Después de años de pelear, discutir y, finalmente, llegar a acuerdos, se hizo entrega de los terrenos a la empresa constructora italiana INSO Chile para que construya allí el nuevo Hospital Regional de Ñuble. Fueron años duros, de mucha polémica por la politización del asunto, de oposición por la oposición, de cambios de sistemas de gestión…hasta que la verdad ha permitido salir de aquel túnel repleto de mezquindades.
Que nadie se apunte el tanto. Esta es una victoria de todos los ñublensinos. Es la concreción de un anhelo generalizado, como muchos otros que dieron forma a la lucha por conseguir que la provincia se transformara en Región. Es decir, es un tema transversal que se ha impuesto a las pequeñeces contingentes.
Ahora se inicia la etapa decisiva. Alrededor de 1.200 personas van a desarrollar las labores propias de una enorme edificación, que elevará la calidad de la infraestructura de salud que la nueva Región reclama y merece. Obra que tendrá un coste de casi 200 mil millones de pesos y que se levantará en 128 mil metros cuadrados de superficie. Contará con 14 pabellones y tendrá 530 camas para hospitalización.
La magnitud de las cifras demuestra que se trata de la más importante obra pública que se realiza en Chillán, para atender al medio millón de habitantes de Ñuble.
Y es tan grande la obra, que se van a necesitar por lo menos cuatro años de trabajos, más el tiempo que ya se ha empleado en los estudios de diseños, los cálculos de ingeniería, el análisis del suelo. Paralelamente, la empresa italiana deberá recuperar todo lo de valor arqueológico que se encuentre durante las tareas de demolición, excavación y movimiento de tierras. Lo que ya está asegurado es el rescate de la Capilla San Juan de Dios, que ha sido declarada Monumento Histórico y que ha resistido a los embates de la naturaleza, tan crueles con esta zona geográfica.
Ahora comienza la etapa definitiva. 1.200 trabajadores, muchos de Ñuble, pondrán sus mejores energías para concretar este nuevo sueño que comienza a convertirse en realidad.
En agosto del 2023 deberíamos estar viendo su inauguración. Pudimos haberlo tenido antes, pero nos cuesta ponernos de acuerdo y nos empantana el empeño de unos pocos por rentabilizar -para su pequeñez- un anhelo general. Pero ya lo hemos superado. Ya vemos la luz en el horizonte de este sueño que unió, hace más de 20 años, a un grupo de visionarios que creyeron en la Región. Recordémosles con el respeto y admiración que se merecen.
Miguel Ángel San Martín Periodista