Tatiana Aular Aguirre

El Servicio Nacional de Geología y Minería (Sernageomin) ha publicado desde el pasado 17 de septiembre, en promedio, 3 reportes diarios de la actividad del Complejo Volcánico Nevados de Chillán, los cuales se emiten cuando "la explosión alcanza un nivel de energía". "Ya hay un protocolo, un umbral, porque el volcán tiene muchas explosiones, por lo que no hay que acercase al cráter del volcán, porque es peligroso".

Esto lo explicó Álvaro Amigo, geólogo del Programa de Riesgo Volcánico del Sernageomin, quien recordó que el ciclo eruptivo comenzó en enero de 2016. "Éste es un ciclo largo, en enero vamos a cumplir 4 años. Allí empezaron los nuevos cráteres, entre ellos el Nicanor; en diciembre 2017 la emisión del domo de lava, luego la destrucción del domo desde julio de 2018 en adelante. Ahora, en julio de 2019, empezó un aumento de la deformación del volcán, lo que se traduce que alguna masa está llegando a la profundidad del volcán: el magma".

Amigo, doctor en Ciencias de la Tierra en la Universidad de Bristol, citó como ejemplo al volcán de Villarrica, que en días pasados cambió de estado de alerta. "Fue algo que se precipitó muy rápidamente, tuvimos una tarde que comenzó a subir la sismicidad y al otro día tuvimos que hacer el cambio de alerta".

No obstante, el caso de Chillán es opuesto, afirma. "Es un volcán que demora mucho en su actividad, vamos observando paso a paso lo que está ocurriendo al interior".

Para explicar la actividad que ha presentado el volcán desde agosto de 2019, refirió que el nuevo cuerpo que se ha formado es más caliente, tiene más gases, lo que ha generado la actividad explosiva y con ello se ha incrementado la cantidad de reportes.

En ese sentido, extendió un llamado a los usuarios y habitantes de la región, pero sobre todo de las comunas aledañas al Complejo Volcánico. "El volcán es de erupciones largas, el último ciclo fue en la década de los 80 y duró unos 7 años", por lo que supone que se va a tener este escenario por algunos meses más", explicitó.

Amigo aseguró que desde el Sernageomin "vamos a seguir muy atentos, minuto a minuto a lo que pueda pasar. No podemos decir que va a haber lava, que va a haber una erupción, porque puede haber algún cambio interno que haga que esto explote, que salga de manera muy explosiva a la superficie", reconoció.

Desde su visión técnica, el geólogo aseguró que la gente debe estar atenta y que el Sernageomin es vigilante de la actividad del complejo volcánico, por lo que cualquier cambio se dará a conocer.

Recomendó que ante la emisión de materias menores y lava que está enviando el volcán hacia el noreste de la montaña, se mantengan las áreas de seguridad que se han establecido, los cuales determinan 5 kilómetros de distancia hacia las nacientes del río Ñuble y 3 kilómetros hacia el sector de Las Trancas, además de estar atentos a los puntos de encuentro, y estar atentos a cualquier cambio de alerta.

Finalmente, agregó que mientras el volcán se encuentre en este nivel de actividad y se cumplan con las normas de seguridad, en la zona se puede seguir practicando esquí, deportes blancos y las distintas actividades turísticas.