Zona de sacrificio
Señor Director:Con impotencia y dolor, los habitantes del sector Chillán a Confluencia nos estamos viendo perjudicados por los megaproyectos de empresas de áridos, quienes ante el tremendo negocio que este representa para sus dueños están depredando de manera irreversible la rivera del Río Ñuble frente a los pueblos y villorrios de El Huape, Rinconada Huechupín, Quinchamalí y Confluencia.
El jueves pasado tuvimos la presencia del seremi de Medio ambiente, señor Patricio Caamaño -visita solicitada por los dirigentes organizados-, para que en terreno se percatara de las irregularidades que la empresa allí comete, con la asistencia también de los medios de comunicación. Nadie dice que el progreso llegue y que para esto tengamos que ser lo habitantes rurales los que paguemos los costos de este progreso, solo pedimos en justicia que este costo sea respetando y cautelando las medidas de protección al medio ambiente, flora y fauna que allí el sector cobija.
El proyecto en cuestión habla de 103 Hás. y a vista de los habitantes el daño que está causando es irreversible e impresentable solo en nombre del "Poderoso dinero", emulando al libro del conocido periodista Daniel Matamala, quien justamente habla de la relación de este con la política.
Desde un tiempo que vengo diciendo que nuestro sector, al que se está proponiendo a la UNESCO declare como pueblo Patrimonio de la Humanidad", se está convirtiendo en una zona de sacrificio, como Quintero-Puchuncaví. Son varias la empresas ya instaladas que extraen material del río, más un nuevo mega proyecto presentado en el sector de Quinchamalí -Confluencia que abarca 403 Hás. y del cual la ciudadanía tiene completo desconocimiento y tampoco ha sido informado como establece la ley -según palabras del seremi- por el SEA (Servicio de Evaluación Ambiental). Esperamos que el jefe de esta unidad, recientemente nombrado, tenga a bien cumplir con ese mandato, reuniéndose con los habitantes en reunión ampliada para dar a conocer e informarnos de este proyecto, tres veces más grande que el ya antes mencionado.
Aquí tienen que intervenir todos los estamentos involucrados con este tema y esperamos que así sea para que se haga carne el slogan creado por la autoridad: "Ñuble lo hacemos todos".
María Eugenia Uribe Casanueva.
Trabajo flexible
Señor Director:Con la flexibilidad laboral todos ganamos, porque la iniciativa no es enemiga de la productividad y menos de los derechos de los trabajadores.
De acuerdo a la última encuesta Cadem un 78% de las personas aprueba la idea de dar mayor flexibilidad laboral en las empresas. Disponer de un día libre extra en la semana puede contribuir a la felicidad de los colaboradores, recargar energías y encarar la semana hábil de mejor forma.
El cumplimiento de horario frente a un escritorio, muchas veces no se traduce una mayor productividad. Redistribuir las horas de trabajo puede ser un método eficaz para mejorar los tiempos de entrega, organizar prioridades y en definitiva aumentar la productividad. Así, quienes trabajan mediante estos sistemas podrían optar por incluir modalidades de teletrabajo, porque sin importar el lugar desde dónde se desempeñen, las tareas deben concretarse en plazos determinados.
Modificaciones como estas podrían incidir en que las personas trabajen menos estresadas y con más tiempo para compatibilizar su tiempo libre con el trabajo. Asimismo, favorecería a los empresarios dado que se fomentaría un mayor sentido de pertenencia con su lugar de empleo y un mejor desempeño. Con una modernización como está todos ganamos.
Francisca Matamala.
20 de mayo de 1879
Señor Director:La jornada previa al Combate Naval de Iquique es un momento único en nuestra historia.
Por un lado el bloqueo era efectivo en la rada y los marineros estaban al tanto de la necesidad de mantener operativa las unidades, obviamente motivados por sus oficiales y al tanto que el resto de la escuadra podría estar batiendo a los peruanos en El Callao.
La Esmeralda tenía el problema de sus calderas, innumerables parches preocupaban a Hyatt y evidentemente al comandante Arturo Prat, quien junto a sus oficiales veían y analizaban el sinnúmero de desperfectos que mantenía la embarcación, aunque operativa para entrar a combate.
Condell y su tripulación estaban al tanto de las intenciones de Prat, tal como se lo había hecho a almirante Williams, el abordaje era la opción ante un eventual enfrentamiento para lo cual era clave dispersas fuerzas y no centrar maniobras en la rada de Iquique.
Es así como la antesala de la epopeya del 21 de mayo tenía la claridad de parte de sus comandantes y tripulación del cómo actuar, limitaciones, estrategia y táctica estaban decididas, sin embargo ninguno de ellos sabía que al día siguiente entrarían a la gloria de nuestra historia en Punta Gruesa e Iquique, se vivía el 20 de mayo de 1879.
Francisco Sánchez, historiador.