Firma de la Independencia
Señor Director:El 1 de enero de 1818, en los llamados Morrillos de Perales, actual comuna de Talcahuano, el director supremo Bernardo O'Higgins Riquelme cometió un acto osado en ese momento. Cuando aún las tropas leales al rey Fernando VII no estaban derrotadas y seguían muy fuertemente armadas en suelo chileno, el gobernante de un Estado que todavía no se consolidaba firmó sobre un tambor de guerra el Acta de Independencia de Chile.
Luego de ello, se dirigió con su tropa a la Plaza de Armas de Concepción donde, en solemne acto proclamó la emancipación. Fue un verdadero acto de fe, dado que Talcahuano no había podido ser desalojada de los soldados del rey y el principal cuerpo del bando monarquista estaba activo. El hecho, que pudo ser destruido por la sorpresa de Cancha Rayada (marzo de 1818), finalmente terminó consolidándose con la victoria patriota de Maipú que consagró la independencia de Chile.
Pero, la verdad es que entre Chillán y la Araucanía habría guerra hasta 1824. Es la Guerra a Muerte. Fueron años difíciles, de mucha muerte, cuando civiles y militares se enfrentaban por ideales, pero también por terminar de una vez por todas con una conflagración que fue muy sanguinaria, con cientos de muertes que terminó asolando villas como la misma Concepción, Talcahuano, San Pedro, Santa Juana y Arauco, por mencionar a las de la antigua provincia de Concepción.
Estos son hechos que vale la pena recordar. Construir nuestra nación, nuestro Estado, la realidad a la cual debieron adecuarse nuestros ancestros no fue fácil. Sangre, sudor y lágrimas costó a la frontera del Biobío ayudar a cerrar la penúltima brecha que nos quedaba para decir que la emancipación era una realidad concreta (la última fue Chiloé), y no solo una fantasía nacida de ideales discursivos o planteamientos utópicos. Vayan mis parabienes para nuestra patria chica (Concepción) que en justicia debe reivindicar siempre el haber sido no solo la cuna de la independencia, sino que también la ciudad que dio vida a lo que hoy somos: un país libre y soberano, con grandes desafíos hacia el futuro buscando siempre el bien común como uno de sus principios rectores.
Carlos Ibarra, Académico Pedagogía en Historia y Geografía USS.
Anuncio Constituyente
Señor Director:El presidente Sebastián Piñera promulgó el proyecto de ley que permite realizar el proceso constituyente venidero. Acompañado de diferentes poderes del Estado, faltó uno en la foto: el presidente del Senado, Jaime Quintana (PPD). Sí bien el senador se excusó, no desaprovechó la oportunidad para criticar a través de Twitter, señalando que el ejecutivo "prefirió poner el énfasis en cómo le gustaría a él una nueva Carta Magna. No corresponde". Desde el gobierno hicieron efectivamente un llamado a la paz y a adoptar acuerdos, de lo cual resultó el proyecto correspondiente.
Ahora bien, si La Moneda quiere aprovechar de señalar qué le gustaría que contuviese la nueva Constitución, no es algo que no corresponda como señala el senador, es una posición legítima de señalar y defender en una democracia. Si al senador no le gusta la opinión del gobierno de lo que debe tener la nueva Carta Magna, tiene la posibilidad en octubre del año entrante de defender un proyecto distinto, mal que mal, esas son las reglas del juego democrático. El resto es fanatismo y tozudez..
José Luis Trevia.
Fin de año saludable
Señor Director:En estas fiestas de fin de año es importante recordar que las reuniones festivas son una excelente instancia para educar el inconsciente de nuestros niños. Esto a través de la generación de relaciones "socioalimentarias" positivas, y asociaciones emocionales poderosas entre los alimentos naturales y sanos. Todo mediante la alegría y el confort de compartir en un contexto de seguridad y amor. Es así como el regalo más amoroso de navidad que podemos hacer a nuestros hijos, a largo plazo, es el incorporar en la convivencia familiar navideña de nuestro hogar, una rica cena saludable. Las selecciones alimentarias son fuertemente dominadas por la búsqueda inconsciente y primitiva del placer, neuroquímicamente asociado a ingesta altamente calórica, rica en azúcar y grasas. Sin embargo, con la energía de un reciente despertar social, es posible reivindicar nuestro control consciente, nuestro rol social y ser verdaderos protagonistas en la creación de un mejor futuro. ¿Cómo?, promoviendo el cambio desde nuestras propias vidas, a través de selecciones de alimentos y preparaciones que sean el reflejo de nuestra razón al servicio del amor por nuestra familia y nuestro compromiso con ese mejor mañana. Decisiones conducidas por el amor y la responsabilidad, sin duda darán origen a un menú navideño con más alimentos frescos, bebestibles saludables. Además de preparaciones que promuevan la vitalidad y el apego de las familias en torno a una tradición enriquecida con un afecto que se hace consciente y responsable en el autocuidado. Asi, demostraremos a nuestros niños el valor de construir con el ejemplo, y promoviendo la mayor y más poderosa revolución de nuestra historia, una en la que nuestra decisión transformadora y saludable, beneficiará, a corto y largo plazo, la salud de nuestros seres más amados y a toda la sociedad.
Stefanie Chalmers E. Académico de Nutrición Universidad Andrés Bello.