Esta vez comentaremos la obra de un profesor chillanense, Harold Durán Rivas, en sus tres ámbitos, empezando por Chillán, siguiendo por Suecia y de vuelta a Chillán. Nació en Chillán en 1949. A los 19 años, en 1968, egresó de la Escuela Normal de Chillán con el título de profesor primario, que le permitió comenzar a trabajar en Bulnes. Desde muy joven comenzó a escribir versos, pero sólo editó su primer libro "El Túnel" en 1968 y el segundo "Poemario Ingenuo" en 1982. Dos libros que le permitieron recibir las primeras expresiones de reconocimiento. Después de tales fechas, en 1973, había comenzado a estudiar Sociología en la Universidad de Concepción, estudios que debió abandonar por imperio del gobierno dictatorial que se instaló en el gobierno.
En 1973 decidió buscar un nuevo destino y se trasladó a Suecia, país que lo acogió, como a tantos otros chilenos, asilo, que le permitió a nuestro joven profesor incorporarse a la actividad literaria que era su vocación. Se integra a grupos literarios. Si en 1982 era halagado en Chillán por sus dos libros, eso también comienza a ocurrir en su nuevo país. Participó en un concurso internacional del semanario "Liberación" de Malmö de Suecia, donde obtuvo el Premio Poesía 1993 de la revista Syforfataren Centrum. Otra distinción destaca la revista Lund por el libro en sueco Faltkposteny, primer premio en el concurso Escandinavo de Literatura 1997 de la Casa Cultural Chilena y embajada de Chile en Noruega para latinoamericanos residentes en los países escandinavos. También ha recibido premios en 1997, el Estipendio anual del Fondo de Escritores de Suecia y el Premio Cóndor, Mención Literatura, galardón que Chilemska Rutfuundet otorga a chilenos que destacan en Suecia. Últimamente en Chile 2009 ha obtenido la beca Nacional de Creación Literaria FONDART y el Primer Premio de Relatos Campesinos del Ministerio de Agricultura.
Cuando Harold editó sus dos libros primeros en Chillán, recibió una halagadora felicitación de una de sus exalumnas de Bulnes, de María Paulina García, que ya cursaba la enseñanza media en el Colegio Concepción. El siguiente párrafo de su carta, evidencia su admiración por su profesor, cuando le escribe: "¡Qué lindo sería que se cumpliesen los sueños de las personas que escriben con el corazón! No todas las personas disponen de esa capacidad, que él expresa en su libro: "Poemario ingenuo", libro lleno de gracia y encanto."
Ahora Harold ha regresado a Chillán y tiene talleres gráficos propios, donde está imprimiendo lo que escribe. Últimamente ha recibido reconocimientos en Chile, como es el caso de FONDART y por primera vez ingresa a la narrativa, con una novela, que él tituló "Alma", del cual tuvo la gentileza de regalarme un ejemplar, que comentaré más adelante.
Por Carlos René Ibacache I. Miembro Correspondiente
por Chillán de la Academia Chilena de la Lengua.