Tatiana Aular Aguirre

Con seis observaciones de parte del asesor urbanista de la Municipalidad de Chillán, Nelson Anabalón; observaciones apuntadas por los concejales integrantes de la Comisión de Obras y dos anexos propuestos por la ciudadanía, fue evaluado el anteproyecto de actualización del Plan Regulador Intercomunal de Chillán y Chillán Viejo (Prich), durante la sesión del Concejo realizada ayer, a tan sólo dos días de la consignación formal de la propuesta ante la Seremía de Urbanismo y Vivienda en Ñuble y que debería ser aprobado hoy.

En este orden, Nelson Anabalón quien en su condición de asesor urbanista, aclaró que es responsabilidad de los integrantes del Concejo Municipal aprobar el anteproyecto del Prich, pero finalmente quien tiene la última palabra en cuanto a la aprobación de este plan regulador es el Consejo Regional de Ñuble.

Durante una presentación conversada por las partes involucrada, que se extendió por casi dos horas, Anabalón expuso ante el cuerpo de ediles, representantes legales, administrativos y de planificación de la Municipalidad de Chillán, seis observaciones puntuales.

Que van desde la determinación de la cantidad de habitantes por hectárea urbana, pasando por espacios previstos para la construcción y mejoramiento de la vialidad, pasando por las normas supletorias de estacionamiento, área rural normada, aumento de zona urbana hasta llegar a las observaciones de la comunidad.

Entre éstas destacaron las observaciones conjuntas en materia de densidad poblacional, ya que el plan actual prevé 500 habitantes por hectárea para Chillán, mientras que para Chillán Viejo se han previsto 400 habitantes por cada hectárea residencial en zona urbana, para este ítem tanto el arquitecto asesor como los ediles concertaron que el número debe ser superior.

Otra de las observaciones en común fueron los límites que se están tomando en cuenta para determinar las zonas de extensión urbana (Zeu) que debe estar contempladas dentro de este anteproyecto, ya que un futuro a muy largo plazo se espera crear un "nuevo subcentro".

Al grupo de las tres observaciones en común se agregó la vialidad y para el concejal Víctor Sepúlveda es necesario incorporar las necesidades de conectividad que viene presentando el sector poniente de la ciudad, ya que para el edil "el plano regulador de la ciudad está solamente emplazado en el crecimiento del sector oriente, con todo el conflicto vial que tenemos en la comuna, no podemos seguir mirando este desarrollo urbano sólo hacia el sector oriente. El plan regulador nuestro debe rediseñarse".

A pesar que la Municipalidad cuenta con un intervalo de 10 años para actualizar el Plan Regulador, para Sepúlveda "es imposible que en dos días se puedan debatir un tema tan transcendental para el desarrollo de la comuna, porque yo no soy técnico, mi voto es político".

En tanto que Camilo Benavente, como presidente de la Comisión de Obras de la Municipalidad, espera que "la Seremia de Urbanismo y Vivienda, tome en cuenta al menos tres observaciones importantes que hemos hecho como Concejo Municipal, que se pueda aumentar el límite urbano hacia el norte, al límite del río Ñuble, y que suba cerca de 700 hectáreas".

Para Benavente es importante que el Serviu comprenda la labor de la Municipalidad y sea ésta "la que defina la densidad urbana, que no sea el Gobierno Regional quien decida cuántas personas pueden vivir por hectáreas en el centro de la ciudad".

Y la tercera observación del concejal "es que se consolide el Parque Oriente que son cerca de 15 hectáreas al alero de la calle Las Torres".

En cuanto a la participación ciudadana, el concejal Patricio Huepe manifestó "que hay muchas opiniones, no se recogieron todas las observaciones, por lo que el Seremi junto a su equipo debe hacerlo".

Con respecto a los anexos que se incorporaron al anteproyecto están la construcción de áreas verdes a las orillas de río en los límites urbanos y que no toda el desarrollo de zonas industriales queden ubicadas en Chillán Viejo, estas dos últimas fueron propuestas de la ciudadanía.