Sobre la "nueva normalidad"
Producto de la pandemia provocada por el covid-19, el 91% de los estudiantes de al menos 188 países hoy no están asistiendo a la escuela. Chile no está ajeno a esta situación.
Para muchos niños y niñas, la educación que están recibiendo es limitada. La crisis ha puesto de manifiesto y agudizado las desigualdades socioeducativas y las disparidades. Numerosas escuelas no están preparadas para usar la tecnología online. Algunos docentes no tienen experiencia ni conocimiento sobre clases de este tipo. Asimismo, muchos niños no cuentan con condiciones de acceso, equipos o espacios adecuados para estudiar en el hogar.
Es fundamental proteger la salud de nuestros hijos, pero al no ser de riesgo directamente, solo hay que cuidarlos con los resguardos necesarios. En ese sentido, es de suma importancia que no queden vacíos en su educación, que no pierdan el año, tomando las medidas de distancia y sanidad correspondientes.
Países como Alemania y Francia, ya lo están adoptando con cifras de fallecidos que duplican las de Chile.
Nadie dice que volvamos a la "normalidad" porque eso ya no es posible, solo un retorno lento y paulatino a nuestro nuevo estilo de vida.
Francisco Alcalde F.
Futuro del "modelo"
Recientemente, el ministro de Hacienda Ignacio Briones y el presidente del Banco Central, Mario Marcel, abordaron el debate en torno al "modelo" chileno una vez superada la tormenta pandémica. "Algo que no se adapta termina por perecer", dijo el primero y "me parece muy difícil que volvamos exactamente a lo que hacíamos en septiembre del año pasado", dijo el segundo.
Se ha enfatizado por un importante abanico de actores sobre la importancia estratégica de la ciencia y la tecnología para el desarrollo nacional.
La pregunta fundamental sería: ¿estaremos ad portas de la reforma y perfeccionamiento de nuestra política económica a la luz de estas extraordinarias circunstancias? Cualquiera sea el caso, la reorientación de las instituciones de nuestro capitalismo debe asumir los éxitos de la actual estrategia, pero mover el cerco de lo posible en cuanto a instrumentos de desarrollo imaginables y consensuados. El Estado, en estrecha colaboración con el sector privado, puede proveer la institucionalidad, las herramientas y los recursos para nuestros innovadores tecnológicos, es decir, formular política tecnológica.
Estamos en una coyuntura en donde las ortodoxias no nos traerán las respuestas, ni nos volverán a hacer crecer significativamente.
Camilo Barría-Rodríguez, historiador
Día de la Tierra
El 22 de abril se conmemoran 50 años desde la primera celebración del Día de la Tierra. Como cada año, la celebración vino acompañada de un tema. El de este año es la toma de acciones climáticas, y precisamente una de las acciones que más relevancia ha tomado en nuestro país en los últimos años, es la presencia cada vez más fuerte de las llamadas energías limpias. En conjunto, estas fuentes de energía han logrado conformar hasta un 20% de la matriz energética de Chile y, tomando en cuenta las características tanto geográficas como climáticas del país, la oportunidad para seguir aumentando esta cifra permanecerá. Muy especialmente en lo que respecta a energía solar.
Depende de las actuales generaciones continuar el espíritu de 1970, no solo este si no todos los años y, junto a las energías renovables, lograr que tanto Chile como el mundo entero vayan año a año haciéndose cada vez más "verdes".
Víctor Opazo Carvallo
Vulnerabilidad y Covid-19
La forma en que ha evolucionado la pandemia está generando una crisis económica global que debilita progresivamente la empleabilidad y tensiona las redes de seguridad social, a pesar de los esfuerzos que tanto organismos internacionales como los gobiernos del mundo realizan para asegurar la protección de los ciudadanos.
Esta circunstancia es preocupante, puesto que históricamente las epidemias han afectado en forma más severa a las comunidades que viven en la pobreza. En efecto, las expectativas de vida saludable y las tasas de mortalidad presentan evidentes diferencias entre las poblaciones de mayores ingresos frente a aquellas más desposeídas. Además, habrá que considerar que la situación de vulnerabilidad tendrá una evolución dinámica en este nuevo escenario sanitario, en que personas de grupos socioeconómicos que normalmente no se consideran vulnerables, podrían con el tiempo presentar dificultades para hacer frente a la pandemia desde una perspectiva financiera, mental o física.
La salud es un valor compartido por las sociedades modernas como un objetivo central para el desarrollo, y es condición necesaria para lograr una verdadera igualdad de oportunidades. Por ello, al momento de hacer frente al Covid-19, las estrategias que se implementen deberán prestar especial atención a aquellas comunidades y grupos humanos más expuestos a las desigualdades sociales, profundizando el vínculo entre la política social y la política económica, a partir de lo cual se definan nuevos instrumentos que brinden una protección social y sanitaria con enfoque multidimensional y de cooperación internacional, reduciendo sostenidamente el círculo vicioso entre pobreza y mala salud.
Ernesto San Martín Zúñiga Universidad San Sebastián