¿El Huevo o la Gallina?
Señor Director:Uno de los temas que ha marcado el debate público las últimas semanas ha sido el llamado a una Asamblea Constituyente como mecanismo para avanzar hacia una nueva Constitución. Algo que bajo el segundo mandato de Bachelet no prosperó, a nivel nacional, con una participación cercana a las 200.000 personas. Muchos de quienes participaron fueron, en su mayoría, funcionarios de gobierno y militantes de los partidos políticos que conformaban la Nueva Mayoría. Lo anterior con un desembolso no menor: más de $2 mil millones fueron destinados al proceso constituyente. Esa fue la apuesta del entonces gobierno para elaborar una nueva Constitución con un sello ciudadano.
Actualmente, y tras el estallido social, el tema vuelve a estar presente en la agenda pública como vía de solución pero, ¿Es necesario, o prioritario, pensar hoy en una nueva Constitución?
Sin lugar a dudas es un tema relevante, pero no necesariamente la metodología sea la más idónea. De hecho el gobierno del presidente Piñera está impulsando una atrevida agenda social, con sentido de urgencia, liderada por el Ministro de Desarrollo Social y Familia, Sebastián Sichel. Este último ha encabezado un trabajo de diálogo y encuentro con diversas organizaciones sociales, partidos políticos, entidades gremiales y sectores productivos como forma de levantar las prioridades ciudadanas de interés con especial foco en la clase media.
Si bien las encuestas dan cuenta que las personas, mayoritariamente, apoyan la idea de una nueva carta fundamental, lo cierto es que los temas de mayor interés para la gente no necesariamente pasan por un cambio de Constitución. De hecho, en el sitio web Chilecracia, se establece que las demandas sociales más votadas son: Pensión mínima igual o mayor al sueldo mínimo; Seguro universal de salud; Cárcel efectiva para delitos de colusión; Reducción contribuciones de adultos mayores vulnerables; Cárcel efectiva para delitos de soborno y cohecho; Reducción de la dieta parlamentaria; Reforma del Sename; Liminar el precio o la ganancia de medicamentos; Reducción del IVA a los medicamentos y la Creación del seguro de enfermedades catastróficas. En tanto, las menos votadas, son: Educación sobre uso de redes sociales; Aumento de edad de jubilación; Restringir la venta de alcohol en delivery, supermercados o por horario; Reducir número de provincias y Legalización de la marihuana.
Ciertamente, mientras no tengamos políticos que sean capaces de escuchar y llevar a cabo su vocación pública poniendo a las personas en el centro, seguiremos entrampados, sin poder avanzar, hacia una sociedad con mayor equidad y justicia social.
Rodrigo Durán Guzmán. Magíster en Comunicación Estratégica.
O'Higgins y su Constitución
Señor Director:Cuando le correspondió asumir el mando del nuevo Estado, Bernardo O'Higgins promulgó dos constituciones, una en 1818 de carácter provisoria y otra en el año 1822, siendo las primeras a nivel nacional, si se considera que previamente solo hubo un reglamento constitucional de corta vida y alcances.
Llama profundamente la atención que el cuerpo del documento, partiera enunciando los derechos de los seres humanos, para luego caer en los deberes, dándoles sentido social a los integrantes del Estado Nación.
Se evidencia clara y contundentemente, que son los habitantes del país la principal preocupación, en las dos cartas magnas. Pero también es atrayente la concepción que expresa el documento de los tres poderes del Estado, el ejecutivo, el legislativo y el judicial, a los que fija y regula, tanto en sus atribuciones, como en sus limitaciones.
Habida consideración del lenguaje, levemente diferente al que hoy empleamos, pareciera al leerse la mayoría de sus contenidos, que estuvieran inspirados en conceptos e ideas actuales, demostrando porque Bernardo fue un adelantado a su época, como asimismo, cual es el origen de su legado, que tanto bien nos haría imitar en la actualidad.
Antonio Yakcich Furche, Presidente del Instituto O'Higginiano Rancagua.
Cómo tranquilizar a los niños
Señor Director: La situación que vive Chile tiene inquietos no solo a los adultos, sino que también a los niños. Problemas en transporte, suspensiones de clases, cambios en los horarios, machas o informaciones que se emiten en la TV pueden ser factores de estrés importante para la población.
Se pueden seguir algunas recomendaciones como explicarles a los niños con palabras sencillas qué es lo que está sucediendo en el país; evitar transmitirles información que aumente su preocupación o confusión; evite mostrar imágenes o videos que generen alarma; preguntar cómo se sienten y qué es lo que piensan, acogiendo sus sentimientos sin minimizarlos ("está bien tener miedo, a mi me pasa a veces") y entregue mensajes esperanzadores ("es una situación bien difícil, pero los adultos están buscando la forma de resolverlo"). Es importante dar contención emocional. Esto lo ayudará a disminuir sus temores.
Natalia Beamin Santander, Docente de Enfermería U. Andrés Bello.