En los días que corren, necesitamos mensajes jóvenes, nuevos, transparentes, de verdad…Mensajes claros, imaginativos, serios y con proyección profunda. Necesitamos jóvenes para implementarlos, para ponerlos en práctica, para avanzar. Pero, no se trata de buscar gente joven de edad, sino jóvenes de ideas, de voluntades, de anhelos. Jóvenes con experiencia e ilusión para echar a andar de nuevo, con la frente alta y el espíritu sereno.
Hemos dicho hasta el cansancio de que necesitamos líderes que sean capaces de resumir esos mensajes nuevos, transparentes. Porque necesitamos interlocutores para realizar el gran diálogo por la Patria.
Buscamos gente con ideas nuevas y sanas que nos saquen de la mediocridad que estamos viviendo. Mediocridad que profundiza las desigualdades, que alimenta las injusticias, que construye valores de farándula, que desprecia la honestidad y provoca la corrupción constante.
Necesitamos jóvenes transparentes, que demuestren que los valores de nuestra gente son el vivir felices, solidarios, positivos. Gente con carnet de conductores de futuros grandes, generosos y equitativos. Con bolsillos tan transparentes, como sus ideales.
Necesitamos jóvenes cultos, de verdad, que transiten por las veredas internacionales con el orgullo de llevar la mano tendida y el corazón abierto para estrechar la amistad del bien común. Y que desde allá nos miren con respeto y admiración por lo que conseguimos y por cómo avanzamos.
Necesitamos jóvenes de pensamiento, que prioricen la educación como el pilar férreo que sustenta la casa de todos, que es esta larga y angosta faja de tierra. Educación basada en los principios de la solidaridad y del progreso, que se oriente en nuestro patrimonio originario, mirando el futuro destacando nuestras capacidades heredades y perfeccionadas con el devenir de los vientos de la historia.
Necesitamos el mensaje elaborado con la identidad que nos hemos ido forjando en la fusión magnífica de culturas, que proyecta nuevos horizontes, que nos vislumbre felicidades necesarias.
En los momentos actuales, necesitamos la calma de la experiencia, la humildad de la autocrítica y la generosidad para corregir. Pero también necesitamos el empuje de los jóvenes, la iniciativa creativa de los visionarios y la capacidad de reconocer a los mejores. Para avanzar, necesitamos de todo eso, que lo tenemos a montones, pero que debemos ordenar e identificar para conseguir los objetivos que todos soñamos y que nos merecemos.
Miguel Ángel San Martín Periodista.