Ley Machucha: ¿Calidad o Caridad?
Señor director: Recientemente la Comisión de Educación de la Cámara de Diputados aprobó el denominado proyecto "Ley Machuca", el cual establece que los colegios particulares deben tener una cuota del 30% de su matrícula para admitir a escolares de los cuatro primeros deciles de ingreso, con el objetivo de promover la integración social. La propuesta plantea que esos escolares serán eximidos, totalmente, del pago de los valores que mensualmente se deban efectuar, así como también de las cuotas de incorporación por lo que el costo de admisión correría por cuenta del propio establecimiento. Nuestro país ya vivió una experiencia similar, puntualmente en la década de los setenta con la iniciativa de integración social impulsada por la Holy Cross.
Algunas de las interrogantes que surgen en el inmediato son: ¿Porqué gravamos a privados con una carga que corresponde al Estado? ¿Tendrán estos establecimiento la sostenibilidad económica para financiar, en el mediano - largo plazo, esta iniciativa? ¿Qué impacto tendrá, en las vidas de los jóvenes pertenecientes a los primeros cuatro deciles que sean favorecidos? ¿Cómo evitamos que sean objeto de bullying al interior de estos establecimientos, en consideración a la fuerte segregación y desigualdad social latente en Chile? ¿Qué sentirán ellos al volver día día a sus hogares?
Si lo que queremos es, verdaderamente, resolver el problema de inequidad en educación, problema endémico de Chile, esta iniciativa lo que hace es reconocerla y reafirmarla. Por ello la solución es de fondo y no es adecuado seguir generando paliativos que den una ilusión de justicia social y que terminen siendo inviables. Debemos, necesariamente, avanzar hacia un sistema de protección educacional , una verdadera educación pública, desde la educación parvularia a la superior, en el cual nuestras niñas, niños y jóvenes, desde sus primeros años de estudio, cuenten con las mismas herramientas y contenidos de enseñanza que los sectores más favorecidos de nuestra sociedad. Estas acciones, que duda cabe, van de la mano no sólo con la mejora del proceso de enseñanza - aprendizaje, sino también con mejoras en las condiciones de los docentes, mejoras en la calidad de la infraestructura de los establecimientos, actividades extracurriculares que enriquezcan la formación. Como país tenemos un desafío: dejar de ver la integración social como asistencialismo o "caridad" y avanzar a una mirada integral de derechos, no es sano como sociedad perpetuar la segregación.
Rafael Rosell Aiquel Rector Universidad Pedro de Valdivia.
Liceo Narciso Tondreau
Señor director: Hace pocos días se ha levantado la voz ciudadana, a través de una treintena de cartas de instituciones, para apoyar y tratar de "salvar" para la cultura de la región, el ex Cine O´Higgins de Chillán, de la demolición parcial o total de un edificio construido en 1952.
También he podido observar y leer que los exalumnos del Liceo Narciso Tondreau, se han expresado por los distintos medios escritos, con respeto, defendiendo con gran cariño y fuerza, la existencia de la institución que nos formó y nos preparó para la Enseñanza Superior, con éxito.
En ambos casos, he apreciado el empoderamiento y la conciencia histórica y patrimonial que revisten estas acciones ciudadanas, donde los manifestantes son las fuerzas vivas de la ciudad.
Reconozco además, que este establecimiento es una institución señera de la República y la más antigua de la Región de Ñuble, no solo en el plano educacional, donde es la octava en el país, sino es la más antigua de todas las instituciones de Ñuble y de Chillán, con 166 años de historia a la que solo le sigue de cerca, el segundo diario de Chile, el cual cumplirá 150 años el 2020, el Cuerpo de Bomberos y el Liceo Marta Brunet.
No he cuestionado la fusión de colegios que está en proceso hace meses, ni tampoco estoy haciendo cuestionamiento de ningún proyecto educativo, porque sobre esa materia no me compete manifestarme, aunque obviamente tengo opinión al respecto, como pedagoga. Lo que estoy haciendo, es manifestarme respetuosamente, en forma proactiva y con justo derecho por ser una ex alumna activa, ante la posibilidad de que quieran "eliminar una institución" con las características y trayectoria del Liceo, porque considero que sería como borrar gran parte de la historia, la identidad y la tradición de Ñuble.
También he podido observar, como historiadora, que las instituciones tienen altos y bajos, durante su trayectoria. No obstante ello, el lograr sobrevivir exitosamente en el promedio de su historia, por casi dos siglos, no lo hace cualquier institución y menos haber formado en sus aulas, en este caso, a un buen número de diputados, senadores, ministros, un vicepresidente de la República, cuatro Premios Nacionales, un Premio Cervantes y una treintena de Premios Municipales.
Alicia Romero Historiadora