desde la Seremi del ramo, en tanto, esperan concretar este año el recambio de 6 mil calefactores, lo que -aseguran- tendrá un impacto inmediato en la reducción de hasta un 30% en los niveles de material particulado fino y más peligroso para la salud de las personas.